Era la primera vez que Antonio Acha hablaba de estos temas, fuera de su balneario de Almeida, en Sayago, provincia de Zamora. Ved su blog y facebook aquí.
Èl dijo una frase muy significativa que, rápidamente apunté:
"El que escucha es el que hace hablar"
y los Amigos de la Asociación "Pulchra leonina", del Camino de Santiago de León estábamos atentos escuchándole, a ver qué nos quería contar.
Ved nuestros recuerdos fotográficos aquí. Están realizados sobre sus fotos proyectadas, de manera que no son fotos reales.
Desde luego, algo relacionado con El Camino de Santiago, pues era el broche final de tres días, dedicados a las Jornadas Anuales, que organiza la Asociación y, efectivamente, como nos presagió Beatriz, la presidenta, en la presentación del conferenciante, no quedaríamos defraudados.
Nos introdujo hablando de su experiencia personal, cuando era biólogo marino, haciendo mapas de hidrología, cuya experiencia luego veríamos reflejada en su destreza en mirar cartografías. Pero él nada dijo de eso, sino que habló de un accidente que le alejó de Lanzarote y le llevó a recuperar un balneario en Almeida.
Viviendo allí, bebiendo sus aguas salutíferas cambió su visión del mundo. Empezó a conversar con la naturaleza que le rodeaba y a descubrir hermosos hallazgos que hoy compartía con nosotros:
1.- El Balneario está ubicado en un valle verde, limitado por las tierras de cereal, con forma humana si se observa desde el aire. En un principio creyó que se parecía al Adan Cadmon, pues sus piernas y brazos están separados. Luego alguien le hizo reflexionar sobre el pecho redondeado del lado izquierdo (derecho si vemos la imagen especular) Se trataba de un andrógino.
2.-Dos fuentes manan en el valle una en la cabeza, otra en el corazón. Dos ríos bañan la comarca: el Duero, río de Oro y el Tormes.
3.- Las aguas sulfuradas proceden de una rotura de estratos diferentes. Por Villamor las areniscas son de grano fino y de formas angulosas. Al otro lado de la falla, las piedras de granito son redondeadas. En algunas se han encontrado cazoletas, vestigios de santuarios rupestres de hace más de 2000 años.
Él documentaba su exposición con fotografías y nos mostró el mapa con el alfa(redondeado) y el omega(poligonal), identificativo de la situación de ambas rocas.
4.- Alejando la observación del valle en una escala mayor, aparecía un mapa de todo el territorio de Almeida. Tenía la forma de un corazón.
Aquí nos habló de D. Quijote, en cuya novela, en el capítulo XXVIII, de Las Bodas de Camacho, se narra el triunfo del Amor, sobre los matrimonios de conveniencia. Cervantes fue el primero en atreverse a apostar por el Amor, en contra de esa corriente generalizada.
Pues bien, hay una tendencia literaria que ubica el escenario del Quijote en el antiguo reino de León. Aquí os presentamos nuestro estudio sobre el Quijote en Sanabria.
De manera que ubican este episodio en Almeida y allí se representó el episodio, en el marco de unas Jornadas Internacionales, en 2004 y Antonio representó a D. Quijote defendiendo el Amor en el Corazón de Sayago...
5.- Después este dato sorprendente, le llevó a comprobar que, ese corazón forma tenía también función de corazón, pues bombeaba el agua desde la Ermita de Gracia, ubicada en un cerro, que convoca a los fieles desde el s. XIV en la fiesta de la Virgen de Gracia. El agua es la gracia, atributo del corazón...
El corazón es el símbolo del Amor.
6.-Jugando con la palabra, Antonio nos dice que el prefijo A, quiere decir, sin y el sufijo mor, quiere decir muerte. Lo cual interpreta como que el A-mor es sinónimo de no muerte, de vida.
Y buscando significado a la Comarca de Sayago, encuentra que el vocablo procede de Sant Yago. El santo de los muchos nombres: Jaime, Jacobo, Diego...
Aumentando la escala de observación del mapa e incluyendo la Comarca vecina de Trasosmontes, tan vinculada a la tierra de Sayago, un nuevo dibujo se presentaba a nuestros ojos: la cabeza de un caballo, quizá un unicornio, mirando a Galicia, mirando a una ruta de luz en el cielo...
Encontró en la catedral de Miranda de Duero, una de las capitales de Sayago, aunque esté en territorio portugués, un niño Jesús, montado a caballo(simbiosis de querencias= Jesús y Santiago) con su sombrerito y una bola del mundo en la mano.
7.- Luego la reflexión a la que llegó Antonio fue sobre la palabra: Z-amor-a. Estaba formada por Amor de la "a" a la "z", del alfa al omega, símbolo de unidad de sus tierras y de sus hombres.
8.- En el pueblo de Fresnadillo de Sayago encontró una imagen de Santiago, con el sable en alto y a los pies del caballo la cabeza del moro. Aún Antonio encontró un simbolismo para esto. Volvió a sus mapas, esta vez amplió la escala a 1: 1 millón y nos mostró la conocida imagen de Iberia: España y Portugal.
Nos ayudó a encontrar a un andrógino bifronte:
En el oeste la costa perfilaba la cara de un varón con la nariz recta y la barbilla pronunciada. En el este la costa reproducía el perfil femenino de una nariz puntiaguda y los labios en Alicante. Estaban unidos por la garganta: Es la cabeza del moro cortada.
Iberia es la cabeza del moro, la cabeza de África. Cuando la Tierra gira, la cara femenina va delante, mirando hacia abajo, al Mediterráneo, a Europa(también es España la cabeza de Europa) y la cara masculina alzará la vista arrogante hacia finisterre, hacia las estrellas.
9.- De nuevo Antonio nos mostró la foto del niño Jesús de Miranda de Duero, para que observáramos esta vez, que la esfera que tiene en sus manos es de agua.
Quiso remarcar la fuerza del agua en todos estos simbolismos.
El planeta tierra es el planeta del agua. El agua ha contorneado nuestra realidad y nos ha dado mensajes para que creamos en el camino hacia el Amor.
Dentro del mapa de España, nos señaló Antonio la fuente de Almeida y su valle verde. Se sitúan en la sien del varón y ¡alguien dijo que sien quiere decir fonte!
Al acabar la charla la se le hizo entrega de un regalo: un muñeco para su hija recién nacida. Cómo dijo Beatriz, procediendo de la Asociación del Camino de Santiago de León, no podía ser otra cosa, que un león de peluche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario