Hace poco tiempo, de nuevo en la Bañeza, con ocasión de sus múltiples fiestas, mi prima Anita me recomendó un libro que había leído, del bañezano Ernesto Méndez Luengo: "Llanto por un lobo muerto."
Lo leyó Ángel de una sentada, porque reconocía la descripción de los lugares. Estaban todos los que llevaba en su memoria después de años recorriendo los pueblos haciendo su trabajo. Identificaba las colinas y los montes, las curvas y los bosques y hasta parecía que retrataba aquellas gentes que encontraba en ellos. La verdad que el libro engancha y te mete de lleno en la naturaleza salvaje y agreste como los sucesos que acaecen en ella.
A través de la novela vamos comprendiendo la ultima parte del reinado de Fernando VII, pero no solo la cuestión dinástica del pretendiente Carlos María Isidro con Isabel II que dio origen a las Guerras carlistas, sino también las dos maneras de entender la vida pública, la liberal y la absolutista, la de una gente mediocre aferrada a sus privilegios y los defensores de las nuevas tendencias, convertidos según la ocasión en guerrilleros o salteadores.
Así encontramos a nuestro protagonista Juan María Turón de Uazzén, bandolero unas veces, guerrillero otras, para acabar siendo brigadier de las tropas isabelinas en las guerras carlistas. Muy interesante y si a todo esto unimos que la trama de la obra se desarrolla entre la Bañeza, el Teleno y Sanabria.
Al leer esta novela trabamos conocimiento con las costumbres de las bandadas de lobos, la emocionante lucha entre ellos para dirigir la manada y hasta conocemos sus nombres, recuperados de los registros de los concejos municipales o de los monasterios, ya que en la época se hace referencia a las batidas llevadas a cabo, así como las gratificaciones satisfechas por su captura. De esta manera, nos vamos familiarizando con Pasos Largos de Camarzana, Cara Quemada de Tabuyo, Rabo Pintado de Peñalba, Colmillo Rojo de Salientes o Cenicero de Castrocontrigo, que junto con Campanera de Peñafurada son los padres del Solitario o Satán, al que salvaría providencialmente el guerrillero Juan María.
Se crea un paralelismo, de los lobos pasamos a los bandoleros: El guapo de Moreruela, el Maragato, el Tinaja o Matías "el requemao", que participó en las batalla de Rioseco y en la toma de Ciudad Rodrigo junto a D. Julián Sánchez "el charro". Tras los protagonistas surgen los malos de la novela, que también los hay: El "hermano de la Calabaza", el chivato Pepe, el "comadreja" y el fraile Jeremías, que tendrá un papel primordial en el desarrollo de la trama. Hombres aguerridos, que tuvieron en jaque a las milicias provinciales de Zamora, mandadas por D. Pedro Tenorio de Mendoza Tellez-Girón, antiguo coronel del regimiento de Húsares de la Reina y descendiente de otro caballero llamado D. Juan Tenorio, privado del Rey D. Pedro el Cruel y celebrado por su afición a la buena mesa, al vino añejo y a las mujeres, que inspiraría cinco siglos después, a nuestro dramaturgo José Zorrilla para escribir su famoso drama D. Juan Tenorio.
Siguiendo la novela recorremos peligrosos caminos, atacados o defendidos por bandoleros. En esta época las partidas de guerrilleros o salteadores cobraban peaje a las diligencias que pasaban por su territorio, para protegerlas de otros bandidos, que a veces operaban fuera de su zona.
En la taberna del Ciervo Blanco situada en la calle Cantarranas de Zamora traban conocimiento el comandante y el bandolero, el primero sin saber aún la identidad del segundo.Ávidos lectores, nosotros tenemos ocasión de saborear las comidas, el ambiente y hasta de escuchar las coplas sobre la captura del bandido Francisco Sánchez Olivencia el "Bejarano"por los milicianos de D. Pedro, en Moraleja de Sayago.
En el año 1830 la Sala de Alcaldes de la Casa y Corte había acordado que cuando se diese muerte a un famoso criminal se enviase un sucinto relato del hecho al Hermano Mayor de la Cofradía de los Ciegos, para realizar una composición que pudiera relatar por las plazas y mercados de las villas, es decir ya existía una especie de Agencia EFE.
Nos entretienen también las leyendas que contaba el tío Rosauro "érase que se era...en la cueva de Toledo" cuando se predijo a D. Rodrigo la invasión de los árabes. Parece ser que al final de la batalla del Guadalete los hijos de Witiza, rey al que había destronado D. Rodrigo con la connivencia de su tío el Obispo D. Opas se pasaron al bando enemigo decidiendo la victoria a favor de los agarenos. Muchos años después cuando Alfonso III tomó Viseo se encontró en la basílica mayor de la ciudad una lápida con la inscripción:
"Hic recuescit Rodericus ultimus rex gotorum"Lo leyó Ángel de una sentada, porque reconocía la descripción de los lugares. Estaban todos los que llevaba en su memoria después de años recorriendo los pueblos haciendo su trabajo. Identificaba las colinas y los montes, las curvas y los bosques y hasta parecía que retrataba aquellas gentes que encontraba en ellos. La verdad que el libro engancha y te mete de lleno en la naturaleza salvaje y agreste como los sucesos que acaecen en ella.
A través de la novela vamos comprendiendo la ultima parte del reinado de Fernando VII, pero no solo la cuestión dinástica del pretendiente Carlos María Isidro con Isabel II que dio origen a las Guerras carlistas, sino también las dos maneras de entender la vida pública, la liberal y la absolutista, la de una gente mediocre aferrada a sus privilegios y los defensores de las nuevas tendencias, convertidos según la ocasión en guerrilleros o salteadores.
Así encontramos a nuestro protagonista Juan María Turón de Uazzén, bandolero unas veces, guerrillero otras, para acabar siendo brigadier de las tropas isabelinas en las guerras carlistas. Muy interesante y si a todo esto unimos que la trama de la obra se desarrolla entre la Bañeza, el Teleno y Sanabria.
Al leer esta novela trabamos conocimiento con las costumbres de las bandadas de lobos, la emocionante lucha entre ellos para dirigir la manada y hasta conocemos sus nombres, recuperados de los registros de los concejos municipales o de los monasterios, ya que en la época se hace referencia a las batidas llevadas a cabo, así como las gratificaciones satisfechas por su captura. De esta manera, nos vamos familiarizando con Pasos Largos de Camarzana, Cara Quemada de Tabuyo, Rabo Pintado de Peñalba, Colmillo Rojo de Salientes o Cenicero de Castrocontrigo, que junto con Campanera de Peñafurada son los padres del Solitario o Satán, al que salvaría providencialmente el guerrillero Juan María.
Se crea un paralelismo, de los lobos pasamos a los bandoleros: El guapo de Moreruela, el Maragato, el Tinaja o Matías "el requemao", que participó en las batalla de Rioseco y en la toma de Ciudad Rodrigo junto a D. Julián Sánchez "el charro". Tras los protagonistas surgen los malos de la novela, que también los hay: El "hermano de la Calabaza", el chivato Pepe, el "comadreja" y el fraile Jeremías, que tendrá un papel primordial en el desarrollo de la trama. Hombres aguerridos, que tuvieron en jaque a las milicias provinciales de Zamora, mandadas por D. Pedro Tenorio de Mendoza Tellez-Girón, antiguo coronel del regimiento de Húsares de la Reina y descendiente de otro caballero llamado D. Juan Tenorio, privado del Rey D. Pedro el Cruel y celebrado por su afición a la buena mesa, al vino añejo y a las mujeres, que inspiraría cinco siglos después, a nuestro dramaturgo José Zorrilla para escribir su famoso drama D. Juan Tenorio.
Siguiendo la novela recorremos peligrosos caminos, atacados o defendidos por bandoleros. En esta época las partidas de guerrilleros o salteadores cobraban peaje a las diligencias que pasaban por su territorio, para protegerlas de otros bandidos, que a veces operaban fuera de su zona.
En la taberna del Ciervo Blanco situada en la calle Cantarranas de Zamora traban conocimiento el comandante y el bandolero, el primero sin saber aún la identidad del segundo.Ávidos lectores, nosotros tenemos ocasión de saborear las comidas, el ambiente y hasta de escuchar las coplas sobre la captura del bandido Francisco Sánchez Olivencia el "Bejarano"por los milicianos de D. Pedro, en Moraleja de Sayago.
En el año 1830 la Sala de Alcaldes de la Casa y Corte había acordado que cuando se diese muerte a un famoso criminal se enviase un sucinto relato del hecho al Hermano Mayor de la Cofradía de los Ciegos, para realizar una composición que pudiera relatar por las plazas y mercados de las villas, es decir ya existía una especie de Agencia EFE.
Nos entretienen también las leyendas que contaba el tío Rosauro "érase que se era...en la cueva de Toledo" cuando se predijo a D. Rodrigo la invasión de los árabes. Parece ser que al final de la batalla del Guadalete los hijos de Witiza, rey al que había destronado D. Rodrigo con la connivencia de su tío el Obispo D. Opas se pasaron al bando enemigo decidiendo la victoria a favor de los agarenos. Muchos años después cuando Alfonso III tomó Viseo se encontró en la basílica mayor de la ciudad una lápida con la inscripción:
porque la última batalla entre D. Rodrigo y Muza tendría lugar en Segoicela de los Cornejos cerca de Tamames, y el cadáver de este sería llevado a Viseo.
Por la Requejada y por la Culebra, por Sierra Negra y Sanabria, pero también en Zamora y Madrid, se van gestando las intrigas que daría lugar a la primera Guerra carlista, después de que Fernando VII derogase la Ley Sálica, que había promulgado Felipe V. El hermano del Rey, Carlos Mª Isidro conspira junto al infante D. Miguel, su sobrino y cabeza del partido absolutista portugués, usurpador a su vez del trono de Portugal, al borde también de una guerra civil, con el emperador del Brasil D. Pedro, que trataría de restablecer en el trono a su hija Dª María.
Tenemos pues a los principales personajes y el teatro de operaciones en la frontera de Zamora con Portugal, nos falta solo el apoyo económico en manos de un culto comerciante judío Isaac Ibn Samuel Abez Ezra que intrigará en ambas cortes y será providencialmente salvado en Sayago por Juan María, lo que moverá al judío a pedir al Deseado que le nombre Brigadier de las tropas de la frontera después de perdonarle, como antes había hecho con José María Hinojosa el "Tempranillo" en Andalucía.
Otra judía, Raquel, madrina del anterior, informa al rey de que Juan María es hijo de una hermosa mora Aixa Zoraida y.... de su padre el rey Carlos IV.
Intrigas palaciegas, sociedades secretas como la "Liga Liberal de los Oprimidos" para liberar a los encarcelados o perseguidos por el Gobierno, o la del Ángel Exterminador con sus dirigentes denominados "Tronos" o jefes supremos, "Arcángeles" al mando de las cohortes celestiales, "Serafines", "querubines" etc hasta llegar al "Ángel Milite" que enseñaba el manejo de las armas y la obediencia ciega a los desalmados que militaban en sus filas para cometer atentados contra los liberales o en la persona del mismo D Carlos, dudoso honor que recayó en un tal "fray Cuchillada" clérigo orensano que fue interceptado y muerto por uno de los hombres de Juan María cerca de Bermillo de Sayago. Su nombre en clave era "Vulcano"
El infante D. Carlos, que se había negado a asistir a la ceremonia de proclamación de su sobrina Isabel el 30 de junio de 1833 se exilió voluntariamente en Portugal mientras preparaba la invasión con un ejercito hispano-luso por la zona comprendida entre Rihonor y Mármoles.
Enfrente tenía a Juan María y sus voluntarios después de conseguir para todos un indulto real con restitución de títulos y empleos para los encarcelados o perseguidos por sus ideas liberales así como la anulación de las Reales Cédulas de 9 de octubre de 1824 y 14 de febrero del 27 por las que se condenaba a muerte a los miembros de la liga de los oprimidos y otras organizaciones democráticas.
El día 29 de septiembre a las 3 de la mañana muere de una "apoplejía fulminante" Fernando VII. El día 2 de octubre estalla el levantamiento en Talavera de la Reina (Toledo) siendo rápidamente sofocado. Álava, Guipúzcoa y Vizcaya unidas a Navarra se suman a la rebelión. El día 13 el cura Jerónimo Merino se subleva en Burgos al mando de 14 batallones. En Galicia se organizan partidas mandadas por curas y canónigos.
Durante la noche del día 10 de octubre, D. Carlos cruza la frontera con su ejercito por el puente internacional junto al pueblo de Riomanzanas cerca de Torregamones. D. Juan María le espera entre San Martín del Pedroso, Trabazos y San Vitero obligando a volver por donde vino al ejercito invasor. Los puentes construidos frente a los molinos de Bornes y Valdio ceden por la sobrecarga que soportan precipitando al agua parte de la caballería. El número de bajas llegó a sobrepasar los 1500 soldados.
D. Carlos consigue refugiarse en Miranda do Douro por lo que el gobierno español atraviesa la frontera con permiso del emperador del Brasil D. Pedro, mientras su hija María Gloria ya desembarcaba con un ejercito en Portugal para recuperar el trono.
Advertido D. Carlos antes de que la ciudad fuera sitiada y posteriormente conquistada se retira precipitadamente a Braganza. El Obispo de León Abarca burla el cerco disfrazado de aldeano y ya en Braganza D. Carlos le nombra Ministro de Gracia y Justicia.
El Obispo junto con el antiguo bandolero, el fraile Jeremías urden un plan para acabar con D. Juan María la idea es parecida a la de Bellido Dolfos en el cerco Zamora. El fraile trata de atraer a su antiguo jefe con disculpa de revisar un posible punto débil en la muralla.
D. Juan María es ayudado por el lobo que presiente la emboscada, escapa malherido y finalmente muere. Los generales liberales toman juramento a D. Carlos de que no había participado en la muerte del brigadier D. Carlos jura, pero aquella noche sus tropas y la guarnición miguelista abandonan Braganza para dirigirse a Viseo siendo acosados continuamente por el ejercito del General Rodil. D Carlos se retira a Coimbra. La situación se hace insostenible por las deserciones a favor del emperador D.Pedro por lo que las tropas del usurpador Miguel se rinde en Évora.
D. Carlos se embarca para Inglaterra para regresar posteriormente a España llegando con su ejercito hasta Vallecas en las afueras de Madrid, pero nuevos descalabros militares le conducirán al destierro y la muerte en el vecino país galo.
Juan María Turón fue enterrado sobre la peña Mira en la Sierra de la Culebra. Dicen que en las noches de luna llena la silueta de su amigo el lobo negro al que salvó la vida de cachorro, se recortaba sobre el cielo aullando con lastimero y desgarrador acento por su amigo desaparecido.
Por la Requejada y por la Culebra, por Sierra Negra y Sanabria, pero también en Zamora y Madrid, se van gestando las intrigas que daría lugar a la primera Guerra carlista, después de que Fernando VII derogase la Ley Sálica, que había promulgado Felipe V. El hermano del Rey, Carlos Mª Isidro conspira junto al infante D. Miguel, su sobrino y cabeza del partido absolutista portugués, usurpador a su vez del trono de Portugal, al borde también de una guerra civil, con el emperador del Brasil D. Pedro, que trataría de restablecer en el trono a su hija Dª María.
Tenemos pues a los principales personajes y el teatro de operaciones en la frontera de Zamora con Portugal, nos falta solo el apoyo económico en manos de un culto comerciante judío Isaac Ibn Samuel Abez Ezra que intrigará en ambas cortes y será providencialmente salvado en Sayago por Juan María, lo que moverá al judío a pedir al Deseado que le nombre Brigadier de las tropas de la frontera después de perdonarle, como antes había hecho con José María Hinojosa el "Tempranillo" en Andalucía.
Otra judía, Raquel, madrina del anterior, informa al rey de que Juan María es hijo de una hermosa mora Aixa Zoraida y.... de su padre el rey Carlos IV.
Intrigas palaciegas, sociedades secretas como la "Liga Liberal de los Oprimidos" para liberar a los encarcelados o perseguidos por el Gobierno, o la del Ángel Exterminador con sus dirigentes denominados "Tronos" o jefes supremos, "Arcángeles" al mando de las cohortes celestiales, "Serafines", "querubines" etc hasta llegar al "Ángel Milite" que enseñaba el manejo de las armas y la obediencia ciega a los desalmados que militaban en sus filas para cometer atentados contra los liberales o en la persona del mismo D Carlos, dudoso honor que recayó en un tal "fray Cuchillada" clérigo orensano que fue interceptado y muerto por uno de los hombres de Juan María cerca de Bermillo de Sayago. Su nombre en clave era "Vulcano"
El infante D. Carlos, que se había negado a asistir a la ceremonia de proclamación de su sobrina Isabel el 30 de junio de 1833 se exilió voluntariamente en Portugal mientras preparaba la invasión con un ejercito hispano-luso por la zona comprendida entre Rihonor y Mármoles.
Enfrente tenía a Juan María y sus voluntarios después de conseguir para todos un indulto real con restitución de títulos y empleos para los encarcelados o perseguidos por sus ideas liberales así como la anulación de las Reales Cédulas de 9 de octubre de 1824 y 14 de febrero del 27 por las que se condenaba a muerte a los miembros de la liga de los oprimidos y otras organizaciones democráticas.
El día 29 de septiembre a las 3 de la mañana muere de una "apoplejía fulminante" Fernando VII. El día 2 de octubre estalla el levantamiento en Talavera de la Reina (Toledo) siendo rápidamente sofocado. Álava, Guipúzcoa y Vizcaya unidas a Navarra se suman a la rebelión. El día 13 el cura Jerónimo Merino se subleva en Burgos al mando de 14 batallones. En Galicia se organizan partidas mandadas por curas y canónigos.
Durante la noche del día 10 de octubre, D. Carlos cruza la frontera con su ejercito por el puente internacional junto al pueblo de Riomanzanas cerca de Torregamones. D. Juan María le espera entre San Martín del Pedroso, Trabazos y San Vitero obligando a volver por donde vino al ejercito invasor. Los puentes construidos frente a los molinos de Bornes y Valdio ceden por la sobrecarga que soportan precipitando al agua parte de la caballería. El número de bajas llegó a sobrepasar los 1500 soldados.
D. Carlos consigue refugiarse en Miranda do Douro por lo que el gobierno español atraviesa la frontera con permiso del emperador del Brasil D. Pedro, mientras su hija María Gloria ya desembarcaba con un ejercito en Portugal para recuperar el trono.
Advertido D. Carlos antes de que la ciudad fuera sitiada y posteriormente conquistada se retira precipitadamente a Braganza. El Obispo de León Abarca burla el cerco disfrazado de aldeano y ya en Braganza D. Carlos le nombra Ministro de Gracia y Justicia.
El Obispo junto con el antiguo bandolero, el fraile Jeremías urden un plan para acabar con D. Juan María la idea es parecida a la de Bellido Dolfos en el cerco Zamora. El fraile trata de atraer a su antiguo jefe con disculpa de revisar un posible punto débil en la muralla.
D. Juan María es ayudado por el lobo que presiente la emboscada, escapa malherido y finalmente muere. Los generales liberales toman juramento a D. Carlos de que no había participado en la muerte del brigadier D. Carlos jura, pero aquella noche sus tropas y la guarnición miguelista abandonan Braganza para dirigirse a Viseo siendo acosados continuamente por el ejercito del General Rodil. D Carlos se retira a Coimbra. La situación se hace insostenible por las deserciones a favor del emperador D.Pedro por lo que las tropas del usurpador Miguel se rinde en Évora.
D. Carlos se embarca para Inglaterra para regresar posteriormente a España llegando con su ejercito hasta Vallecas en las afueras de Madrid, pero nuevos descalabros militares le conducirán al destierro y la muerte en el vecino país galo.
Juan María Turón fue enterrado sobre la peña Mira en la Sierra de la Culebra. Dicen que en las noches de luna llena la silueta de su amigo el lobo negro al que salvó la vida de cachorro, se recortaba sobre el cielo aullando con lastimero y desgarrador acento por su amigo desaparecido.