LIMPIEZA DEL CAMINO DE SANTIAGO EN LEON
El día 16 de octubre los miembros de la Asociación Amigos del Camino de Santiago "Pulchra Leonina" de León. participamos en la limpieza de varios tramos del Camino de Santiago, a su paso por la provincia leonesa. Podéis ver las fotos aquí
El día 16 de octubre los miembros de la Asociación Amigos del Camino de Santiago "Pulchra Leonina" de León. participamos en la limpieza de varios tramos del Camino de Santiago, a su paso por la provincia leonesa. Podéis ver las fotos aquí
En el tramo de S. Martín del Camino a Hospital de Órbigo tuvimos menos trabajo que en el tramo anterior, pues los 14 compañeros que antes nos habíamos separado por dos carriles, de derecha e izquierda de la carretera, íbamos ahora juntos por la única vía, que está a la derecha de la carretera, según se va a Hospital.
A pesar del descanso y café de S. Martín del Camino, ya estábamos algo cansados, quizá porque el sol era fuerte, ¡ya se sabe que los peregrinos deben madrugar, por su propio beneficio!
Mientras que nos agachábamos a recoger botellas, latas, cajetillas de tabaco, pañuelos de papel y muchas otras inmundicias, empezamos a cantar el tema de Las espigadoras de la zarzuela La Rosa del Azafrán:
Ay, ay, ay, ay, qué trabajos nos manda el Señor, levantarse y volverse a agachar, todo el día a los aires y al sol...
Y las bolsas crecían de tamaño y las trasegábamos en los fardos grandes que portaban Rafa, Luis y Miguel, hasta que por fin, encontramos los contenedores del pueblo Puente de Órbigo.
Allí estaba la iglesia, pegadita al puente del Órbigo, ante el cual nos acicalamos para pasarlo con toda grandeza.
Divisamos a un pescador afanándose en pescar unas truchas en las tranquilas aguas del río. No es para menos, pues hay que recordar a los caminantes que por aquí transitan, que las exquisitas “sopas de truchas” constituyen el plato típico del lugar.
Luego posamos para la foto, situándonos de manera que se vieran los ojos del puente e incluso el palenque, donde se jugaron las Justas Medievales, que cada año rememoran las del caballero D. Suero de Quiñones.
Los peregrinos comenzamos a cruzar el largo puente, hasta que llama la atención una columna de piedra, situada a la mitad del mismo. Es el homenaje a Suero de Quiñones y a los caballeros medievales, que junto a él se batieron aquí, en las “Justas del Paso Honroso”.
Sin casi darnos cuenta, estamos pasando junto a muchos recuerdos históricos.
Uno de los primeros hechos históricos, lo contarán los vecinos de Hospital de Órbigo, diciendo que aquí tuvo lugar la celebre batalla de Urbico, en la que se cruzaron las espadas de los guerreros del rey suevo Reciario y los godos de Teodorico II.
Pero si con los que paráis a charlar son gente de la vecina localidad de la Bañeza, os asegurarán que la batalla fue junto al Puente Paulón.
Fuera en uno u otro lado, este puente que ahora transitamos, vería pasar una lenta columna de soldados prisioneros y heridos.
Por este puente pasaría también, Santo Toribio para peregrinar a los Santos Lugares y volvería después, para hacerse cargo de la mitra de Astorga.
Más tarde, con la llegada del primer milenio, toda Europa se movilizaría, al saber que en Compostela, el obispo Teodomiro ha descubierto los restos del apóstol Santiago.
Acuden reyes, caballeros, frailes obispos y curiosos en busca de los milagros del santo. Nosotros también, como peregrinos, nos reunimos aquí al final de esta jornada de limpieza.
En cuando a nuestro héroe leonés, Suero de Quiñones, se le ocurre realizar en este puente, su famoso lance caballeresco:
En 1434 nuestro caballero reconoce ante la Corte del Rey Juan II, en Medina del Campo, que "encontrándose prisionero de amores, por una muy fermosa señora, había hecho voto de ayuno todos los jueves y colgar una argolla al cuello en señal de esclavitud…"
Parece ser que la dama no se había ablandado y ahora deseando librarse de su promesa, pedía permiso al rey para poner sus tiendas, la suya y la de sus mantenedores, junto al Puente de Órbigo y romper 300 lanzas con los caballeros que por allí pasaran o las damas entregar su guante.
El desafío de Suero fue ampliamente divulgado y al lugar donde nos encontramos, acudió gente de toda Europa, sedienta de gloria.
Se inicia el torneo el 11 de julio de 1434, el 12, 13, 14 y así, hasta el 9 de agosto, el escribano Pero Rodríguez de Lena da fe de cuanto en el Paso ha acaecido.
Se habían roto 166 lanzas en los combates, cuando Suero había conseguido que le quitasen la pesada argolla que se ceñía al cuello.
Dicen que tomando el camino de Santa Maria de Carrizo se dirigió a León, para reponerse.
Y lo mismo hicimos nosotros, que nos fuimos camino de Santa Marina del Rey, para celebrar una comida de hermandad, con discursos al final y visita a la hermosa iglesia del pueblo, incluida.
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