30 abril 2013

Monasterio de San Guillermo de Peñacorada en el Viejo Camino


¿Recordáis la gran nevada que soportamos durante la etapa del Viejo Camino de Santiago desde la Virgen de Velilla a Cistierna?

En aquella ocasión, al igual que cuando fuimos a marcar la ruta, tuvimos que renunciar a visitar las ruinas del antiguo monasterio, debido a la capa de nieve virgen que cubría la Peña Corada. 

S. Guillermo, Peñacorada

Nosotros no abandonamos la idea de regresar a conocerlo. Punto imprescindible en el Viejo Camino de Santiago, por su importancia en la difusión de la devoción al Santo, en la antigüedad, todo peregrino que se precie debería ir a rezar ante la tumba del santo, así como al monasterio de San Froilán en Valdorria o el de San Genadio en el Bierzo.

Es por eso que cuando se presentó la ocasión, acompañados por nuestros amigos Salva y Rocío dos buenos conocedores de la zona, nos adentramos en el “monte de los frailes”, cruzando riachuelos y veredas, desde el Santuario de la Virgen de Velilla, por regueros donde nacen los berros y las “pamplinas”, hasta llegar al "corral de los monjes", topónimos todos ellos, que nos indican que Salva y Rocio nos llevan por buen camino, sin perder a nuestra izquierda el impresionante mazizo de Peñacorada.

S. Guillermo, Peñacorada

Peñacorada y las guerras que los cantabros planificaron contra los romanos...

Fuentes de Peñacorada

¡Qué de recuerdos aprendiendo en las caminatas con el padre Martino y Siro Sanz! Gracias maestros, estamos en deuda permanente por vuestras amenas explicaciones y deseando volver a repetirlo.

La ruina del monasterio de San Guillermo está situada en un repliegue de la peña, bajo un pico, es un escondrijo roqueño y escarpado.

S. Guillermo, Peñacorada


S. Guillermo, Peñacorada

S. Guillermo

"No hubiera sido elegido ni siquiera por algún ermitaño de no haber algunos elementos anteriores que invitaran a la reutilización de los materiales en altura tan inhospita… La ladera está dispuesta en terrazas, un escalonamiento con fuertes muros de contención que parece inapropiado para el cultivo en lugar tan elevado. El muro lateral que remata el conjunto parece impropio para un pequeño cenobio altomedieval, con escaso rendimiento agricola dada la altura y la climatologia..”
Como podéis comprobar, si me dejo llevar os parafraseo La Huella de las Legiones, de los magníficos Cuadernos de Campo del Eutimio Martino y Siro Sanz, los amigos antes citados.

S. Guillermo, Peñacorada

A estas alturas habreis percibido que, en mi opinión, el monasterio es un aprovechamiento de un campamento militar romano que protege a los monjes de una posible incursión musulmana, pero que les obliga a una vida muy dura. Pasado el peligro abandonaron el monasterio, aunque eso sí conservando las rentas, pues Fernando II en 1172 les dio la iglesia de Santo Tomás con muchas heredades. Estos privilegios serán confirmados por SanchoIV en 1289

En otro libro imprescindible para caminar por estos pueblos (Me refiero a “Las Cabeceras del Cea”) D. Matias Diez nos cuenta que el Padre Risco en su "España Sagrada" nos relata la fundación del Monasterio de San Guillermo “en un sitio áspero llamado Peñacorada hubo un monasterio de mucha fama y devoción”. Argaiz nos cuenta que cuando se secularizaron los canónigos de la catedral de León hicieron lo mismo los monjes de Peñacorada.

S. Guillermo, Peñacorada

En 1306 el Cabildo y el obispo de León decretan que el monasterio se transforme en abadia. Los bienes de dicha abadia son cuantiosos, lo que en mi opinión provoco el interes de la poderosa familia de los Prado.

Los Marqueses de Prado, oportunamente, encontraron una imagen de la Virgen sobre una piedra,en unas ruinas, donde posteriormente se edificaría el Santuario de la Virgen de Velilla, compitiendo en devoción con San Guillermo, que cayó en el abandono.

Cuando el Cabildo de León trató de restaurar el monasterio en 1665, ya era tarde. En 1737 el obispo de León mandó cerrar el edificio y en 1786 el obispo Cuadrillero comprobó personalmente cómo el edificio estaba desmantelado.
Podéis ver aquí un resumen en PDF
http://www.saber.es/web/biblioteca/libros/tierras-de-leon/html/124-125/tierras-de-leon-124-125-san-guillermo-penacorada.pdf


S. Guillermo, Peñacorada

En 1800 se concedió permiso para utilizar los restos del monasterio en obras de construcción del Santuario de la Virgen de Velilla, alegando que para entonces el histórico monasterio solo se utilizaba como refugio de pastores y ovejas.

En una capilla de la parte norte se creia tradicionalmente que era donde San Guillermo decia misa y en 1915 en el muro donde estuvo el altar apareció un sepulcro. Todos creyeron que se trataba del de San Guillermo y aunque se encontraron también monedas de la época de Felipe IV los restos fueron trasladados a nuestra señora de Velilla y se veneran como los del Santo.

S. Guillermo, Peñacorada

En un documento fechado el 5 de Noviembre de 1915, Don Julio Puyol, (no os asustéis, pues nada tiene que ver con el político catalán) este es historiador, jurista, crítico literario y leonés, pone en conocimiento de la Academia de la Historia la noticia del descubrimiento de los restos del santo.
En este artículo se transcribe literal e íntegramente:
http://lavirgendelavelilla.wordpress.com/2010/03/30/san-guillermo-de-penacorada/
El recorrido de la ruta es circular: salimos del santuario por la izquierda para subir al monasterio y regresamos por la derecha.

Cuando nos alejabamos tomando altura mi amigo me preguntó: ¿Te ha gustado la excursión o esperabas otra cosa? Ya sabia lo que me iba a encontrar, pero al instante me vino al pensamiento parafraseando al poeta de Rodrigo Caro: 

Estos Salva ¡ay dolor! Que ves ahora
Campos de soledad, mustio collado,
Fueron un tiempo abadia famosa…

S. Guillermo, Peñacorada

Ved nuestro reportaje fotográfico de ese día.

20 abril 2013

Albergue de peregrinos de Villadangos del Páramo.


Hace unos días asistimos a la reinauguración del albergue de Villadangos. Los Amigos de la Asociación del Camino de Santiago de León  "Pulchra Leonina" fuimos ataviados con nuestros atuendos de peregrinos, pues el acontecimiento lo merecía y contaba con la presencia del Sr. alcalde del ayuntamiento D. Teodoro Martínez,  el presidente del Proyecto Hombre D. Jorge Peña y el presidente de nuestra Asociación D. Luis G. Perrino entre otras autoridades.

Villadangos, inauguración

El albergue municipal de Villadangos del Páramo, será atendido en lo sucesivo por personal del proyecto joven y dirigido por el compañero de asociación y hospitalero voluntario, Virgilio Fidalgo, nuestro entrañable “Gilito”.

Pinchad en la foto para ver la reseña del  Diario de León:



Sobre esta foto tenéis la reseña de la Crónica de León:




El albergue está situado junto a un recodo junto a la carretera de León a Astorga y cumplió con antelación la función de colegio público. Inaugurado oficialmente el día 15 de septiembre de 1937, para su construcción se concedió al pueblo una subvención de 30.000, pts. Aunque en 1939 todavía se adeudaban 15.000, a los sufridos constructores.

En 1975 se produjo un incendio, que destruyó el tejado y el mobiliario del edificio. Con posterioridad y aprovechando sus sólidas paredes, fue recuperado y convertido en albergue municipal de peregrinos. Algo imprescindible pues por Villadangos han pasado miles de peregrinos a lo largo de la historia, aunque también multitud de viajeros de todo tipo, comerciantes e incluso guerreros.

Villadangos, inauguración

Recordemos algo de su historia. En la entrada que hicimos en este blog con ocasión de nuestra actividad de limpieza del camino comentábamos la batalla que tuvo lugar en las inmediaciones de esta villa (La tradición sostiene que en el campo llamado de la “matanza” cerca de la estación del tren).

Fue en el año 1111 cuando el que con el tiempo sería Alfonso VII, hijo del primer matrimonio de la reina Hurraca con Raimundo de Borgoña, venía para ser coronado en León como rey de Galicia, le acompañaba su preceptor el conde de Traba Y el Obispo Diego Gelmírez.

El entonces esposo de Dª Hurraca, Alfonso el Batallador, que consideraba todo esto una maniobra para despojarlo a él del reino de León, como efectivamente era, les tendió una emboscada cuando la comitiva acampaba en estas tierras, antes de entrar en la capital.
La matanza en dicho campo debió de ser terrible, dada la superioridad numérica de los atacantes y el brío con que se defendió la escolta de Alfonso Raimundez. Gelmírez consiguió poner a salvo al príncipe y él mismo, desde Astorga, organizó el reagrupamiento y recogida de los caballeros gallegos.

Villadangos, inauguración

Mientras respirábamos el aire histórico que emanaba de este lugar, el alcalde pedáneo D. Cipriano Cabero tuvo la amabilidad de acompañarnos, a nuestro compañero Nabor y a mí, a visitar la iglesia de la localidad.

Por el camino comentamos el dicho de por aquí, de que “Santa Marina es del Rey, Velilla de la Reina y Villadangos de ambos. Pero esto no es del todo exacto, porque aunque esta villa sí fue de ambos, en 1122 pasó a pertenecer a la Iglesia de León.

Así continuó hasta la época de Felipe II que, aunque “en sus dominios no se ponía el sol” tuvo que declarar en quiebra al estado hasta en tres ocasiones. Uno de los acreedores era D. Alonso Díaz de Aguilar, al que el Rey compensó la deuda otorgándole el señorío de Villadangos y en 1788 el señorío pasaría a ser marquesado.

Pero ¿en qué quedamos? Estas tierras ¿eran de la Iglesia o de Realengo? No hay problema, la perdida que sufrió la iglesia se valoró en 1286 maravedís por lo que el rey concedió al Obispo de León la renta de alcabalas del vino en la ciudad de León y todos tan contentos.

Para documentarme de todo esto, había encontrado en internet el siguiente documento en PDF
cuya lectura os recomiendo.

Nos dijeron que para conocer la historia de esta bonita villa, se ha editado el libro de Cayetano Sánchez Fuertes “Villadangos del Páramo, historia y tradición del Camino de Santiago”, libro de gruesa encuadernación, que leímos reposadamente tras la visita.

Llegamos a la iglesia, construida entre los siglos XVI y XVIII y ya en el vestíbulo, nos llamó la atención el suelo empedrado con canto rodado mezclados con vértebras humanas ¡Da un poco de yu-yu! ¿Verdad?

Villadangos, inauguración

En el frontón de la entrada hay una imagen de Santiago Peregrino y en las puertas dos bajorrelieves, el de la izquierda, representando a Santiago Matamoros en batalla. En el segundo al rey moro huyendo con su escolta.

Villadangos, inauguración

Nos representa pues, el hecho legendario de la Batalla de Clavijo, donde Ramiro II con la ayuda de Santiago pondría fin al “tributo de las cien Doncellas” En la actualidad la historicidad del suceso está cuestionada por los historiadores, pero la belleza de las tablas que contemplamos es admirable.

Podéis contemplar el resto de la iglesia pinchando aquí, pues en el interior se conserva una imaginería de gran valor.

También merece la pena leer la entrada del blog de Vicente, Ana y Toño, con sus magnifícas fotos.

Coincidió que una pareja del lugar habían “Salido novios” por lo que pudimos observar al salir a la calle la tradicional línea continua hecha con pintura (Antes se hacía con un reguero de paja), desde la casa de cada novio y terminaba frente a la iglesia, dibujando un gran corazón, uniéndolos para siempre.

Villadangos, inauguración

No sé quien sois pero desde aquí os deseamos que seáis muy felices, vosotros y los mozos y mozas del pueblo que mantenéis viva esta tradición.

Finalmente, volvimos al albergue, donde se degustaban unos pinchos, para despedirnos de todos los asistentes a la reinauguración y sobre todo para desear lo mejor a nuestro compañero “Gilito” que, con su capa y su sombrero, ya forma parte de un elenco de hospitaleros famosos como Tomás “el último templario o D. José María el párroco de San Juan de Ortega, que convidaba a sopas de ajo a los peregrinos que llegaban a pedirle alojamiento.

Villadangos, inauguración

18 abril 2013

¡Hasta siempre, Laudelino!


Geras, Laudelino

La historia que os cuento hoy, podría en principio pareceros triste, pues se nos iba Laudelino. Pero hablando con los asistentes al sepelio les comenté que incluso antes de conocerlo personalmente (él residía por aquella época en Argentina) yo recordaba las cartas tan llenas de ánimo y cariño que escribía a la madre de mi mujer, “la tía Sofía”.

A su regreso a España, lo traté en un par de ocasiones, el trabajo, la vida atareada y las ocupaciones, que a veces nos creamos artificialmente, no nos dejan tiempo para disfrutar de lo que en realidad importa…

Sin embargo, él sí me conocía y cuando ya muy enfermo le habló a Rosi de este humilde prejubilado, me ensalzó de tal modo que me creí el director general de mi empresa. Y es que Landelino fue así hasta la muerte: conversador, amable, amigo de todos…

Geras, Laudelino

Le despedimos en la ermita del Cristo de Geras de Gordón, su pueblo. Estábamos presentes los familiares, algunos viejos amigos y un compañero de él, que cuando siendo jovencitos trabajaron en la mina. Entonces se obró de nuevo el milagro, aquí estábamos todos charlando, sabiendo unos de otros, relacionándonos: Es como a él le hubiese gustado vernos.

Geras, Laudelino

Caminamos por el pueblo desgranando los recuerdos. Todos teníamos los nuestros de los días o años vividos aquí. Nuestras entradas al blog dan cuenta de jornadas de sol  y nieve,  de montaña y bosques. Visitamos la vieja casa familiar, enraizada en la tierra y en el pueblo, ya abandonada, con sus dependencias, corrales y la era para recoger el trigo.

Geras, Laudelino

El río luce en el pueblo como el gran protagonista. Dice el poeta que “nuestras vidas son los ríos, que van a dar a la mar” y junto a la casa discurre el agua cristalina, con esa luz especial que tienen los ríos y la montaña de León.

Geras, Laudelino

¡Que hasta las plumas de los gallos brillan de tal forma que consiguen seducir a las incautas truchas que pueblan el río Casares, debajo del puente de Geras!

Geras, Laudelino

Como somos un grupo numeroso, turbamos el silencio y la monotonía de la tarde del pueblo y mientras pasamos el perro nos observa curioso, desde su puesto de vigilancia.

Geras, Laudelino

Y de nuevo el río, que nos va a llevar por la vida, a otros lugares y a otras ocupaciones.

Geras, Laudelino

Como tú sabes Landelino, Geras es también una catedral de la gastronomía, embutidos, escalibada, caldereta... todo está sabroso aquí. Por eso cuando ya nos íbamos, nos hicimos una foto ante uno de sus restaurantes, para llevarnos buenos recuerdos y volver de nuevo.

Geras, Laudelino

Hemos reforzado los lazos familiares, hablado de tíos y primos, los que pudieron venir y los que no, de sus esposas e hijos. Hemos visto sus fotos y nos prometimos seguir sus vidas, como hacía Laudelino y estar en contacto a través de las nuevas tecnologías y siempre que sea posible de manera física y presencial, para seguir su ejemplo.

¡Hasta pronto a todos! ¡Hasta siempre, Laudelino!

Texto y fotos de Rafael Cid

05 abril 2013

La Devesa de Boñar, Viejo Camino de Santiago


Haciendo la etapa del Viejo Camino de Santiago de Cistierna a Boñar, tuvimos ocasión de pasar por la Devesa de Boñar, hoy hemos vuelto acompañados de Luis para agradecer el trato recibido el día de la etapa.

A la salida de Barrillos de las Arrimadas un cartel nos indica que a partir de aquí coincide el cordel de la Varga y el Viejo Camino de Santiago así que nos dispusimos a transitarlo, a pesar de que “diluviaba”  pero sabíamos que en la Devesa había un teleclub donde podríamos calentarnos un poco.

Viejo Camino de Santiago

Habíamos leído que en algún lugar de este recorrido existió en la antigüedad el monasterio benedictino bajo la advocación de San Millán, aunque pasado el tiempo sólo queda el recuerdo en los topónimos, en los valles que separan La Devesa de Barrillos.

El camino es cómodo de transitar y a lo lejos se divisan las primeras construcciones del pueblo elevadas sobre el terreno. Una de las primeras casas, alta como un torreón, muestra un hermoso escudo heráldico entre dos ventanas.

La Devesa

Dicen que el nombre del pueblo procede del participio latino “defendere” lo que hace mención a su posición privilegiada, como observatorio defensivo. En siglo XII se transformó en Deuesa y olvidando su primer significado, se le consideró como “tierra acotada para pastos”. Yo tengo mi propia opinión, después de observar las construcciones junto al cementerio y la magnífica vista que desde allí se contempla, pensaría en un enclave defensivo o de vigilancia, que se comunica visualmente con la torre de la Iglesia de Santa Marina en las Arrimadas, la cual el Padre Alba en su Historia de la Montaña de Boñar, la consideraba un emplazamiento templario.

Bromeamos con la posibilidad de que los frailes vigilaran desde aquí sus pastos y ganados, pero realmente se trata de un emplazamiento que podría ser muy útil en los tiempos de conquista romana.

cementerio La Devesa

Subimos al final del pueblo y desde el cementerio nos quedamos disfrutando de las vistas que se obsevan desde lo alto, que son maravillosas.

Vista desde la Devesa de Boñar.

Volvimos al centro del pueblo, que se alarga por la carretera.

Antes del camino a la Losilla vimos otro escudo en una casa con pared de ladrillo esta vez. Está depositado sobre el pecho de un águila y en su bordura aparecen siete cruces de San Andrés  y en el cuartel único cinco armiños y una flor de lis: pertenece al apellido Cifuentes.

Me disponía a hablar  de la concesión en 1282 por el rey Sancho IV a D. Ramiro Diez Cifuentes del señorío de Almanza, de cómo se emparentaron con los Guzmán, pero lo dejamos en el aire, para otra ocasión.

La Devesa


Pero quizá haya más escudos en el pueblo, que no llegué a ver, pues en mi casa recurrí al libro “Repertorio heráldico Leonés” Tomo II, Pág. 187 de D. Pío Cimadevilla que explica el escudo de la Devesa así: En el primer cuartel vemos un perro atado con cadena a un árbol, pertenece al apellido Canseco. En el segundo cuartel podemos ver una flor de lis sobre tres fajas de azur y debajo un castillo donjonado sobre ondas. Pertenecen estas armas al apellido Tapia.

En la página 75 del libro citado anteriormente nos indica el Sr. Cimadevilla que el apellido está tomado de la cercana localidad de Canseco. Significa: “Can” “roca” y “Seik” un topónimo redundante o doble: lugar montañoso o rocoso.

Así que podemos interpretar que, desde muy antiguo este lugar perteneció a gente fuerte y dura como la roca.

“Cuando los romanos ocuparon a España abia canio, secos, que con el fortissimo Corueño, defendieron y ganaron muchas tierras, yen la restauración de España con los muy claros quiñones fueron los mas principales capitanes que tubo alinfante Pelayo yganar a lafamosa victoria de la Vega de Remolina a los moros…”

Las faltas de ortografía no son mías, conste que copio tal cual a los antiguos.

Del apellido Canseco nos dice Madoz en el Diccionario de León, Pág. 81

La bandera y el calderón, el árbol
Y el perro seco, hazen solar en Canseco
En el reino de León
Vienen de la generación del gran
Velador vigil, que peleó con treinta
Mil cuando se gano el pendon

La Devesa de Boñar

Contemplando los edificios fuimos en dirección a la iglesia, siguiendo la clásica señalización de flechas amarillas que siempre nos indican el Camino Peregrino.

Dejamos para otro momento la visita a la iglesia de San Pedro Apóstol, que ocupa el lugar de otra más antigua de la que se conservan los libros desde 1634. El retablo es del siglo XVIII. Tiene también un cristo crucificado realizado en el siglo XVI por Bautista Vázquez y una bellísima Inmaculada barroca del XVIII.
 
Lo que sí hicimos fue parar en el teleclub.

Recordamos el día de la etapa cuando llegamos a la Devesa, después de una parada técnica en el teleclub de la Acisa, era hora de comer un bocata y secarnos un poco en el bar. Nos fuimos colocando como pudimos, gracias a la buena voluntad de la mesonera que no salía de su asombro al ver a toda aquella gente, que venia a animar la tranquilidad de su pueblo.

En esta ocasión tuvimos buen tiempo y posibilidad de hablar con los vecinos. Provistos de diplomas de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León agradecimos el buen trato recibido.

La Devesa

Me llevé un susto cuando apareció ante mí, en la esquina de la calle, como si de una película del oeste se tratara, un muñeco ahorcado colgado de un poste. Pero enseguida fue satisfecha mi curiosidad, por los vecinos que nos acompañaban: se trataba de una representación de Judas, que después de vender al Mestro se quitó la vida.  Y como cualquier disculpa es buena, el día anterior habían celebrado el acontecimiento invitando a una merienda a sus vecinos de Acisa y Barrillos.

La Devesa de Boñar

En los pueblos por donde pasaba la Mesta había la costumbre de que los pastores entregaran una oveja a los propietarios de los puertos de montaña, al regresar para Extremadura. Aunque en la actualidad no se realiza de la misma manera la trashumancia, algunos pueblos mantienen viva la tradición de comer, beber y cantar todos juntos viejas tonadas tradicionales al calor del rescoldo de la hoguera.

A propósito de canciones repasando el otro día las revistas folklore de la fundación Joaquín Díaz
en su página 20 recoge una canción de luna de la Devesa de Boñar (vuestro pueblo) dice así:


A tu puerta estuve ayer
hasta que salió la luna
Y no me has querido abrir,
corazón de piedra dura.
Ay luna, luna
vete a la Audiencia
a defender una causa
que tuve con mi morena,
ay luna, luna,
vete a la Audiencia”

 
Espero que cuando vuelva a visitaros me cantéis la tonadilla.