22ª Historias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
Rosa Fadón y Rafael Cid
Llegamos a la cabecera del Vallegordo...Donde los montes nos atraen.
Y en Posada de Omaña, buscamos una posada para empaparnos de su historia y belleza natural.
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Los peregrinos
del Viejo Camino de Santiago contemplamos Torrecillo a la izquierda de
la carretera. El pueblo se cobija en la ladera de la colina, que lame el río y
aquí está el “Manadero” una de las fuentes más grandes de Omaña. En 1518
perteneció al Concejo de Cilleros cuando la casa condal de Uceda, enlazada con
la de Luna fundó el Mallorazgo de los Cilleros que absorbió algunos de los
pueblos hasta entonces pertenecientes a los Concejos de Omaña.
Dicen que en
este pueblo pernoctó la reina leonesa Dª
Urraca. Nos lo contó una señora mayor en Canales, a la que sus antepasados
también le contaron a ella la historia de cómo
murió en Vallegordo la reina Urraca y lo lúgubre del cortejo fúnebre,
que la llevaba en parihuelas, cuando pasó hacia el panteón de reyes leoneses,
impresionando la memoria de las gentes. A veces te cuentan cosas sorprendentes
trasmitidas por tradición oral, que después al estudiarlo, resulta que es
verdad, por eso yo dejo constancia aquí
de este dato, sin poder confirmar que sea así. Los últimos años del reinado de
Urraca son poco conocidos por la falta de documentos claros, sin embargo
habíamos estudiado que su muerte tuvo lugar 1126 en el castillo de Saldaña, así que empezamos
a indagar en las mujeres que llevaron ese nombre en la realeza y al final dimos
con una que podía encuadrar en este caso.
No es más que
una suposición pero quizá sea esta Urraca, que fue hija ilegítima de Alfonso
VII, conocida como Urraca Alfonsiz, la asturiana, reina consorte de Pamplona
por su matrimonio con el rey García Ramírez. Después de enviudar volvió a su
tierra donde gobernó hasta 1105 y con su esposo el magnate Álvaro Rodríguez de
Castro se sublevó contra el rey leonés Fernando II y protagonizó un intento de
independencia de Asturias. Esto lo sabemos gracias a un documento del
monasterio de Santa María de Otero de las Dueñas, que investigó nuestra
historiadora Concha Casado. Se desconocen el lugar y la fecha de su muerte,
pues algunos la sitúan en 1164, lo cual no corresponde a verdad, ya que su
firma aparece en el monasterio de Sandoval, haciendo una donación. Otros
argumentan que no murió hasta 1189, aunque en los Anales Toledanos la sitúan en 1179. En todo caso
nadie habla del lugar de su muerte y debido a que su zona de actuación
comprende el “Camino Asturiano”, que pasa por el Vallegordo, nos inclinamos a
seguir la tradición, recogida por vía oral de la señora de Canales.
Entre los tesoros que tuviera el pueblo,
se encuentra el valioso Cristo de Torrecillo,
que se encuentra depositado en el museo de la Catedral.
Llegamos
a Posada de Omaña, un pueblo precioso, que se alarga por la carretera. Ha sido
lugar de encuentro de las gentes de la cabecera del Valle, debido a su posición
central. El nombre que tiene incita a detenerse y pasar aquí un día de descanso
o más. Sería bien aprovechado para recorrer los
montes y estábamos bien surtidos de lectura, pues para no perder detalle pujamos
con gusto en nuestra mochila de peregrinos el libro de Julio Álvarez Rubio,
“Omaña, pueblos paisajes y paseos” que nos va desgranando la
historia de los lugares, pero también “El peralvillo de Omaña”, de
David Rubio, un libro de poemas: “Omaña pueblo a pueblo y
leyendas”, "La Omaña, donde los montes suspiran"
de Florentino A. Diez y hasta “Cuerda de presos”.
Aparcamos en
la zona que llaman en “medio la villa” en la plaza del Segoñal, nombre con resonancias de agua (cegoñal) y
puede que acertemos pues no está lejos el pozo. Enfrente está la iglesia, asentada en una plataforma que
llaman “el Sagrao”. Subimos a la espadaña, para contemplar las
campanas y admiramos desde allí el caserío y el valle amplio con las sendas de
montaña.
A continuación
de la iglesia están las escuelas, que tenían varias piedras pintadas de
colores y en una de ellas la iglesia representada con mucho estilo. Más allá
está la casa de Luciano, con el que charlamos de las bellezas del pueblo
y de los visitantes que lo disfrutan, montañeros que aman estas montañas y les
dejan los autobuses para cruzar a Tremor. Un poquito más allá vimos el
restaurado lavadero, con unas hermosas lajas de piedra de pizarra, le surte
la fuente del Cantón al pie del monte. En la carretera se encuentra la casa de
Luciano y Samuel Rubio Calzón, que destacaron en Filosofía y Música, con una
placa en homenaje a estos hijos del pueblo. Seguimos hasta el río a contemplar
el puente y los canales que dirigían el agua a los molinos, uno de ellos recién
restaurado. La Naturaleza estaba hermosa, los frutales, los prados de un verde
intenso, las flores y las retamas cuajadas de color. El río saltaba a
borbotones y aún se veía bastante nieve en las cumbres azuladas de los montes. El caserío es un ejemplo de arquitectura
tradicional con sus bonitas casas de piedra y
corredores volados, con balaustres tallados o protegidos por tablas de
madera.
De Posada de Omaña es natural David Rubio de la Calzada, famoso hispanista,
quien inmortalizó el lugar, en una novela escrita en 1921 “Peralvillo de
Omaña”
De Posada de Omaña es natural David Rubio de la Calzada, famoso
hispanista, quien inmortalizó el lugar en una novela escrita en 1921
“Peralvillo de Omaña” bajo el seudónimo de Rubyn de la Calzada. El personaje del Peralvillo se ha etiquetado como de
pícaro, aunque no pertenece al bajo rango social del Lazarillo, posee una buena cultura, es mujeriego, pero no
libertino y termina haciéndose fraile. Se dice que en el capítulo catorce, la
discusión que mantiene con su catedrático, un fiósofo asturiano, es de lo
más divertido del libro. En él se refiere El Viejo Camino de Santiago que
nosotros estamos haciendo, al relatar la huida del pícaro desde las Omañas a
Bembibre (Ed. Edilesa, León 2006).
La ermita de la Virgen de la Casa o de Peñafurada congrega la devoción de los pueblos del Vallegordo e incluso de Tremor, que está ya en la vertiente del Bierzo
Si queremos
disfrutar de la naturaleza exhuberante de este entorno, conocer la historia y
las bellezas de este lugar, hay que subir al monte. Se puede fotografiar un
cartel que hay en el pueblo que indica la ruta y los pormenores e ir
consultándolo según se realiza el ascenso. Así alcanzaremos la ermita de la
Virgen de la Casa o de Peñafurada, que congrega la devoción de los pueblos del
Vallegordo e incluso de Tremor, que está ya en la otra cara del monte y
pertenece al Bierzo. El camino nos llevará hasta “Peñafurada” desde
donde podremos ver como el canal romano cambia de vertiente para el Bierzo.
Nos cruzaremos con la Presa Antigua que va desde Arcos del Agua y peña Cefera
hasta las antiguas minas romanas de Poza de la Cava. Serpentea por la alomada
orografía recogiendo el agua de los numerosos arroyos que la surcan,
manteniendo una pequeña inclinación para permitir fluir el agua a su propio
peso. Fue trazada por encima de los 1650m. de altitud lo cual permite
apropiarse de los neveros y del deshielo de las altas cumbres. Aún después de
dos mil años desde su trazado, puede adivinarse como un camino de verdor o como
una cicatriz horizontal. La presa tiene una cavidad de unos 60 cm. está excavada en la
roca y asentada sobre gradas picadas en la roca viva, para mantener su
estabilidad. Tiene un reborde para que se pudiera bordear y efectuar las
labores de limpiado. Es una obra de ingeniería admirable.
Pasaremos
junto a la fuente de “Fonflorin”
donde podemos detenernos para comer la merienda, como hacen los lugareños el
día de la romería y después alcanzaremos colladas desde las que el
paisaje es sobrecogedor. Al fin encontraremos la ermita junto al promontorio de
Peñafurada, donde apareció la Virgen que se venera en este lugar. Aquí
ganaremos 100 días de indulgencia si rezamos con devoción una salve, como está
estipulado desde 1746. Hoy es un apartado lugar, pero debéis saber, mis
esforzados caminantes, que esto fue un Hospital
de Peregrinos durante la Edad Media y que guardando un gesto de
hospitalidad, en el día de la fiesta se daba un pan de centeno y un vaso de
vino a los que hasta aquí se acercaban. El quince de agosto acuden
en romería las gentes del Valle acompañando a la Virgen con los pendones de
Posada, Torrecillo y Vegapujín hasta el lugar donde se apareció la Virgen y al
día siguiente, fiesta de S. Roque es el día de las bollas, pan bendecido que se
distribuye a la puerta de la iglesia a los cofrades y a todos los asistentes.
Al regresar de tan cansado trotar por
esos montes ¡qué bien se siente uno en esta Posada de Omaña...!
Blog de Excursiones de Rafa y Rosi
Blog de Asociación Camino Santiago de León“Pulchra Leonina”
Foto 1: Rafael Cid: Posada de Omaña, campana.
Foto 3: Rafael Cid: Arquitectura tradicional
Foto 4: Rafael Cid: Montes del Vallegordo.
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