En Pontenova, a la salida de Samos, hay un restaurante que está decorado con platos de todas partes del mundo.
Tiene dos comedores con las paredes cubiertas con platos típicos de los lugares más conocidos y recónditos del planeta y algunas fotos de famosos recomendando su buena cocina.
Ahí leyó Rafa a Xavier Cugat, que entusiasmado con el churrasco, hasta hizo un dibujo con su firma.
Por supuesto, Rafa pidió churrasco y yo anguilas que, minutos antes, nadaban en el pilón del patio de verano.
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