06 mayo 2015

13ª Historias y leyendas del Viejo Camino de Santiago: El Cuélebre de la Vid

13ª Historias y leyendas del Viejo Camino de Santiago: El Cuélebre de la Vid con el que acabó San Lorenzo

Para leer el artículo del periódico más cómodamente, pinchad sobre la foto o en este enlace.




13ª Historias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
             
 Rosa Fadón y Rafael Cid 

La historia del famoso cuélebre de la Vid, con el que acabó San Lorenzo.
Cuélebre de la Vid, cuélebre de Getino y cuélebre del Códice Calixtino

Los peregrinos del Viejo Camino de Santiago por la provincia de León salíamos de La Vid de Gordón camino de Buiza, cuando llamó nuestra atención una cruz en lo alto de la montaña. Por curiosidad preguntamos a la gente del pueblo y nos dijeron que marcaba el lugar donde San Lorenzo mató al “cuélebre” y a continuación nos dieron detalles del descomunal episodio.

Para celebrar tamaño prodigio y aprovechando las costillas del monstruo, se construyó una ermita en el lugar del suceso. La gente de la Vid sube en romería por empinada cuesta, sigue después por un bosque de robles, pasando finalmente la prueba de un estrecho paso que salva el precipicio, no apto para personas con vértigo. La ermita es de una sola nave, de traza románica. En su interior hay un misterioso túmulo bajo el cual, cuentan las gentes que se encuentra un sepulcro de alabastro, con los restos de los hermanos de S. Lorenzo, que ellos dicen que son San Vicente y San Pelayo.

No debería ser tan curioso, pues he encontrado ciertos desajustes temporales, como que los padres del Santo patrón de Huesca, eran Orencio y Paciencia ambos santos a su vez, como su hermano gemelo, también llamado Orencio, llegó a ser obispo de Hauch en Francia. ¡Dos siglos más tarde del martirio de Lorenzo!

Volvamos al túmulo. ¿El sepulcro podría ser de dos hermanos en la fe? Pues no, porque las bulas del Papa Alejandro III allá por el año 1163 y 1176 me lo ponen difícil, al confirmar que hay dos iglesias en la Vid, una en la villa y otra se encuentra “in monte ubi iacet corpus cuisdam santi Vicentti”, es decir “ en el monte donde yace el cuerpo de S. Vicente”.

Pero lo que tiene mayor mérito, de milagro, de verdad, es la historia del Cuélebre de la Vid, cuya cueva visitamos y según nos dijeron tan sólo cobijaba a su cabeza, porque el cuerpo lo apoyaba en el río y la cola en la montaña de enfrente, en la base de la peña de S. Lorenzo, ¡era algo descomunal! No nos extrañemos de la existencia de grandes culebras, lagartos o dragones, pues aparecen en todas las culturas, por apartadas que se encuentren y que están documentados en libros muy serios o se mantienen en la memoria colectiva a través de la literatura oral y el boca a boca que ha alimentado filandones y decires en nuestros pueblos. Hubo más cuélebres o reptiles tanto en Asturias como en León, por no decir en las leyendas nórdicas de Sigfrido, en la Biblia, la Serpiente que tentó a Eva, la de San Jorge y el Dragón, etc. Como todos somos peregrinos recordaréis que en el Codex Calistinum aparece citada la leyenda del dragón que se enfrenta a los discípulos del Santo cuando la reina Lupa les autoriza a recoger unos bueyes al monte Ilicino. Teodoro y Atanasio tienen que vérselas con él y sin otra ayuda de gentes, ya  que con sus terribles incursiones había despoblado las aldeas próximas. Al final es el signo de la cruz el que le hace retroceder y “revienta por la mitad del vientre” dice el Calixtinus.

Aunque parezcan leyendas piadosas para “engatusar” al pueblo, no se pueden desdeñar, ved que  también Troya era una leyenda contada por Homero hasta que Enrique Schleimann, un rico comerciante enamorado de la Iliada, la descubrió como real.

Zecharia Sitchin dice que antiguamente hubo una raza hibrida medio humanos medio reptiles muy inteligente, que pobló la tierra mucho tiempo antes que el hombre actual.

Zecharia Sitchin dice que antiguamente hubo una raza hibrida medio humanos medio reptiles muy inteligentes, que pobló la tierra mucho tiempo antes que el hombre actual. Algunos sostienen que nuestros cuélebres tenían el cuerpo cubierto de escamas y volaban. Cuando se hacían viejos se dirigían al mar a morir, pero a veces envejecían tanto, que no tenían suficientes fuerzas para marchar volando y no tenían más remedio que esperar su fin haciendo tonterías y molestando a los humanos.
Cerca de aquí se conoce la historia de otro cuélebre que hacía de las suyas en los prados de las Lamargas, en la cercana localidad de  Getino. Gustaba de comerse el ganado y aterrar con sus fuertes silbidos a los pastores. En el caso del cuélebre de Getino no fue necesaria la mediación de ningún santo para quitarle de en medio, aunque sí la de un ingenioso pastor de los que venían con la trashumancia desde Extremadura, el cual ya tenía experiencia en el tratamiento de cuélebres. Todos los días, provisto de un caldero de leche recién ordeñada y con la hipnótica música de su flauta tranquilizaba al animal, que se conformaba con ese sustento sin causar destrozos a los convecinos, hasta que llegó la hora de regresar a su tierra natal. Entonces algo falló, los que quedaron encargados de amansar a la fiera o no tocaban bien el instrumento u olvidaron las viandas, así que volvió a las andadas, arremetiendo contra ganados y pastores, sembrando el terror, hasta que una fuerte tormenta acabó con su vida.

La cueva de La Gotera cobijaba la cabeza del cuélebre, el cuerpo lo posaba en el río y la cola en la montaña de enfrente, la peña de S. Lorenzo.

El Cuélebre de la Vid habitaba en la cueva de la Gotera y nuestra amiga Charo con la amabilidad que la caracteriza, nos acompañó hasta el lugar donde el animal ponía su barrigota haciendo una presa en el río y si no le daban un cordero o una vaca, se las ingeniaba para provocar una inundación arruinando a los pobres labradores.

Cierto día, le tocaba entregar las viandas al más pobre del contorno. Dijo a sus vecinos que no tenía con que dar de comer a la fiera y ellos le respondieron que entregara a su hija que estaba muy del gusto del cuélebre. La joven aterrorizada se puso a rezar a San Lorenzo. Según cuenta la tradición S. Lorenzo se encontraba en Tánger. Se puso rápidamente en camino acompañado de sus hermanos Vicente y Pelayo y manos a la obra. Los dragones son muy difíciles de matar por culpa de su piel dura y escamosa. Preparó una pócima ¿Qué de qué estaba compuesta? Pues tenía un poco de tierra con carbón de la zona, cobre de la cercana mina de la Profunda y unto para ligar la mezcla.

El dragón al oler el unto se lo zampó todo de un bocado y en cuanto lo vio san Lorenzo golpeó las escamas con su lanza, el chisporroteo que produjo hizo que el dragón explotara, entre chispas, que caían alrededor como aquellas estrellas fugaces que en la noche de verano se llaman lágrimas de S. Lorenzo.  Con tal ruido los hermanos de Lorenzo murieron del susto en el acto. El santo, muy triste, los enterró en el túmulo y emprendió el camino de regreso, pero antes de salir para Tánger se encontró una acémila cargada con un arca de alabastro y comprendió que era voluntad de Dios que sus hermanos hubieran muerto allí y que el arca fuera su sepulcro, así que dio media vuelta y debido al gran peso que soportaba el animal dejó marcadas en la piedra las huellas de sus pezuñas. Podéis admirar el prodigio en la subida a la ermita. Hay también una inscripción en latín Dice así: DEI SE OVEUN VR JULIUS RE BURRUS VSLM es romana y no tiene nada que ver con algunos políticos (por lo de RE Burrus) Más o menos se traduciría como: A los Dioses de Oveunu Julius Reburrus hace esta ofrenda con gusto por mérito (VSLM Votum Solvit Libens Merito). No sabemos como puede coordinarse esta ofrenda romana con la historia que acabamos de contar, pues nos surge la pregunta del millón ¿Qué esconderá el montón de tierra del túmulo?

Dejamos aquí nuestro relato seguros de que su historia viene de muy lejos, pues  ya se citaba en el Documento del año 902 que recoge la peregrinación de Leodegundia y su esposo García rey de Pamplona, que nos sirve de Guía para establecer la ruta de este Viejo Camino de Santiago y que dice: 
“Después de saludar a la gente de Vegacervera y Coladilla llegamos a la Vid, donde unos ermitaños contaron lo del cuélebre . De seguido Buiza, Beberino y una Pola pasado un puente donde descansamos en el castillo que mandara hacer y mantener el recordado don Ramiro que tantas iglesias hermosas hiciera en Asturias y León” 
Como peregrinos expertos en historias de dragones y precavidos, nos encomendamos a nuestro señor Santiago para que nos librara de enfrentarnos a ellos y muy despacito retomamos nuestro Camino.

Blog de Excursiones de Rafa y Rosi
Blog de Asociación Camino Santiago de León“Pulchra Leonina”


Foto 1: Rafael Cid: Cruz de la ermita de S. Lorenzo
Foto 2 : Rafael Cid: Cuélebre, fachada de Botines, León
Foto 3: Rafael Cid: La Vid, iglesia y río
Foto 4: Rafael Cid: río Bernesga en La Vid

No hay comentarios: