Cobrana es un pueblo del Bierzo, al que nosotros estamos unidos por amistad desde que peregrinamos por el Viejo Camino de Santiago y siempre que podemos volvemos allí.
Alicia y JuanMa nos enseñaron las bellezas de su pueblo y disfrutamos de su hospitalidad este año en primavera, cuando íbamos de paso a Cabañas Raras para dinamizar, en una reunión de alcaldes, la creación de una Asociación, que trabajara por el desarrollo del Viejo Camino jacobeo olvidado, que pasa por aquí.
Nos acogieron y nos mostraron cada rincón de su pueblo, describiéndolo con gran cariño. Otros compromisos han retrasado hasta hoy la narración de aquellos momentos y la presentación de estas fotos, pero aquí está el relato dedicado a ellos.
Ved las fotos de ese día de primavera
Desde el balcón de la torre de su casa se ve un amplio y hermoso paisaje. El cielo cargado de nubes, que visten de luces doradas y tonos grises, el cielo azul.
Se ve el valle y los lejanos horizontes, con sus montes, en estos momentos con las crestas nevadas en el Morredero, Cabeza de Yegua y la emblemática La Guiana.
Paseamos todo el poblado admirando sus elementos y características. La casa de su primo José Manuel, que aunque vive en Ponferrada sigue disfrutando del pueblo a menudo, ganó el primer premio de restauración de La Fundación de "Prada a tope", pues luce un corredor tradicional, recubierto de madera. También su chimenea de lajas de pizarra es una ejemplo de la arquitectura típica de estos pueblos bercianos.
La fuente y pilón, la han adornado y protegido con una artística verja de forja. Es uno de los monumentos más emblemáticos y orgullo de la vecindad, que cuida el pequeño jardín de plantas que la rodean. No hubo tiempo para admirar el lavadero, que está en una pradera a las afueras del pueblo y que también ha sido restaurado.
Caminamos la calle saludando a los vecinos con intención de ver las antiguas escuelas. Alicia se entristeció porque una inundación había deteriorado el trabajo de restauración que habían hecho los vecinos para adecentar el edificio, que utilizan en encuentros y talleres.
Paramos en el Centro Cívico, cuyo Bar es el único punto de tertulia de la ciudadanía y de acogida para los peregrinos. Su prima Gelines enseguida se interesó por preparar alguna información para los que fueran llegando. El Centro se llama de La Fuente, nombre que le dio el hijo de sus primos, que fue quien lo puso en marcha, antes de perecer en un accidente de tráfico. En su recuerdo nos dijeron que han limpiado y acondicionado la Fuente de los peregrinos, próxima al Viejo Camino de Santiago, que hay que seguir hacia la Virgen de Congosto.
Teníamos que visitar el potro de errar que también ha sido restaurado recientemente.
y enfrente nos fotografiamos con esta casa vieja, que está destinada a restaurarse y convertirse en el orgullo de Alicia... que está entusiasmada por los nuevos vecinos que llegan al pueblo, como unos artesanos joyeros y otros, que arreglan las casas de sus familiares, para disfrutar en temporadas de descanso de tan hermosa naturaleza y clima benigno.
El pozo es otro de los elementos de la aquitectura tradicional que ha visto pasar muchos acontecimientos de la historia de Cobrana, sobre todo en los años de la "francesada" y que ha sido restaurado con mucho esmero.
En la plaza de arriba nos encontramos con vecinos del pueblo, que amablemente posaron para el recuerdo. También quedó inmortalizada la casa del mirador con su galería acristalada.
Así llegamos a la iglesia, enfrente de la cual nos encontramos con el peregrino Ludo, que venía haciendo el Camino de Santiago a la inversa. Es decir de Santiago a su casa. Nos contó que hacía años lo hizo por el Camino Francés, hasta la tumba del Apóstol y que en esta ocasión quería completar el regreso, por este Viejo Camino Olvidado.
Ludo nos pareció un peregrino solitario, aunque sobresalía su buen estado físico, la programación de las etapas y su prudencia. Había llamado a Rosi la de Fasgar, para preguntar si había nieve, algo que se veía desde Cobrana en los montes que la rodean. También conocía el blog de Excursiones de Rafa y Rosi y los relatos y mapas de nuestras etapas por el Viejo Camino. Sabía mucho de la Vieja ruta jacobea y nos contó que en ella estaba el punto más elevado de todas las rutas jacobeas, concretamente en el alto de Ocidiello, próximo a Fasgar. Aquí tenéis su página de rutas y veréis que es un avezado caminante:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=82805
Aquí, con la emoción del momento nos dejaron muy movidos.
La iglesia del pueblo merece una visita a parte y eso haremos, cualquier día nos presentaremos de nuevo aquí, para hacer el reportaje.
En esta casa también puede observarse la chimenea con pizarra, pero es una pena que no esté restaurada, pues es un edificio singular, fue la casa de los abuelos de Alicia y donde ella nació.
En ella se ubicó el Beaterio, una institución que amparaba a huérfanas y jovencitas. Este sí que es un edificio que merece una restauración por parte de las Instituciones. La estructura de un edificio destinado a estos fines, ofrecía en su interior, elementos diferenciadores de las demás viviendas del pueblo.
No debía perderse este edificio, sino conservarse como muestra quizá única, de usos de tiempos pasados. El portalón de entrada daba paso a un patio desde donde se accedía, a derecha y a izquierda a dos alas del edificio, con corredores en el primer piso. Allí se ubicaban los dormitorios de las pupilas.
Hay elementos arquitectónicos, lujosos o señoriales como esta entrada de piedra, que por falta de su uso original, han sido transformados, para satisfacer necesidades primarias.
Algo muy curioso, que aún se conserva en muchos pueblos de la montaña de León, es esta cocina. Tiene un espacio elevado para disfrutar del calor que proporciona la "cocina económica", que reemplazaría al primitivo chapón, que solía ubicarse en el centro del recinto. Así queda el hogar en una posición central y permite a los usuarios subir a la plataforma que la rodea, para disfrutar de un calor envolvente.
La amplia estancia se completa con la escalera laterales para acceder a ese espacio y cuenta con el confort que aportan los balaustres. ¡Toda una joya! Yo he visto fotos de cocinas de este estilo, restauradas, muy bonitas y aún en uso en nuestros pueblos. ¡Qué sabios eran nuestros antepasados!
Por la calle abajo Alicia nos mostró una casa de gran tamaño, que tenía una placa entre los hermosos balcones que adornaban la fachada. La placa era un homenaje que hizo el pueblo, al hombre que fue su pariente.
Mientras caminábamos preguntamos por este señor. Era tío de su madre, hermano de su abuelo, se llamaba Serafín Cuellas. Vivió en Bilbao, trabajaba en la Renfe, en oficinas y era un hombre culto, que cuando se retiró volvió a Cobrana y dinamizaba la vida social del pueblo. Organizaba veladas, música...El pueblo agradecido le honró con esa placa.
Seguramente de ahí le viene el espíritu cultural que también desarrolla Alicia, en todas partes, en La Casa de León en Madrid y aquí, en los talleres culturales que organiza en Cobrana.
Nos dirigimos a la ermita solitaria a la entrada del pueblo, al pie de la Vía romana, aunque está tan deteriorada que Alicia no quería ni que nos acercáramos.
No podía faltar la visita a otras venerables ruinas, las del Palacio, cuya historia contamos en nuestra primera visita a Cobrana.
Entonces ándabamos estudiando este Viejo Camino de Santiago y escribiendo nuestras etapas peregrinas. Podéis verlo aquí:
http://rsas0010.blogspot.com.es/2015/05/viejo-camino-de-santiago-por-la.html
y en el periódico de la Nueva Crónica de León:
29ª Historias y leyendas del Viejo Camino de Santiago en la provincia de León:
http://rsas0010.blogspot.com.es/2015/08/29-historias-losada-la-virgen-de-la-pena.html
Luego con la llave de la bodega, que le alcanzó su primo, fuimos dispuestos a ver la maravilla de ese templo de la uva, recién recuperado. Un lugar muy bien acondicionado, dentro de la tierra madre, lleno de magia.
Allí nos regalaron dos conchas peregrinas, que JuanMa en su taller del piso bajo de su casa, dotado de un auténtico museo de arte y maravillosas herramientas, le hizo unos agujeritos y Alicia que posee mucha destreza de manualidades, le colocó unas cintas de raso y nos las puso al cuello, con el deseo de que el pueblo tomara fuerza peregrina y nosotros la divulgaramos en lo posible.
¡Y así ha sido! Cuando estuvimos en el puente de Congosto, que emergía de las aguas del Embalse de Bárcena, hicimos la ofrenda de las conchas a dos muchachas encantadoras, con la misión de que las utilizaran de talismán para propagar esta Vieja Ruta peregrina desde su residencia.
En Cobrana y en los pueblos colindantes, sus gentes tienen una energía peregrina, de cuyo empuje ya han dado muestras, recorriendo varias etapas y participando en grupos de Amigos que dinamizan el Camino.
Por nuestra parte ya hemos pasado el testigo. Con toda devoción impusimos aquellas conchas a las peregrinas de Congosto, el día que fuimos a cruzar el puente del embalse de Bárcena y estamos seguros que su magia dará mucho de sí.
¡Buen Camino, Peregrinos!
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