11 agosto 2015

27ª Historias...Quintana, Cabanillas... en el Viejo Camino de Santiago


27ª Historias y leyendas del Viejo Camino de Santiago en la provincia de León


Rosa Fadón y Rafael Cid

De Quintana a Losada por donde Leodegundia andaba

 

Leodegundia encontró una Calzada Romana que la llevó de Quintana de Fuseros a Losada




Ya íbamos saliendo de Quintana Fuseros y junto a la carretera vimos tres indicadores con tres posibilidades para continuar el Viejo Camino. A la vista de tal pluralidad, alguna de las rutas, quizá la que anduvo Leodegundia con el cortejo real, en su peregrinación a Santiago en el año 902 se quedará en el olvido. ¿sería eso justo? Pues dice el Documento:
“ Y fuimos a Taurón(Quintana Fuseros) y cerca en su monasterio descansamos...Al ver una Calzada Romana, que dijeron venía desde Astorga fuimos hasta Losada” (Vexu Kamin, Julián González)
Los más rápidos peregrinos hacía tiempo que habían cogido el camino de la izquierda a Labaniego, pero nosotros traíamos estudiada la ruta que correspondía con la antigua vía romana, que ya abandonada yacía a la orilla del arroyo Refuellos, bordeando los pueblos de Cabanillas de S. Justo y S. Justo de Cabanillas.

Ante nuestra vista se desplegaba un amplio valle donde nuestro acompañante y amigo nos contó que estuvo asentada la Cohorte I de la Legión V Alaude.

Ante nuestra vista se desplegaba un amplio valle donde nuestro acompañante y amigo Ovidio nos contó que estuvo asentada la Cohorte I de la Legión V Alaude concretamente en el lugar que Leodegundia llama Taurón, antes llamado Toral, pues procede de toral-alis que significa llanura y nada tiene que ver con “el arte de cúchares”.

Pero ¿cómo había llegado a este lugar de la geografía hispana la famosa legión romana? Pues fue fundada por Julio César en el año 52 AC con gente de la Galia transalpina y se llamó Alaude porque sus soldados adornaban sus cascos con plumas de alondra. Participó en la campaña de la Galia contra el caudillo Vercingetorix, ¡Seguro que alguno de estos romanos fue amigo de Obelix y Asterix y, por supuesto de Ideafix! Tras la muerte de César la comandó Marco Antonio y luchó en Oriente, hasta que tras la derrota de Actium se integró en el ejército de Octavio. Él fue quien la trasladó a Hispania y lució por nuestras tierras el emblema de sus guiones, el elefante, concedido por el valor demostrado, al defenderse de una carga de elefantes en la batalla de Tapso, en Túnez.

¡Echadle imaginación y contemplad todo este valle que se despliega ante nosotros lleno de tiendas de campaña, estandartes, legionarios entrando y saliendo de la fortificación!

Estamos en el año 26 AC y Augusto se pone al mando de las operaciones de las Guerras Cántabras, por lo que necesita varias legiones hostigando en varios frentes a nuestros aguerridos montañeses hispanos. Seguimos enfrentándonos a Roma en un pequeño trozo del noroeste de Hispania, impidiendo proclamar la “Pax Romana” y el cómodo establecimiento de sus tareas de extracción minera. Hay pues una razón militar, que junto con la económica, la abundancia de oro de la comarca, originan la ubicación de la Cohorte I en este lugar.

Junto a los campamentos militares se va formando una auténtica ciudad, con la impedimenta que necesita la tropa, comida y diversión. Estas son las “cabañas”, palabra que procede del latín “cabanae”, casas donde viven las novias e hijos de los soldados romanos, pues como no les estaba permitido casarse hasta licenciarse a los treinta años, mantenían calladamente su familia, hasta el momento de hacerla oficial.

Ese sería el origen de Cabanillas, emplazado en el extremo oeste del campamento, un poblado donde los veteranos permanecían después de ser licenciados, ya que podían ser llamados si era necesario como tropas de reserva y mientras, ejercían de técnicos, escribanos, reparadores del material militar y otros oficios. En el museo de los Caminos de Astorga podemos admirar un ara que los veteranos de Interamniun Flavium dedicaron a Marte el dios de la Guerra. Fue encontrada en “Misión rescate” ese entrañable programa de TVE, en el que los escolares de nuestros pueblos buscaban vestigios arqueológicos en los lugares en que habían oído a sus abuelos contar alguna historia.

Salimos de la Vía por “el camino de la iglesia” para acceder al pueblo de Cabanillas de San Justo. En el atrio de la iglesia nos aguarda una sorpresa: Allí permanece la “consulatio”, la columna donde se aplicaba justicia, se ejercían las consultas y se arengaba a la tropa. En ella se observa el “fascis”, símbolo del poder y la magistratura, formado por un hacha entre ramas de sarmiento. Sigue siendo un símbolo hasta nuestros días, pues lo conserva el cuerpo de la Guardia Civil. También la palabra ha derivado en un término de uso, fascio, fascismo, etc.

La columna presenta en la parte posterior, las letras RV (romana V) IC (I cohorte). Sobre la piedra se realizaban las ejecuciones por lo que no es extraño que al lugar donde nos dijeron que fue encontrada se le denomine “la carnera” de “carnificer eris”, que quiere decir ejecución.

Augusto organizó una serie de correos, que llevaban el oro y traían de Roma el lujo de su civilización, informaban de los movimientos del enemigo para acomodar el ejército. Sus fatigadas monturas se reponían de trecho en trecho en unas mansiones, que por pertenecer a la legión Quinta se llamarían Quintanas (Quintana Fuseros, Quintana de Fons, Quintana y Marco, Quintana Raneros...) Las vías militares fueron mejorando estas paradas de posta, para usos civiles. Con la concentración parcelaria hay que remarcar los antiguos caminos, porque la gente mayor conserva el recuerdo de la Carretera de Castilla o el Camino Real, que así se llamó desde la Edad Media a la Vía Romana.

Seguimos nuestro peregrinar. Ya se veía San Justo de Cabanillas, que parece una continuación del pueblo anterior, pues tiene su mismo nombre sólo que dicho al revés. De nuevo nos encontramos en el atrio de la iglesia un magnífico miliario, que cita Gómez Moreno. Se traduciría así:
«Siendo emperador Tito Vespasiano, César, hijo del divino Vespasiano... fue hecha la Vía Nueva desde Astorga á Braga—, bajo Cayo Calpetano Rancio Ouirinal Valerio Festo, legado augustal y propretor.—Milla XXIII.»

La milla 23ª ha dado lugar a discusiones entre los investigadores, que dudan sea este su emplazamiento original o que se llevó hasta el pórtico tras reedificar la Iglesia en el Siglo XVI. La confusión se ha originado porque en el año 79 se mejoró la Vía Militar cambiando su nombre por el de Vía Nova y al subir al poder la dinastía Flavia, se cambió el valor de la milla. La señalización de los miliarios pasó de los 1666m. a los 1481m. en la dinastía Flavia. Algo así como cuando nosotros hicimos el cambio de la peseta al euro. ¡Menudo lío para resituar ahora los miliarios!

San Justo, el eremita del Villar, era hijo nada menos que del rey de Persia, que al cristianizarse cambió su nombre en honor del mártir San Justo.

Dejemos a los eruditos y arqueólogos especulando mientras estos humildes peregrinos os cuentan una bonita leyenda, la de un San Justo autóctono de estos lugares, que viene a cuento del nombre de estos dos pueblos. La asociación cultural Xeitu ha publicado “Vida y milagros de San Justo del Villar...” una joyita bibliográfica del siglo XVI, de propiedad particular, cedida por una familia de la comarca de Luna. Isidro García Moya, párroco de Salce y autor del manuscrito ensalza al eremita que realizó milagros en vida y después de muerto.

Predijo el día de su muerte y llegada su hora las campanas de la iglesia tocaron solas para que sus convecinos acudieran al sepelio, entonces hallaron en su mano un pergamino que aseguraba que era hijo, nada menos que del rey de Persia, que al cristianizarse cambió su nombre en honor de Justo, el que con su hermano Pastor fueron martirizados en Alcalá de Henares. Cansado de la vida disipada de la corte se retiró como eremita en lo alto de la braña del Villar de Santiago, donde llevó una vida de santidad, instruyendo en la doctrina y ayudando a todos. El manuscrito tiene un interés añadido, pues muestra las palabras que se decían en aquella época, la indumentaria de la gente, sus costumbres y modo de vida.

Caminamos charlando de esta curiosa historia recuperada y pensábamos... ¿cuántas más descansarán en los viejos baúles de nuestros pueblos?


Blog de Excursiones de Rafa y Rosi
Blog de Asociación Camino Santiago de León“Pulchra Leonina”
Blog fuseros.org

Foto 1: Rafael Cid: Los tres carteles en Quintana Fuseros
Foto 2 : Rafael Cid: Piedra de la Consulatio en Cabanillas
Foto 3: Rafael Cid: 23º miliario en S. Justo de Cabanillas.

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