Hemos visitado Lerma con los compañeros de UCECA. Allí paramos a comer y hacer la visita a esta Villa Ducal, declarada Conjunto Artístico, que se encuentra a unos 38 km de Burgos capital.
Lerma fue una villa amurallada, emplazada en un alto, en una privilegiada posición defensiva. En el s.XVII el Duque de Lerma la convirtió en una villa de recreo. Decidió embellecer la ciudad bajo la siempre protección del monarca Felipe III.
Las murallas desaparecieron del trazado de la villa y las zonas de recreo se extendieron hacia los bosques del valle, próximos al río Arlanza, donde abundaba la caza. La Plaza Mayor, con sus numerosos espectáculos, las iglesias y las ermitas, marcaban el recorrido que los nobles y la corte realizaban en sus estancias aquí.
Estuvimos en la Colegiata de S. Pedro, en las proximidades de la antigua muralla, de la que se conserva un arco entre torres, que se ha usado como cárcel. Estaba el cielo lleno de nubes y al contraluz los árboles parecían fantasmagóricos.
La fachada de la Colegiata de estilo herreriano, se levanta imponente y mantiene la puerta original del siglo XVII de madera y hierro. Lo más sorprendente fue la estatua orante del tío del duque de Lerma, hecha en bronce y visitar la Sacristía, con sus valiosas piezas, así como admirar los dos órganos del siglo XVII, fabricados por el Organero Mayor de Felipe III.
Admiramos los pasadizos, que el duque de Lerma edificó para recorrer toda la ciudad, sin necesidad de pisar la calle. Van del Palacio a la colegiata y a los monasterios y constituyen una edificación curiosa de ver.
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