El otro día estuvimos en el homenaje a Margarita Moráis, que ha sido nombrada hija adoptiva de la ciudad de León.
Se trataba de un nombramiento, en el que la música era el principal vehículo del homenaje, porque Margarita, es esta monja carmelita, que lleva años ejerciendo la docencia en el Colegio de nuestra ciudad, enseñando a los jóvenes leoneses, muchas cosas y entre ellas música.
Así que el Auditorio estaba repleto. Como dijo el alcalde, toda la ciudadanía quiso acompañar a esta mujer, que con entusiasmo ha conseguido crear una escuela pianística primero y luego una Asociación Eutherpe, que ha llegado a convertirse en Fundación, ahora galardonada por el Parlamento Europeo. Gracias a esta labor, León se ha constituido en un hito cultural del que han salido alumnos, convertidos en profesores o actuando, por todo el mundo, al que han acudido profesores insignes y los propios alumnos regresan a dar conciertos desde cualquier rincón del mapa.
Comentaba ella, en la radio, que primero buscaba cómo ayudar a los jóvenes músicos, que necesitaban un lugar en el que actuar y desenvolverse, pero que pronto comprobó que se derivaba un beneficio para toda la ciudadanía, que acudía a los conciertos y abría expectativas por doquier.
Podéis leer las reseñas de la prensa, pues es vano intento que yo pueda hacer un retrato mejor:
Esta mujer, de aspecto frágil y de gran fortaleza, estaba en el hall del auditorio cuando entramos y al acercarnos a felicitarla, nos escuchó con atención, siempre con la sonrisa en los labios. Después fuimos al anfiteatro, para dar la oportunidad de que la saludaran tantos amigos que iban llegando.
El popular locutor, Mures nos presentó las actuaciones del Concierto.
Primeramente actuó una niña, que nos dejó sorprendidos con su arte y su dulzura: Laura Mota, de Asturias, al piano.
Luego actuó Alessandro Taverna, de Venecia, Italia, también al piano.
Alessandro nos vapuleó con su ritmo y empezamos a desprendernos del bagaje de ambigüedad que podía quedar en nuestros sentimientos, para romper los esquemas establecidos y vibrar con lo que estuviera por venir.
En esto empezaron las personalidades más significativas a glosar sobre la homenajeada.
Fuimos de sorpresa en admiración, cuando su pariente Rafael de Mendizábal hizo una emotiva semblanza de su trayectoria vital, verdaderamente encomiable.
También Blanca Cachero, en nombre de la Fundación Eutherpe dio datos de la labor realizada, alumnos, profesores, repercusión artística en el panorama español e internacional, expresando elogiosas palabras de agradecimiento.
El alcalde de León, D. Emilio Gutiérrez, le hizo entrega del nombramiento y le dedicó unas hermosas palabras.
Mientras, un joven le obsequió con un ramo de flores.
Y luego habló Margarita. Me alegró tanto de que hablara de León y los leoneses sin tener en mientes la crisis, resentimientos, problemas, sino fijándose sólo en las bondades:
«Sus gentes son silenciosas, reservadas, austeras. Observan, disciernen, aman su privilegiada historia y abrazan la vida que hay en ella con respeto casi infinito. Su amistad está bañada en lealtad con apariencias sobrias y agradecidas».
¡Qué lección dirigir la mirada siempre hacia la consecución de los fines, con esperanza y alegría!
«Nos espera un gran futuro que crear, una cosecha que sembrar, unos valores que enseñar, una fe que transmitir, nuevos proyectos que realizar».
Saber que la tarea de la educación, que a todos nos compete, es un don, una gozada, que el arte y la bondad:
«conducen el mundo hacia un mejor lugar en donde la paz, la justicia y el amor se encuentran siempre».
¡Así es el legado de Margarita!
La segunda parte del concierto fue un ramillete de delicias, que tratamos de resumir, citando a las personas que participaron.
Sopranos solistas:
Marta Arce,
Judit Martínez,
Emma Gómez
Beatriz García y Marta Álvarez (León)
Raquel Sutil, piano (León);
Belén Coronado, Guitarra (León);
Georgina Sánchez, violoncello (Valladolid);
David de la Varga, violín (León); Toni Escoriza, piano (León);
Coro Angel Barja: Dirige: Aitor Olivares (León);
Coro CantArte, Dirige: Guillermo Ares (León)
No sé qué deciros de las composiciones elegidas, algunas plenas de intención, de la belleza de las voces o de la puesta en escena, la escenografía que prepararon, actuando a veces entre el público, la sorpresa y la modernidad de algunos detalles. Todo estaba medido y estudiado, para conseguir una fiesta fenomenal en un día tan especial, pues ni familiares, ni profesores de la propia Margarita, ni alumnos, ni amigos, quisimos dejar de agradarla y hacer este día inolvidable.
Texto y fotos de Rosa Fadón y Rafael Cid
No hay comentarios:
Publicar un comentario