30 agosto 2015

29ª Historias VCS: De Losada a la Virgen de la Peña



29ª Historias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
              
 Rosa Fadón y Rafael Cid

 De Losada a la Virgen de la Peña la subida no es pequeña.
Quedamos sobrecogidos ante el paisaje que se divisa desde este llamado “balcón del Bierzo”.




Entramos en  Rodanillo por una plaza que tiene como monumento un carro de labranza, pues en este industrioso pueblo se fabricaron durante muchos años para venderlos por todo el Bierzo. Hasta cuatro talleres trabajaban simultáneamente.

Aunque nos ha acompañado en varios recorridos, dejamos para cuando llegásemos a su pueblo el presentaros a David González, natural de este hermoso lugar, aunque residente por razones de trabajo en Madrid. Conocimos a David la primera vez que viajamos aquí para estudiar esta etapa del Viejo Camino de Santiago y dispuesto a ayudarnos, nos acompañó, nos dio información e incluso diseñó y distribuyó un póster avisando del día en que la Asociación realizaría la etapa ¡Gracias amigo! Juntos buscamos los vestigios de la antigua vía romana por la que discurre el Viejo Camino de Santiago, de la que guardaba memoria, pues en su infancia aún los peregrinos pedían refugiarse en el portalón de su casa.

Juntos visitamos la iglesia de la Rodanillo, para sorprendernos de la riqueza que tuvo, su magnífico  retablo, las imágenes y la cruz procesional considerada una de las mejores de la comarca, los cuadros del pintor cordobés M. Romero que fueron donados en el año 1999. Nos relató las vicisitudes que pasó la iglesia durante la francesada, en la que fueron asesinados los vecinos del pueblo que se antepusieron al saqueo perpetrado por los soldados de Napoleón. Durante la Guerra Civil del 36, intentaron dinamitarla y tratando de evitar las muertes anteriores, fueron las mujeres las que acudieron y consiguieron disuadir a los bárbaros y salvarla. Una imagen de la Virgen de Fátima muestra el orificio de entrada de una bala, que extrañamente quedó enquistada en su interior sin que se encuentre orificio de salida ¿un milagro?

Nos detuvimos en los hermosos rincones de las calles con típicos corredores de madera adornados de flores. Preside un rincón la estatua de San Benito, recordando la antigua ermita, quizá de un monasterio que aún se desconoce, a pesar de las pesquisas de D. Benito González autor del libro “Rodanillo, un pueblo del Bierzo Alto” con el que nuestro amigo David colaboró.

¿Habéis observado que por aquí mucha gente se apellida González? Y fotografiamos dos escudos nobiliarios que lucen ese apellido.

Antes de salir del pueblo visitamos el taller de madera, que trabaja con gran cariño y arte Olegario, que también nos acompañó en la etapa desde Igüeña.

Al averiguar el origen del nombre Rodanillo nos encontramos con una leyenda local, que también relata D. Benito en su libro: dice que cuando quisieron establecer aquí un poblado, tratando de elegir la ubicación, el jefe del grupo sacó el anillo de su dedo y lo puso a rodar diciendo:”¡Rueda anillo, roda anillo, Rodanillo…!” 

 El jefe del grupo sacando el anillo de su dedo, lo puso a rodar diciendo:”¡Rueda anillo, roda anillo, Rodanillo…!”

Cruzamos la carretera y seguimos por polvorienta senda de color como de cobre, quizá este tono le ha dado nombre a la siguiente localidad, Cobrana. En su proximidad se encuentra uno de los alcornocales más famosos de Europa. Al entrar atrae nuestra atención una ruina venerable con la balconada de un antiguo palacio que desafiando las leyes de la gravedad aún se conserva en pie.

Era residencia de D. Francisco Nicolás Flórez Osorio 3º vizconde de Quintanilla y Señor de Losada en el siglo XVIII.

Esta familia tiene una historia de amor y muerte que nos viene ahora a la memoria. Fue un lance protagonizado en León, por el 2º vizconde, D. Francisco Luis Flórez Osorio y Guzmán, que se enfrentó en duelo con Manuel Rubín de Celis, Señor del Valle del Duerna, por el amor de una mujer, María  Ana Ruiz de Tenderos de Vivar y Ramírez que todos estos apellidos tenía la dama. En la pelea, el Vizconde da muerte a Rubín lo que obliga a escapar al homicida a  refugiarse en sagrado, a la Basílica de San Isidoro, cuyo cabildo se opuso a garrotazos a que los justicias y los ciudadanos enfurecidos profanaran el recinto. El populacho entró en desafuero, debido al número y contundencia empleada, pero el cabildo había escondido al vizconde y los justicias no encontraron al matador que finalmente consiguió burlarlos.

Y, a todo esto ¿Qué fue de la bella dama? ¿Al perecer uno de los pretendientes accedería a las pretensiones amorosas del vizconde casándose con él? Pues no, esta mujer, que a buen seguro sería muy guapa para encender tales pasiones, entró de religiosa en el monasterio benedictino de las Madres Carbajalas junto a la leonesa Plaza del Grano, que como sabéis cuenta con un afamado albergue de peregrinos.

¿Qué fue de la bella? Pues, entró de religiosa en el monasterio benedictino de las Madres Carbajalas de León

Desde Cobrana comenzamos el ascenso al santuario de la Virgen de la Peña, patrona del Bierzo Alto, por el mismo camino que ascendían los devotos de Cobrana, que cada año acudían en romería, como todos los pueblos de la comarca, a pedir la intercesión de la Virgen y los peregrinos que pasaban Camino de Compostela sabedores de que al igual que sucede en Villafranca, si por grave enfermedad tenían que abandonar aquí su peregrinación, recibían las mismas indulgencias que si hubiesen llegado a Santiago.

Dice Augusto Quintana en su libro "Temas Bercianos, volumen I", parafraseando a Marcelo Macías:
"que se ganaba allí el mismo jubileo que en Compostela, gracia singularísima esta de la que pocos templos se pueden ufanar" p 76 Precioso testimonio histórico que justifica que nuestro Viejo Camino de Santiago viene por la ruta que venimos haciendo y es importante que el peregrino suba hasta el Santuario y rinda pleitesia a la Virgen de la Peña.
 
Nos queda un buen trecho de subida y el sol aprieta. Por entre los pinos contemplamos la silueta del imponente recinto monacal hoy transformado en hotel, aunque está cerrado al público. ¡Ay, se me antoja que estoy llegando a la abadía de Montecasino en Italia, transformada aquí por obra de los genios del bosque en el monte Turcia! (Itur=fuente, agua, que diría nuestro admirado P. Eutimio  Martino) Como corroborando su significado, con lo primero que nos encontramos al llegar a la cumbre es con una gran cisterna ¿de origen romano? que se conserva junto al monasterio.

Quedamos sobrecogidos ante lo impresionante del paisaje que se divisa desde este llamado “balcón del Bierzo”. Quizá fuera santuario prehistórico de culto a la Magna Mater que se cristianizó luego.

Encontrarnos aquí la recurrente leyenda de la imagen que quiere una ubicación concreta. En este caso la imagen fue encontrada por unos pastores que la entregaron al sacerdote de Congosto y la depositó en la iglesia de la localidad. A la mañana siguiente la imagen había desaparecido sin que nadie pudiera explicar lo que había pasado, hasta que los pastorcillos volvieron a encontrarla en el mismo lugar del día anterior, por lo que le construyeron una ermita en ese lugar. Nos hemos encontrado con parecidas leyendas a lo largo del Camino, como la de la Virgen de Soelcastillo, junto a Nocedo de Curueño; la de Pandorado, que por la noche desaparecía de la Omañuela o la de Canales, que no dejaba que la transportaran a Soto y Amío.

Augusto Quintana en sus “Temas Bercianos” nos informa del documento más antiguo que conocemos de este enclave, es de una escritura de 1281. Junto a la ermita se construyó un hospicio para expósitos, un albergue de peregrinos y hasta un convento de Freires del Sancti Spiritus, algo que recuerda la cruz de la orden, que preside la fachada sur del recinto. En 1596, su capellán Fray Gabriel de Aller pidió autorización a Roma para la construcción del monasterio, terminado en 1601. El complejo fue asaltado por las tropas napoleónicas en 1808, expoliado tras la desamortización de Mendizábal en 1835 y el 25 de julio de 1936 incendiado. Pero alcanza un final feliz, tal como a los peregrinos nos gusta, pues después de la guerra civil comenzaron las gestiones para reconstruir el santuario con aportaciones particulares y sobre todo con la ayuda de la familia  Honingman-Ballet, cuyas estatuas para el recuerdo tenemos ocasión de admirar a la llegada a Congosto. El santuario quedó inaugurado de nuevo en 1957 y en las proximidades podemos ver la cisterna y unos muros del claustro del convento.

Después de contemplar las impresionantes vistas desde su mirador emprendemos el descenso, como hicieron los peregrinos de todos los tiempos en  dirección a Congosto, para ver el lugar donde se encontraba el puente que cruzaba el río antes de que el embalse de Bárcena nos cortara el paso en la actualidad. Cuando baja el nivel del agua aún se pueden ver sus robustas pilastras y nosotros seguimos con la mirada el Viejo Camino de Santiago que seguiremos contándoos en la próxima etapa.


Foto 1: Rafael Cid: Plaza de Rodanillo
Foto 2 : Rafael Cid: Cobrana, palacio de los Quintanilla
Foto 3: Rafael Cid: Virgen de la Peña

19 agosto 2015

28ª: Historias...Losada y San Dictino

28ª: Historias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
             
 Rosa Fadón y Rafael Cid


Divagaciones con San Dictino y otros heterodoxos españoles.
Losada es uno de los pocos pueblos en el que los quintos tienen su propio santo patrón.



Para ver más cómodamente este artículo pinchad aquí.


Ya se ven las primeras casas de Losada cuando los peregrinos llegamos a la ermita de la Vera Cruz popularmente llamada del Santo Cristo. En el pórtico se refugiaban los peregrinos que hacían el Viejo Camino  de Santiago desde antiguo y los vecinos les llamaban con reverencia “los santos” por su vida humilde y sacrificada.

Antaño, los quintos de Losada subían a su santo patrón desde la iglesia hasta esta ermita.

En otro tiempo, los quintos de Losada, bravos muchachotes subían la imagen de su santo patrón, San Dictino, desde la iglesia hasta esta ermita, a la  carrera, el día de Jueves Santo, como si del Cristo legionario de la Buena Muerte se tratase. Este es uno de los pocos pueblos que yo sepa, en el que los quintos tienen su propio santo patrón, ¡esto nos pareció interesante a los peregrinos! Rebuscamos en los apuntes de otro Camino: el Francés a su paso por Astorga, donde habíamos visto un cuadro de este santo, que estaba quemando sus propios libros, para librarse de una herejía que prendió con fuerza en torno al año 380, el Priscilianismo. Aún a riesgo de disgustar a algunos amigos sacerdotes que sé que me leen, he de deciros que me he encontrado con peregrinos que creen que Prisciliano es quien está enterrado en la seo compostelana, aunque más propio de la sencillez de sus creencias, fuera un enterramiento anónimo en un lugar pontevedrés que llaman Os Martores, que quiere decir los mártires.

¿Por qué os cuento todo esto? Porque San Dictino según dice el P. Flórez en su “España Sagrada” era hijo del obispo gallego Sinfosio. ¡No os asustéis, que en aquella época aún no estaban sujetos al celibato! Procuró para su hijo una esmerada educación intelectual y teológica. Ambos adoptaron la doctrina de Prisciliano y aunque sus obras fueron destruidas, merecieron la crítica de grandes pensadores de la iglesia como San León Magno, San Ambrosio y San Agustín. Las teorías heréticas procedían de antiguas filosofías. Un filósofo llamado Marcos de Menfis adoctrinó a una rica matrona llamada Agape  y al retórico Elpidio, quienes a su vez instruyeron a Prisciliano, un gallego culto y persuasivo que atrajo una gran cantidad de seguidores, entre ellos varios obispos como Sinfosio y su hijo Dictino.

Se dijo que Dictino, como Prisciliano, exponían que el bien y el mal son asimilables a dos dioses opuestos, teoría que procede de los persas maniqueos, con Ormuz y Arimán. Marción, filosófo egipcio, sostuvo que el Dios del Antiguo Testamento era irritable y vengativo, muy distinto al del Nuevo Testamento, el Padre de Jesucristo, todo bondad y misericordia. Así en lo material se enseñorea el principio malo y las virtudes espirituales emanan del bueno, que lleno de compasión nos envió a Jesucristo. Explicaban que cuando las almas humanas se lanzaron a la existencia quedaron aprisionadas en la materia carnal que las podía dominar. Algunos encuentran una solución buscando en la mortificación y el ayuno el control de la carne, de ahí que los peregrinos caminemos hasta agotarnos para dar una oportunidad a nuestro espíritu y que se libere de las apetencias de un cuerpo ya debilitado por la fatiga. Proponían una especie de comunidad de bienes, creyendo que alejándose de la propiedad se ahuyentaría la causa de todo mal. Repudiaban la esclavitud. Eran célibes, no reconocían el matrimonio, respetaban a las mujeres, que en aquella época eran separadas en los oficios divinos y sometidas a los hombres. Eran vegetarianos, se abstenían de beber vino. Creían en la independencia intelectual y siglos antes del protestantismo, abrazaron el libre examen de los libros sagrados, como explicó Menéndez y Pelayo en su obra “Historia de los heterodoxos españoles”, para discernir personalmente los errores, tratando de conseguir así la gnosis o conocimiento perfecto.

En el año 380 sus ideas se habían extendido por Hispania y los obispos Higinio de Córdoba y sobre todo Idacio de Mérida inician una persecución a Prisciliano. Acusado de hereje, el propio Prisciliano va a Roma y consigue la benevolencia del César, a pesar de atacar el principio de propiedad privada o el magisterio de la iglesia, pero no logra ser recibido por el obispo de Roma, que en aquellos momentos estaba tratando de consolidarse como primer Papa Dámaso I. Vacante la sede de Ávila, Prisciliano es nombrado obispo en ella y Dictino en Astorga.

Posteriormente acude a Treveris donde en connivencia con el pretor local sus enemigos aprovecharon para decapitarle junto con sus acompañantes. El Papa Dámaso, Ambrosio de Milán y Martín de Tours, entre otros, condenan la ejecución, pero es tarde. El cadáver de Prisciliano es trasladado discretamente a Galicia por sus seguidores, sus escritos fueron tenidos por guía de vida y los obispos Dictino, su padre Sinfosio y los de Braga y Celeris (Caldas de Rey) proclaman santo a Prisciliano.
Pero ¿como se salvó Dictino, su portavoz?  Pues, participando en el concilio del año 400 en Toledo, en el que se condenaron las obras de Prisciliano –cum ipso auctore- y de paso las suyas propias. Tened en cuenta que su tratado teológico “Libra” gozó de gran difusión en su época. En él exponía que se puede mentir para salvar la vida o la religión.
Los astorganos se negaron a que Dictino fuera depuesto de su cargo de obispo, porque el hecho de ser priscilianista no impidió que hasta el final de sus días diera ejemplo de virtud. Debió de ser muy querido no sólo entre los Quintos de Losada, sino por sus sucesores en el episcopado astorgano, puesto que en el año 925 hace exclamar al obispo Fortis “Santísimo, gloriosísimo y poderosísimo patrono mío después de Dios”.
Según la tradición popular Dictino trabajó con sus propias manos en la construcción del convento que lleva su nombre en la ciudad de Astorga, donde tradicionalmente se creyó que reposaban sus restos tras su muerte, pero en el año 1550 fecha en que se abrió su nicho lo encontraron vacío. Aunque no es sólo esta la mala noticia pues, hoy desgraciadamente no quedan ni imagen del santo en Losada, ni casi quintos debido a la despoblación que sufre nuestra provincia, ni San Dictino es ya santo,  pues según la wikipedia tras la reforma de 1969 cinco años después de que su imagen “desapareciera”, fue retirado del santoral, por no haber sido canonizado oficialmente.

Se desencadenó una terrible tormenta que amenazaba con arrasarlo todo.

Con tan larga conversación hemos llegado junto a la espadaña de la antigua iglesia, que posiblemente fuera también la del monasterio de Losada, que existió aquí durante la Alta Edad Media.

El lugar se haya impregnado de un silencio casi mágico que invita a la ensoñación, pero en el año1964…desconocemos la causa que movió al párroco del lugar Don Felipe Díaz a vender las imágenes y llevar los retablos a Astorga ¿necesidad de reparar la iglesia, codicia? 

Lo cierto es que cuando se encontraba en su interior de la iglesia con los anticuarios que habían acudido a tasarlas se desencadenó una terrible tormenta que amenazaba con arrastrarlo todo, ¡bancos, imágenes, tasadores y cura, reguero abajo, sin parar hasta Bembibre! Así que los atemorizados personajes de nuestra historia decidieron encaramarse a lo alto de la espadaña que ahora contemplamos, haciendo sonar las campanas Ding Dong Ding Dong. Nadie acudió a la llamada. No se sabe cómo, quizás porque los santos se apiadaron de ellos, la tormenta pasó, la riada se fue y allí quedaron en el campanario de la iglesia sanos y salvos.

Al domingo siguiente el malhumorado sacerdote pronunció una homilía en la que no faltó la alusión de la omisión del deber de socorro de los feligreses y el hombre más socarrón del pueblo tomó la palabra para afear al cura la venta de imágenes, argumentando que fueron los mismísimos santos los que enfadados por la simonía les impidieron acudir a la iglesia.
Nosotros pobres peregrinos, después de santiguarnos, dejamos constancia aquí del suceso tal como nos lo contaron y despacito tomamos la senda que sale de enfrente de las escuelas, que nos llevará casi paralelos a la carretera, pasando por los campos llamados del “Ministerio” (aquí resuena el ya citado monasterio de Losada) y Vega de Viejos.




Foto 1: Rafael Cid: Losada, Ermita del Santo Cristo.
Foto 2 : Rafael Cid: Losada, Restos de la antigua iglesia.
Foto 3: Rafael Cid: Losada, pozo La Pallarina

Para saber de Losada podéis consultar:
El libro de Benito González "La villa de Losada: Su historia y sus gentes"

   

11 agosto 2015

27ª Historias...Quintana, Cabanillas... en el Viejo Camino de Santiago


27ª Historias y leyendas del Viejo Camino de Santiago en la provincia de León


Rosa Fadón y Rafael Cid

De Quintana a Losada por donde Leodegundia andaba

 

Leodegundia encontró una Calzada Romana que la llevó de Quintana de Fuseros a Losada




Ya íbamos saliendo de Quintana Fuseros y junto a la carretera vimos tres indicadores con tres posibilidades para continuar el Viejo Camino. A la vista de tal pluralidad, alguna de las rutas, quizá la que anduvo Leodegundia con el cortejo real, en su peregrinación a Santiago en el año 902 se quedará en el olvido. ¿sería eso justo? Pues dice el Documento:
“ Y fuimos a Taurón(Quintana Fuseros) y cerca en su monasterio descansamos...Al ver una Calzada Romana, que dijeron venía desde Astorga fuimos hasta Losada” (Vexu Kamin, Julián González)
Los más rápidos peregrinos hacía tiempo que habían cogido el camino de la izquierda a Labaniego, pero nosotros traíamos estudiada la ruta que correspondía con la antigua vía romana, que ya abandonada yacía a la orilla del arroyo Refuellos, bordeando los pueblos de Cabanillas de S. Justo y S. Justo de Cabanillas.

Ante nuestra vista se desplegaba un amplio valle donde nuestro acompañante y amigo nos contó que estuvo asentada la Cohorte I de la Legión V Alaude.

Ante nuestra vista se desplegaba un amplio valle donde nuestro acompañante y amigo Ovidio nos contó que estuvo asentada la Cohorte I de la Legión V Alaude concretamente en el lugar que Leodegundia llama Taurón, antes llamado Toral, pues procede de toral-alis que significa llanura y nada tiene que ver con “el arte de cúchares”.

Pero ¿cómo había llegado a este lugar de la geografía hispana la famosa legión romana? Pues fue fundada por Julio César en el año 52 AC con gente de la Galia transalpina y se llamó Alaude porque sus soldados adornaban sus cascos con plumas de alondra. Participó en la campaña de la Galia contra el caudillo Vercingetorix, ¡Seguro que alguno de estos romanos fue amigo de Obelix y Asterix y, por supuesto de Ideafix! Tras la muerte de César la comandó Marco Antonio y luchó en Oriente, hasta que tras la derrota de Actium se integró en el ejército de Octavio. Él fue quien la trasladó a Hispania y lució por nuestras tierras el emblema de sus guiones, el elefante, concedido por el valor demostrado, al defenderse de una carga de elefantes en la batalla de Tapso, en Túnez.

¡Echadle imaginación y contemplad todo este valle que se despliega ante nosotros lleno de tiendas de campaña, estandartes, legionarios entrando y saliendo de la fortificación!

Estamos en el año 26 AC y Augusto se pone al mando de las operaciones de las Guerras Cántabras, por lo que necesita varias legiones hostigando en varios frentes a nuestros aguerridos montañeses hispanos. Seguimos enfrentándonos a Roma en un pequeño trozo del noroeste de Hispania, impidiendo proclamar la “Pax Romana” y el cómodo establecimiento de sus tareas de extracción minera. Hay pues una razón militar, que junto con la económica, la abundancia de oro de la comarca, originan la ubicación de la Cohorte I en este lugar.

Junto a los campamentos militares se va formando una auténtica ciudad, con la impedimenta que necesita la tropa, comida y diversión. Estas son las “cabañas”, palabra que procede del latín “cabanae”, casas donde viven las novias e hijos de los soldados romanos, pues como no les estaba permitido casarse hasta licenciarse a los treinta años, mantenían calladamente su familia, hasta el momento de hacerla oficial.

Ese sería el origen de Cabanillas, emplazado en el extremo oeste del campamento, un poblado donde los veteranos permanecían después de ser licenciados, ya que podían ser llamados si era necesario como tropas de reserva y mientras, ejercían de técnicos, escribanos, reparadores del material militar y otros oficios. En el museo de los Caminos de Astorga podemos admirar un ara que los veteranos de Interamniun Flavium dedicaron a Marte el dios de la Guerra. Fue encontrada en “Misión rescate” ese entrañable programa de TVE, en el que los escolares de nuestros pueblos buscaban vestigios arqueológicos en los lugares en que habían oído a sus abuelos contar alguna historia.

Salimos de la Vía por “el camino de la iglesia” para acceder al pueblo de Cabanillas de San Justo. En el atrio de la iglesia nos aguarda una sorpresa: Allí permanece la “consulatio”, la columna donde se aplicaba justicia, se ejercían las consultas y se arengaba a la tropa. En ella se observa el “fascis”, símbolo del poder y la magistratura, formado por un hacha entre ramas de sarmiento. Sigue siendo un símbolo hasta nuestros días, pues lo conserva el cuerpo de la Guardia Civil. También la palabra ha derivado en un término de uso, fascio, fascismo, etc.

La columna presenta en la parte posterior, las letras RV (romana V) IC (I cohorte). Sobre la piedra se realizaban las ejecuciones por lo que no es extraño que al lugar donde nos dijeron que fue encontrada se le denomine “la carnera” de “carnificer eris”, que quiere decir ejecución.

Augusto organizó una serie de correos, que llevaban el oro y traían de Roma el lujo de su civilización, informaban de los movimientos del enemigo para acomodar el ejército. Sus fatigadas monturas se reponían de trecho en trecho en unas mansiones, que por pertenecer a la legión Quinta se llamarían Quintanas (Quintana Fuseros, Quintana de Fons, Quintana y Marco, Quintana Raneros...) Las vías militares fueron mejorando estas paradas de posta, para usos civiles. Con la concentración parcelaria hay que remarcar los antiguos caminos, porque la gente mayor conserva el recuerdo de la Carretera de Castilla o el Camino Real, que así se llamó desde la Edad Media a la Vía Romana.

Seguimos nuestro peregrinar. Ya se veía San Justo de Cabanillas, que parece una continuación del pueblo anterior, pues tiene su mismo nombre sólo que dicho al revés. De nuevo nos encontramos en el atrio de la iglesia un magnífico miliario, que cita Gómez Moreno. Se traduciría así:
«Siendo emperador Tito Vespasiano, César, hijo del divino Vespasiano... fue hecha la Vía Nueva desde Astorga á Braga—, bajo Cayo Calpetano Rancio Ouirinal Valerio Festo, legado augustal y propretor.—Milla XXIII.»

La milla 23ª ha dado lugar a discusiones entre los investigadores, que dudan sea este su emplazamiento original o que se llevó hasta el pórtico tras reedificar la Iglesia en el Siglo XVI. La confusión se ha originado porque en el año 79 se mejoró la Vía Militar cambiando su nombre por el de Vía Nova y al subir al poder la dinastía Flavia, se cambió el valor de la milla. La señalización de los miliarios pasó de los 1666m. a los 1481m. en la dinastía Flavia. Algo así como cuando nosotros hicimos el cambio de la peseta al euro. ¡Menudo lío para resituar ahora los miliarios!

San Justo, el eremita del Villar, era hijo nada menos que del rey de Persia, que al cristianizarse cambió su nombre en honor del mártir San Justo.

Dejemos a los eruditos y arqueólogos especulando mientras estos humildes peregrinos os cuentan una bonita leyenda, la de un San Justo autóctono de estos lugares, que viene a cuento del nombre de estos dos pueblos. La asociación cultural Xeitu ha publicado “Vida y milagros de San Justo del Villar...” una joyita bibliográfica del siglo XVI, de propiedad particular, cedida por una familia de la comarca de Luna. Isidro García Moya, párroco de Salce y autor del manuscrito ensalza al eremita que realizó milagros en vida y después de muerto.

Predijo el día de su muerte y llegada su hora las campanas de la iglesia tocaron solas para que sus convecinos acudieran al sepelio, entonces hallaron en su mano un pergamino que aseguraba que era hijo, nada menos que del rey de Persia, que al cristianizarse cambió su nombre en honor de Justo, el que con su hermano Pastor fueron martirizados en Alcalá de Henares. Cansado de la vida disipada de la corte se retiró como eremita en lo alto de la braña del Villar de Santiago, donde llevó una vida de santidad, instruyendo en la doctrina y ayudando a todos. El manuscrito tiene un interés añadido, pues muestra las palabras que se decían en aquella época, la indumentaria de la gente, sus costumbres y modo de vida.

Caminamos charlando de esta curiosa historia recuperada y pensábamos... ¿cuántas más descansarán en los viejos baúles de nuestros pueblos?


Blog de Excursiones de Rafa y Rosi
Blog de Asociación Camino Santiago de León“Pulchra Leonina”
Blog fuseros.org

Foto 1: Rafael Cid: Los tres carteles en Quintana Fuseros
Foto 2 : Rafael Cid: Piedra de la Consulatio en Cabanillas
Foto 3: Rafael Cid: 23º miliario en S. Justo de Cabanillas.

08 agosto 2015

Newbridge, Irlanda 2015

DE LA MATA A DUBLIN LLEGAMOS EN UN ”MOMENTIN”
Dejamos las playas de Torrevieja llenas de gente y bullicio para realizar como en años anteriores
http://rsas0010.blogspot.ie/search/label/Irlanda
una visita a nuestros hijos y amigos en Irlanda.

Desde el aeropuerto del Altet dimos el salto hasta este bello país muy querido por los amantes de las leyendas y la buena cerveza, quizás porque en sus típicos pubs refugiados de la lluvia, apetece sumergirse en la ensoñación .Esa lluvia que siempre está sobrevolando el cielo, en espectaculares nubes de halo brillante y que cuando la brisa quiere, transformándose en inesperado viento, la deja caer por sorpresa, cuando menos lo esperamos, creando un ambiente típico de la isla, plagado de verdor y neblina, con el que armonizan sus paisajes salpicados de numerosos monasterios torres y ruinosos castillos que nos hablan de otros tiempos.

Hoy nuestra familia, que está pensando en cambiar de residencia, nos ha programado una visita para conocer su futura vivienda en Newbridge y hacia allí nos dirigimos en coche de volante a la derecha y conduciendo por la izquierda que me hace sentir con el alma en vilo, claro que hasta que te acostumbras.



Nada mas llegar a Newbridge atrajo mi atención un bonita veleta que refulgía en lo alto de un edificio como si fuera de oro, (podéis verla en la foto) . En esta localidad se encuentra el “Museum of style icons” que si tenéis ocasión de visitar podéis contemplar allí, el paraguas de lunares de Marilyn Monroe o el vestido de coctel rosa que lució Andrey Hepburm en la inolvidable película “desayuno con diamantes”.



Paseamos por su calle principal parándonos junto a sus gastro-pubs, pues se acercaba la hora de comer y queríamos elegir entre las especialidades que nos ofrecían.



Así que elegimos uno en la calle principal. Comimos carne a la piedra, con verdura, patatas fritas y salsas, todo ello a un precio razonable, lo que nos animó a seguir ruta al vecino Kildare Village para gastarnos unos euros más en las tiendas “outlet” del centro comercial.



Íbamos disfrutando del paisaje, fijándonos en la naturaleza exhuberante y en las modernas autopistas que acercan las poblaciones, los centros comerciales, las nuevas barriadas que se suceden por doquier. Pero cuando nos dirigíamos a esta ciudad que había dado nombre al condado, en una rotonda ¡allí estaba plantado con sus asombrosos perros Bran y Sleolan! Era el mismísimo Fion Mac Cumhaill, el mítico guerrero y cazador que dio origen a las magníficas leyendas irlandesas del ciclo Fenniano. Respecto a su fama, está claro que jugaba con ventaja pues en su mayoría fueron narradas por su hijo el bardo Oisin.



El nombre de Fion   https://es.wikipedia.org/wiki/Fionn_mac_Cumhaill
hace alusión a su pelo blanco o brillante que llamaba la atención porque no era como el de los otros niños. Esta característica del héroe le sitúa en una realidad mítica, antigua o sagrada, en esa época en que existieron algunos seres humanos que no parecían pertenecer a la raza humana, quizá mayoritaria sobre la tierra. Fue educado por un druida local que le instruyó en las artes de la caza y la guerra.

En cierta ocasión le ordenó cocinar un salmón, animal sagrado para los pueblos celtas, por lo que le avisó de que no lo comiera. Fion presionó al salmón con su dedo para comprobar que el animal ya estaba suficientemente cocido, entonces se quemó con la piel del pescado y en el acto reflejo de chupárselo ¡recibió el don de la profecía!

Aunque son muchas las historias de Fion, tantas como noches podáis pasar en el pub departiendo con los amigos, os contaré solamente que, cazando con su dos perros por los lugares donde nos encontramos ahora, que en su momento fueron frondosos bosques repletos de corzos y jabalíes, estuvo a punto de dar muerte junto a una fuente a una magnífica cierva que no era otra que Sadbh una muchacha que había sido metamorfoseada por el mago local. Sus perros Bran y Sceolan le avisan a tiempo y cuando supo la historia, se enamoró destruyendo así el encantamiento que sufría, por lo que Sadbh volvió a ser una hermosa mujer. Con el tiempo nacería de ese amor Oisin el bardo que compuso el ciclo Fenniano:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ciclo_feniano

:

Ya repuestos de la impresión que nos produjo la estatua de Fion Mac Cumhaill a nuestro paso por la rotonda seguimos hacia Kildare, que es la ciudad más antigua del condado. Es tan famosa por sus caballos que la Reina Isabel de Inglaterra visitó las instalaciones del centro ecuestre en 2011.



Kildare significa “Iglesia de Roble” y lo que ahora se puede admirar es su catedral. Mientras nos acercamos a ella os contaré otra leyenda que tiene esta vez como protagonista a Santa Brígida, copatrona de Irlanda. Santa Brígida quería edificar aquí un convento para sus seguidoras y solicitó tierras al rey local que era pagano. Este la dijo que la daría las tierras que pudiera cubrir con su manto. Brígida se lo quitó, lo extendió en el suelo y el viento lo hizo expandirse y crecer y crecer... El rey, temeroso de quedarse sin sus propias tierras, la rogó que detuviera su milagro a lo que Brígida accedió no sin antes conseguir del rey el lugar donde se encuentra el actual monasterio.
A los incrédulos de historias legendarias, les diré que Brigida puede que fuera confundida o solapada con la antigua diosa celta Brigit https://es.wikipedia.org/wiki/Brigid
que en la memoria popular estaba demasiado arraigada para que la cristiandad la hiciera desaparecer de su centro druídico, por lo que quizá permanece cristianizada bajo la personalidad de Santa Brígida, adornada con nuevos y poderosos milagros. Pero siempre quedan huellas que nos permiten seguir los antiguos mitos y así la lámpara de luz eterna de la druidesa se transformó en la vela que mantienen siempre encendida las monjas del monasterio.



Dicen que hay aquí tres monasterios, El “negro” que perteneció a la Orden de los Hospitalarios, después llamada orden de Malta. El “Blanco” que supongo será el de las monjitas. Y el Grey Abbey de origen franciscano, fundado por Williams de Vescy en 1254.
Parece ser que lo de “gris” no se debe al color de sus venerables piedras si no al del hábito de los monjes franciscanos que lo ocuparon y que antiguamente no era marrón como ahora, sino gris. La foto que incluyo aquí es de la Grey Abbey



Seguimos nuestra ruta para gastarnos los dineros en las tiendas que forman Kildare Village pues parece que en nuestro siglo estamos inmersos en un nuevo ritual, el de la religión del dinero que así lo ordena.



Mientras la familia rebuscaba por las tiendas, todavía tuve tiempo de hacer algunas fotos a un árbol blanco, unas bonitas flores y a una composición de Bron y Scolan nuestros sabuesos favoritos.



¡Que también tienen su leyenda! ¿os la cuento? Pues Bien, la tía de Fion, una princesa local, fue convertida en perro por las malas artes de un druida ( había que tener mucho cuidado para no llevarles la contraria a estos personajes)




Nuestro héroe del que ya dijimos que había sido educado por otro druida intercedió ante el mago con tal vehemencia que este consintió en poner fin al encantamiento, pero no antes de que la princesa pariera a dos perros Bron y Scolan de inteligencia casi humana, que siempre acompañarían al héroe, dando origen a la raza canina wolfhound .



Volvió de nuevo la inmisericorde lluvia irlandesa y al echar una última mirada atrás vi a un gorrión mojado que me observaba desde la cabeza del perro.  Después de conocer todas estas leyendas pensé ¿Será de verdad un gorrión o cualquier druida o mago o incluso el Septon Supremo de la famosa serie actual de “Juego de Tronos"?

















04 agosto 2015

26ª: Historias... Quintana Fuseros

26ª: Historias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
              
Rosa Fadón y Rafael Cid

Caminando por Quintana que guarda historia romana
Paseando por Quintana todo es una evocación de su antiguo esplendor. Según manifestó acertadamente nuestro amigo e improvisado guía Ovidio Molinero es un museo al aire libre formado por piedras reutilizadas aquí y allá. Nos detuvimos ante la fuente de la plaza, coronada por la cabeza de un ídolo, cabeza y fuente han sido trasladadas desde el abandonado monasterio de Santa Leocadia. 

Casi desfigurado por el tiempo, desde la pared de una casa nos observa la efigie de otro ídolo, que logró salvarse de la capa de cemento que le iba a recubrir ¿para no asustar a los visitantes? 
Llegamos ante otro ídolo que a mi se me antojó diabólico con sus largos cuernos. Nuestro amigo nos pidió que lo miráramos con respeto, pues era un dios local de la guerra, portando una corona de encina. 
Dejamos para otra ocasión ver pequeños objetos procedente de los castros, un aro de bronce, varias pesas de barro o pondus, moldes para hacer anillos o un crisol de piedra para verter líquido fundido. 

La rudeza de estos dioses y su simplicidad denotan una civilización a su medida, que retratan a los antiguos pobladores, los Paemeiobrigenses de raza susarra (cuando lo pronunciéis varias veces, será tan fácil decirlo como “supercalifragilistico...”) 

Paemeiobriga es el centro del valle, lugar de reunión o Concejo de los representantes de las Cinco Torcas, castros o fortificaciones que lo rodean. 
Ya explotaban minerales, en las montañas que ahora se ofrecen ante nuestros ojos, cuando fueron vencidos en La Batalla del Era, por los Gigurros galaicos, venidos de Rubiá y Montefurado espoleados por los romanos. 
En la Peña del Era, junto al río que allí nace, está el “Teso de los griegos” (ya conocéis su significado, de obra de ingeniería hidráulica) que indica la causa de la contienda: la avidez romana por el preciado metal. 

El imperio romano ofreció ganancias a los Gigurros y las tierras de los Paemeiobrigenses, hasta que el divino Augusto en el Edicto de Narbona Martio del año 15 antes de Cristo les permitió compartir de nuevo sus tierras con los vencedores, por su probada lealtad. 

El texto de este documento grabado en una placa de cobre fue descubierto por los niños del famoso programa de TVE “Mision rescate” ayudados por sus maestros. Lo recuperaron para la historia y puede contemplarse en el museo de León: “Conocí que los castreños paemeiobrigenses del pueblo susarro...permanecían en el cumplimiento de las ordenanzas,  por todo ello concedo protección para siempre”

Un carro de oro macizo tirado por caballos con aparejos también de oro, recorría el valle a diario, recogiendo el preciado metal.

Nacería entonces otra leyenda, la de un carro todo él de oro macizo, tirado por caballos con aparejos también de oro, las armaduras de los soldados romanos que lo custodian son también de oro, así como sus armas. Recorrían el valle a diario recogiendo el preciado metal para finalmente custodiarlo en el Castro de la Mata Torre, en una fortificación cuyas puertas eran también ¡de Oro macizo! 

Efectivamente en este castro se custodiaba el oro para ser enviado posteriormente a Roma. Para bien o para mal, en este lugar y en otros muchos del Bierzo y en todo el noroeste de Hispania se encontró oro en abundancia. Así que para su correcta administración se estableció la I Cohorte de la Legión V Alaude (alondra) en la llanura de Toral, que llanura quiere decir precisamente su nombre latino (toral aris). 

A la caída del Imperio fue destruida por Teodorico II rey de los godos en el 497, después de vencer a los suevos en la batalla de Urbico. 
Sobre sus ruinas se alzó la villa de Taurón o Toral, con un castillo que mandó levantar  Alfonso III para ubicar la Primera Tenencia del Bierzo, encargada de la repoblación y la defensa del territorio. En el 997 la arrasó Almanzor para ser de nuevo reconstruida por los Templarios
Pero por orden del rey Fernando II se trasladaron a Ponferrada pues por allí pasaba el Nuevo Camino de Santiago, potenciado por los obispos astorganos y los monjes franceses, en detrimento 

del Viejo Camino de Santiago, que hasta entonces había estado pertrechado por venerables monasterios: El de San Martino  junto a la cruz alta, Santa Leocadia en Quintana, San Fructuoso en Labaniego-Arlanza, San Pedro y San Pablo en Losada, San Benito en Rodanillo, con un hospital entre este pueblo y Cobrana,  el de Virgen de la Peña en Congosto y sumergidos bajo el embalse de Barcena el de San Salvador y San Julián.

Durante los Siglos XIV al XVIII florecieron junto a Quintana nuevas explotaciones mineras, las Ferrerías de Marciel, promocionadas por los Condes de Benavente que poseían un Coto Industrial con dos factorías de transformación del hierro, su explotación y transporte. 

Ya hemos hablado del desvío de la ruta tradicional de la vía militar romana, Via Nova, Carretera de Castilla, cambiado su trazado por Lemoure y de la  importancia que esto tuvo para el desarrollo de los pueblos. 
Por eso  nosotros queremos poner nuestro granito de arena con la divulgación de este Viejo Camino de peregrinos, que puede mejorar la vida de los pueblos por donde pasa.  

A propósito de los Templarios hay otra leyenda local relativa a Santo Toribio. Fue ese obispo como Indiana Jones,  buscando reliquias en los Santos Lugares. Trajo tres vírgenes de Tierra Santa, se dice que talladas por el mismísimo San Lucas, llamadas “de la Encina” y no solamente una, la descubierta después en una encina. Los templarios al marchar a Ponferrada se la llevaron consigo, la segunda depositada en Boeza, se la cambiaron a los de Quintana por otro santo y la tercera se la llevaron a Rozuelo, pero estaba coja y “se marchó”, quizá fue vendida o se rompió. También otras imágenes “se  marcharon” pues la que vemos actualmente en Ponferrada no es anterior al siglo XVII, pero ¿A que tiene un cierto parecido con la de Quintana?


La repoblación del Bierzo tuvo dos figuras muy queridas, el Conde Gatón y San Genadio.

Caminando por el pueblo ya habíamos llegado a la casa señorial donde debió residir el Conde Gatón, luego su hijo Genadio, después los abades del monasterio. Esta mansión tenía caballerizas, oratorio privado y los signos de la Cruz inscritos en los sillares que forman las jambas del dintel de la puerta, que aún pueden verse.  

En la iglesia del pueblo contemplamos la imagen de San Genadio con báculo episcopal, semejante al que usan los obispos astorganos. Recordamos la vida del popular santo berciano.
“Tengo de pasar la Guiana
Tengo de pisar la nieve que san Genadio pisaba”
Recibió educación religiosa en el monasterio de Ageo en Ayoo de Vidriales, provincia de Zamora. Gran repoblador se encargó de restaurar monasterios, entre ellos el de San Pedro de Montes, del que fue nombrado abad en el 908, año en el que también se le nombró obispo de Astorga. Su vida es conocida por sus fundaciones y generosidad para con sus feligreses hasta su fallecimiento en el 936. Fue sepultado en Santiago de Peñalva,  pero lo que es menos conocido, es que sus restos junto con los de San Urbano y San Fortis fueron exhumados por orden de Dª María de Toledo, Duquesa de Alba, para fundar el convento de benedictinas de Villafranca. Cuando las religiosas se trasladaron a Valladolid, se llevaron con ellas las sagradas reliquias.

De ladrones de tumbas y decapitaciones de santos bercianos por personas de alcurnia

Hay quien no logra comprender por qué en ocasiones se disgregan las reliquias, sin aplicarse la figura jurídica del delito de profanación de cadáveres. Para los creyentes, la beatitud de los santos va desgranando favores a través de sus restos, las telas de sus ropajes, sus pertenencias. Esta facultad se basa en “la Comunión de los Santos” ya que se “comunican” desde su vida ultraterrena con los que en ellos creen. En nuestra historia después de un duro pleito se consiguió que la cabeza del santo fuera trasladada a la catedral de Astorga.     

  
Como aún nos quedaba mucha conversación, decidimos quedarnos a comer en compañía de nuestro compañero, el señor Molinero, que todavía nos reservaba otra sorpresa. En el transcurso del ágape sorteó un hábito de peregrino con su cinturón de cuerda, vieira y bordón entre los peregrinos, para que hagamos el Camino luciendo como Dios y el Señor Santiago mandan.

Blog de Excursiones de Rafa y Rosi
Blog de Asociación Camino Santiago de León“Pulchra Leonina”
Blog de fuseros.org
Foto 1: Rafael Cid: Ídolo de la fuente en Quintana.
Foto 2 : Rafael Cid: Montaña al fondo de Quintana.
Foto 3: Rafael Cid: San Genadio en la iglesia.
Foto 4: Rafael Cid: Portón del antiguo monasterio.