27 mayo 2011

Acebedo



Acebedo, LeónNosotros llegamos a Acebedo después de la sobremesa y nos paseamos por el pueblo, contemplando sus bonitos hórreos leoneses y las tradicionales edificaciones de montaña, mientras que el río hacía sonar sus aguas cantarinas y las golondrinas nos contemplaban intrigadas, desde los cables de las calles.
Ved nuestras fotos aquí

Guiados por Elena y acompañados por los amigos del Instituto Imperium Legionense y de insignes vecinos del pueblo, subimos al pie de la torre, admirando el macizo del Mampodre bañado por el sol. Fue emocionante escuchar el nombre de sus picos, majadas y valles y recordar la poderosa influencia que la naturaleza tuvo en el transcurrir de su historia.

Centinela sobre el pueblo de Acebedo, surge una torre en lo alto de un cerro, ceñida por varios círculos ondulados del terreno, que cubren las ruinas de muros de defensa que vallaban en redondo la cumbre.

Acebedo, LeónEn el exterior del último anillo van apareciendo antiguas sepulturas. Todo esto se ha identificado recientemente con el emplazamiento de un castro astur, que tendría su radio de expansión en el entorno de la torre, lo cual hace retroceder el origen de la población al principio de nuestra era o algunas décadas antes. En todo caso, anterior a la llegada de las legiones romanas.

También se cree que en el promontorio llamado "La Corona" aparecen varios restos de una muralla, prerromana o perteneciente a un campamento romano, que tendría una función estratégica en la campaña de conquista, capitaneada por el emperador Augusto contra los cántabros y astures, en el siglo primero antes de Cristo.
Véase aquí documentos de la página de la Asociación de la villa de Acebedo.

Este pueblo guarda testimonios del imperio romano, de la invasión y cristianización de los bárbaros, de la Reconquista, quizá de las huestes árabes.

En el año 1020 hay noticia de que Acebedo cambia de manos, al intercambiarse con la villa de Pomeca, población de una dama noble llamada Sendina, con Pedro Flaínez.

En la década de 1340 a 1350 Acebedo aparece nombrado en el "Libro de la Montería", del rey Alfonso XI.

Ya en el siglo XV, Acebedo pasa a las manos de las dos más poderosas familias leonesas: los Osorio y los Guzmanes. De su castillo ya no queda hoy nada.

La supresión del Señorío sobre Acebedo por la Cortes de Cádiz, tuvo lugar el 6 de Agosto de 1811.

A mediados del siglo XIX se funda la Biblioteca Popular Católica de la Villa de Acebedo, cuyos libros podían los vecinos llevar a su domicilio y restituir sin plazo fijo. La cultura era una de las riquezas de esta tierra.

En 1922 llega la corriente y luz eléctrica a nuestra Villa, producida en el pueblo para su uso y consumo. Y en la segunda mitad del siglo, la traída de agua a cada casa de la Villa, también realizada por los propios vecinos.


Acebedo, LeónLuego del paseo por el pueblo estuvimos en el Ayuntamiento disfrutando de un libro "Ordenanzas del Concejo", que han recuperado y restaurado. En él se encuentran escritos, que atestiguan la hidalguía de esta tierra montañesa.

Nos felicitamos por conocer la belleza y la riqueza de la tierra de León y nos sentimos orgullosos de compartir la con vosotros y con todo el mundo.

24 mayo 2011

valle de Valdosín

En este enlace podéis ver el  valle de Valdosín. Es un lugar impresionante, muy recomendable para disfrutar de la belleza del paisaje de montaña, escuchando el rumor de sus aguas y los gorgoritos de sus arroyos y fuentes. Hay hermosas hayas y robles albares en las  laderas, hasta fresnos de hoja ancha y serbales en el fondo del valle.

Valle de Valdosín, León

Unos dos km. después de La Uña nos encontramos el área recreativa de Los Carbellares, de donde partimos por una variante señalizada del PR LE-20, cruzando por un camino la vega en la que confluyen el arroyo Riosol y el río Valdosín (o río Esla, según teorías).

Después de pasar un puente cogemos la pista de Valdosín, que es el acceso principal de esta ruta, y que viene del término de la Fuente Turriente, a 800 m. de la Uña, donde quedó el autobús para recogernos al regreso.

Caminamos entre prados inundados de agua y de flores amarillas, a la orilla del río cantarín, frente a los acantilados de la llamativa Peña Castiello (1354 m), que la rodeamos por su base, pasando por un estrechamiento, para salir después al ancho valle y vega de Valdosín con amplios pastizales y hayedos silvestres.

Llegamos al redil de esta vega a las faldas de Peña Ten, donde confluyen tres valles, dejando la pista y el arroyo Valdosín a la izquierda y a la derecha el del arroyo de la Majada Castellana, para continuar al norte, por el del medio. Vimos la Peña Ten (2142m) a nuestra derecha, al este, y la Peña Pileñes (2019m), un poco más a la izda, que acaba en un visible collado.

Paramos junto a la edificación del redil y algunos dejamos las mochilas allí, mientras avanzamos al encuentro del arroyo Naranco, la fuente del Esla que íbamos buscando y  que ya se vislumbraba subiendo a nuestra izquierda.

Peña Ten en el fondo del valle.

Al regresar nos dirigimos a la ladera de enfrente para adentrarnos en los acebos. Subimos a ver el acebal y hacer unas fotos en su interior. Entre la masa arbórea hay enormes cabidades, donde se refugian los osos y otros animales salvajes, para invernar.

Luego regresamos por donde habíamos venido. Pero por una senda podríamos haber subido hasta el Puerto de Ventaniella (1427 m), límite de León y Asturias, que fue uno de los pasos importantes de acceso a la cornisa cantábrica por el concejo del Ponga. Tuvo una importancia muy grande en las guerras de Roma contra Cántabros y Astures y en los siglos de pacificación y civilización posteriores. Hoy en día es infranqueable, por la desidia de nuestro pueblo y sus políticos.

En el valle  existe uno de esos árboles espectaculares, un haya singular. Es un ejemplar catalogado, que ha sobrevivido durante cientos de años a tempestades, nevadas y a la mano del hombre.. Una vez traspasada la Peña del Castiello, hay un cartel indicativo. Se ascienden unos 100 m por la ladera y se llega hasta el haya.


23 mayo 2011

Las fuentes del Esla

El Esla, el río que más caudal aporta al Duero de entre todos sus afluentes, ha sido objeto de polémica desde siempre, para establecer dónde nace, cuál es la fuente que merece llevar su nombre desde el principio, por ser la más caudalosa...Por eso, los amigos Legionenses hicimos esta excursión buscando las fuentes del Esla y el autobús nos dejó en el alto del puerto de las Señales, junto a Tarna y desde allí anduvimos todo el valle de Riosol, que podéis ver aquí las fotos.


No existe duda, partir de Riaño estamos hablando del Astura, de los historiadores romanos, del Estola ó Estula medieval, del Esla actual. Pero es desde ahí hacia las respectivas fuentes donde está la controversia, que tiene apasionados defensores por dos ramales.

Si nos remontamos en el tiempo hasta donde nos permiten los registros escritos, hay numerosos documentos medievales que dan el nombre de Lusu al río que pasa por Burón, al que baña el pueblo de Vegacerneja Oza y Bierón al de Pedrosa. Son nombres ibéricos, prerromanos.


Que el Esla debe llamarse a las aguas que bajan de Pandetrave, San Glorio y Picones lo defiende Antonio Valbuena, escritor nacido en Pedrosa en 1844, que fue conocido en su época por ser un polemista incansable.
Valle de Riosol, León


Los defensores del nacimiento del Esla en el ramal occidental son, entre otros, José González, canónigo de Crémenes,
  y el padre Eutimio Martino.

Al P. Eutimio Martino le oí esta hermosa poesía, obra de su ingenio y de su amor al agua que fluye:


Hasta que se forma un río
Las fuentes río no son
Y cuando se forma el río
¿Quién sabe dónde nació?

Esto es lo que ocurre con el río Esla, que trae en contienda a los geógrafos y a los filólogos, estudiando la historia y el caminar de este histórico río.

Nosotros anduvimos buscándole por el hermoso Valle de Valdosín y podéis ver aquí las fotos.

Al contrario de lo que ocurre con otros ríos como el Ebro o el Duero, cuyas fuentes son conocidas y reconocidas desde antiguo, la similitud de caudal de las dos corrientes que confluyen en Riaño ha mantenido la duda y en ocasiones polémica.

En el siglo pasado, el XX de nuestra era, se ha impuesto, al menos en los mapas oficiales, la designación de Esla para el río que tiene su principal fuente en el valle de Valdosín y recoge las aguas de Valdeburón, antes llamado Suso, dando el nombre de Yuso al río que llega desde el este, de la Tierra de la Reina.

La opinión de D. José Mª Canal, de cuyo libro “El Concejo de Burón” se decanta por la dificultad de un pronunciamiento categórico, en base a que, según dice, antes de 1900, en los documentos locales de los pueblos nunca se menciona el nombre propio del río, sino la expresión “río caudal” ó “río grande”.

Este autor asegura que ha visitado todas las fuentes principales del Esla, para compararlas. Opina que la más abundante, “y mana igual todo el año”, es la fuente del arroyo del Naranco, en Valdosín. Cita como su más directa competidora en cuanto a caudal a la fuente de Maraña, mientras que a la fuente Erendia, de Acebedo, “muy fría en verano” , la de Pisa, en Los Espejos, y la del río Naranco, en Llánaves, les da un valor de “tres a diez” respecto a la primera.

También son importantes los caudales del río de Casasuertes, con muchos nacientes, las fuentes de los Pielgos, en Retuerto, la del Valle de la Iglesia, en el término de Valdeón, la fuente de Jacob, en La Vega, y la del Pidorrio, en Cuénabres.

El Esla cuando desagua lleva más caudal que el propio Duero. Tiene una longitud de 286 km y drena una cuenca de 16 163 km². Sus aguas son retenidas en el embalse de Riaño primero, y en el de Ricobayo después. Ambos embalses obligaron a trasladar algunos monumentos, como las iglesias de Pedrosa del Rey, la de Nuestra Señora del Rosario, o la de San Pedro de la Nave.

Muchos de los topónimos de pueblos de la zona deben su nombre a este río, como por ejemplo: «Villa Fértil a orillas del Río Astura», Vega del Esla, Mansilla de las Mulas, etc. De su cauce en el siglo XIX se derivó el canal del Esla para regar la Vega de Toral.

Sus principales afluentes son:

    * río Porma, con 79 km y una cuenca de 1147 km²
    * río Bernesga, con una longitud de 77 km y una cuenca de 1162 km²
    * río Cea, con 157 km y una cuenca de 2019 km²; el único que desemboca por su margen izquierda.
    * río Órbigo, con 162 km y una cuenca de 4995 km²
    * río Tera, con 139 km y una cuenca de 2415 km²
    * río Aliste, con 60 km y una cuenca de 1163 km²

Nuestra provincia de León es la que más kilómetros de cursos de agua tiene en todo el territorio nacional, quizá por eso los nombres de agua proliferan, topónimos que dan testimonio de pobladores muy antiguos, cuyas lenguas desconocidas han ido nombrando y repitiendo hidrónimos, a través de los siglos.

El nombre del río Esla deriva de Estura, vocablo que da nombre a sus habitantes, los Astures. El P. Eutimio cree que otra palabra antigua de río o caudal de agua, fue Salio o Salia, que encontramos en otras palabras derivadas como Vía Saliámica, Sella, Mansilla o incluso en Esla.

Hay mucho que estudiar y disfrutar con el conocimiento de nuestros ríos leoneses. ¿verdad?

12 mayo 2011

Sahagún, León


Cuando los Amigos de las Madres Benedictinas de Nuestra Señora de Carbajal de León, nos reunimos en el encuentro semestral de mayo del 2011, teníamos interés en visitar los monasterios de las MM Benedictinas de Sahagún y S. Pedro de las Dueñas y acercarnos a estas monjitas, portadoras de un carisma, que ilumina y embellece más, que las nobles piedras y la historia de sus edificios.

S. Pedro de las Dueñas, LeónPrimero visitamos el monasterio de S. Pedro de las Dueñas, donde fuimos acogidos con cariño y obsequiados durante la comida conventual con el cántico de bendición de la mesa, por la madre abadesa y las monjas que nos servían. Nos enseñaron la iglesia y disfrutamos de la belleza y retiro de su jardín.


Después nos acercamos a Sahagún, donde de nuevo recibimos muestras de afecto y dedicación, mientras nos mostraban el museo y la iglesia. Compartimos los rezos de Vísperas, al final de nuestro encuentro, mientras las voces y acordes de su afamado órgano, nos elevaban en la oración.



Las Madres Benedictinas han sabido conservar la herencia del esplendoroso pasado, del antiguo y desaparecido monasterio Real de S. Benito de Sahagún y de otros, como el de Trianos, al que perteneció el retablo mayor de su iglesia.



Sahagún, LeónHablemos de la importancia de Sahagún, ya en tiempo de los romanos, pues en esa época, en el entorno de Sahagún se situaba la mansito romana de Camala, en la via I, que enlazaba Legio con Italia.

Aquí existía ya un primitivo santuario. El poblado tuvo lugar a la sombra de un monasterio dedicado a los santos Facundo y Primitivo, hijos de San Marcelo y Santa Nonia, y hermanos a su vez de otros diez santos mártires. Eran legionarios romanos convertidos al cristianismo y fueron perseguidos, martirizados y arrojados al río Cea. Los cristianos recogieron sus cuerpos y levantaron un primitivo santuario (Domnos Sanctos) consagrado a ambos, antes del siglo IX.

Sahagún, monasterio MM BenedictinasLos musulmanes lo destruyeron en varias ocasiones y varios reyes cristianos protegieron los centros religiosos, ubicados en las proximidades de la frontera, como baluartes de la misma, convirtiéndolas en iglesias-fortaleza.

El rey Alfonso III el Magno, tratando de revitalizar la vida monástica del norte de España mandó venir a numerosas comunidades, que permanecían en territorio musulmán para que revitalizaran la vida monástica y se ocuparan de los arruinados monasterios.

Así el de Sahagún, en el 872 , lo donó a monjes provenientes de Córdoba, que restauraron la vida monástica.

El mayor impulsor fue el rey Alfonso VI.
Cuando su hermano, el rey Sancho de Castilla le arrebató el reino de León, que había recibido en el desmembramiento del reino leonés, tras la herencia de su padre, entonces, fue confinado en el monasterio de Sahagún.
El abad le ayudó a escapar y el destronado marchó a la corte mora de Toledo, cuyas parias le habían correspondido en la herencia a acogerse a su protección.

Cuando Sancho cayó en el cerco de Zamora, luchando contra su hermana Urraca, Alfonso recuperó León y anexionó Castilla y empezó a compensar los favores al monasterio.

De la misma manera que sus padres, Fernando I y la reina Sancha, en un afán expansivo e “internacional”, habían dignificado el incipiente reino leonés, consagrando la iglesia cortesana a S. Isidoro de Sevilla, heredero de la tradición visigótica y del saber de su tiempo y edificado en ella el magnífico panteón románico, Alfonso VI, establece fuertes relaciones con Europa y edifica en Sahagún la gran abadía cisterciense, donde decide ser enterrado.

Su matrimonio con Constanza de Borgoña propiciará la entrada de los monjes de Cluny en la abadía. En 1080 Alfonso VI nombra abad al francés Don Bernardo de Aquitania y en el año 1085 concede a Sahagún los conocidos fueros de Sahagún que propiciaban el crecimiento de la villa, pero siempre bajo el poder de la abadía. Se acrecentó tanto el poder del abad que el rey les cedió la jurisdicción sobre el territorio del monasterio y dependían directamente de la Santa Sede.

Sahagún, León

Introduce el rito romano, a pesar de la resistencia leonesa y la de los monjes mozárabes el abad Bernardo pasa a ser obispo de Toledo, cuando el rey conquista de los árabes la codiciada capital visigótica.

La villa se convirtió en un importante foco cultural, donde convivían hombres de las más distintas razas y culturas, desde comerciantes francos y de otras nacionalidades hasta mudéjares y judíos. En determinados momentos, la tensión entre los distintos grupos sociales, como burgueses y artesanos, originó situaciones conflictivas. Las revueltas de los burgueses facundinos contra el abusivo poder abacial son, junto a las de Santiago de Compostela, paradigma en el Reino de León, tanto por su importancia como por el conocimiento que se tiene de ellas.

El siglo XII en el apogeo tanto de la villa como del monasterio surgen las Crónicas Anónimas, compuestas por los monjes benedicinos del Monasterio dos siglos después de los hechos relatados. La primera comprende desde el momento fundacional hasta 1117 y la segunda narra las rebeliones burguesas acaecidas entre 1237 y 1255.

Sahagún, monasterio MM BenedictinasEntre los hitos más importantes que relatan están la concesión a los burgueses, por parte del Abad Don Diego (1087-1110), de un privilegio por el cual les permitía levantar un recinto amurallado en la villa, y el derecho a acuñar moneda, al menos desde 1116.

“Ayuntáronse de todas partes del uniberso burgueses de muchos e diversos oficios, conbiene saver: herreros, carpinteros, xastres, pelliteros, zapateros, escultores, e omes enseñados en muchas e dibersas artes e oficios, e otrosí personas de diversas e estrañas provincias e reinos, conbiene a saber: gascones, bretones, alemanes, ingleses, borgoñeses, normandos, tolosanos, provinciales, lonbardos, e muchos otros negociadores de diversas naciones e estrañas lenguas. E así el Rey Don Alfonso, pobló e fizo la villa non pequeña.” Primera Crónica Anónima de Sahagún

La importancia del monasterio fue en aumento, llegando a extender su jurisdicción sobre casi un centenar de monasterios, conventos e iglesias, desde el Cantábrico hasta la provincia de Segovia.

Por otra parte, gracias a Clemente VI, en 1347 le fue concedido el poseer su propia universidad, en la cual, bajo Benedicto XIII, en 1403 se podían cursar estudios de Teología, Derecho canónico y Artes liberales. Su importancia fue tal que incluso intercambió honores con la Universidad de Salamanca y suministró catedráticos a la universidad de Alcalá de Henares.

El número inicial de sus habitantes no bajó de 8.000. Se dijo villa, y no ciudad, por ser señorío no episcopal, aunque tan sólo a 50 años de su carta poblacional se le calculan 12.000 habitantes.

Sahagún, monasterio MM BenedictinasAl morir este gran rey en 1109 fue enterrado en el monasterio, al igual que sus esposas.

Desgraciadamente sus restos fueron saqueados y hoy sólo se conservan dos austeros enterramientos, en la iglesia del monasterio de las MM Benedictinas. En uno yace el rey y en el otro tres de sus esposas: Constanza, Berta y Zaida.

En el autobús hablamos de sus cinco esposas, sus distintas procedencias europeas y de la gran personalidad del rey. Sólo tuvo un hijo varón, de la mora Zaida, pero murió en la batalla de Consuegra, de manera que heredó el trono su hija Urraca, una gran reina, a la que los leoneses estamos muy agradecidos.

Se utilizó el panteón funerario por otros reyes y magnates, como Pedro Ansúrez, su fiel amigo, que fundó Valladolid para nuestro rey de León. De esa época es el sarcófago de Alfonso Ansúrez, su hijo, hoy en el Museo Arqueológico Nacional.

Con el paso de los siglos, la decadencia de Sahagún y de su monasterio fue progresiva, lo cual se vio acentuado con la desamortización de Mendizábal, que prácticamente terminó con el espíritu religioso de la villa desde los tiempos de Alfonso VI.

En la Desamortización de Mendizabal de 1837 son sacados a subasta pública los edificios que conforman el monasterio, con la excepción de la Torre del Reloj, por contener el reloj de la villa, y el Arco de San Benito junto al tramo adyacente, por haberse proyectado una carretera bajo el mismo.

Los Amigos de las Benedictinas de León, disfrutamos del encuentro, la camaradería y toda la belleza y buenos sentimientos que nos habían rodeado durante el día. Ahora esperamos la siguiente ocasión, con la seguridad de que seguirá siendo beneficiosa para todos.