17 mayo 2006

LAS CUEVAS DE VALPORQUERO Y VEGACERVERA

Comida con la Peña de Caza de UCECA
El 17 de mayo nos reunimos en el pueblecito leonés de Vegacervera. ¡No dejéis de ver las impresionantes hoces que ha formado el río Torío, desgastando en tajos verticales las enormes paredes de rocas calizas! En este marco incomparable celebramos el ágape suculento de la caza.
Aprovechamos aquí, para repetir los numerosos cumplidos que continuamente se ganaron los cocineros y organizadores, que de manera altruista nos ofrecieron esta fiesta. Todos nos admirábamos, del esfuerzo de cocinar y poner mesa, ¡para 180 personas!. Los compañeros se pasaron aquí gran parte de la semana, tras los preparativos y el condumio. Sin duda el éxito obtenido habrá compensado sus desvelos. Cuadro de honor para Alfredo y su hermano, Camino, Gil y su hijo, Claudio, José Mª, Nacho, y en general a todos los de la Peña de Caza.
La comida estuvo magnífica. Las sopas de truchas a la manera de Hospital de Órbigo fue lo primero que nos llevamos al coleto con gran satisfacción. El ciervo estuvo macerado en vino y sustanciosos condimentos de lunes a miércoles, lavado y adobado luego, para ser guisado el sábado con guisantes, pimientos y patatas fritas.
La sandía y el melón nos facilitaron el aporte de frescor natural, para una sobremesa a la que no le faltaron helados, cafés, chupitos de aguardiente de hierbas, brandy de marca personalizada, queimada y pastas artesanas.
Por la mañana habíamos visitado las incomparables cuevas de Valporquero, no por conocidas menos atractivas. Cada vez que se visitan se descubre la poderosa fuerza
de la naturaleza, que sigue actuando lentamente sobre estalagmitas y estalactitas, las cuales brillan con el reflejo del agua, que aún las cubre y deposita sus minerales pacientemente, para conseguir la magnífica obra de arte que deslumbra nuestros ojos.
El corazón de la montaña leonesa se nos ofrece en esta inmensa cueva viva, en la que los cristalinos arroyos siguen circulando como arterias, formadoras de salas y galerías. Oscura durante más de un millón de años, ahora se ha iluminado y hermanado con el hombre, que la ha tomado cariño y puede dentro de ella comprender el misterio de la vida. Intrépidos deportistas descubren nuevos caminos y salidas al río Torío en lugares muy alejados, disfrutan practicando barranquismo y espeleología, se miden con el obstáculo y comparten sus éxitos. Nosotros vivimos nuestra visita con fantasía y sencillez y volvimos a las praderas de Vegacervera para iniciar el convite.

Mientras trajinaban los organizadores, entre los fogones, nos atrevimos a preguntarles algunas cuestiones de la caza ¿Cuáles son los Cotos de la Peña de Caza de Empleados de Caja España?
Nos dijeron que ICONA sortea los permisos. Este año, para caza mayor, tenían: 2 en Viforcos, 5 en Castrocontrigo y 5 en Tabuyo, en la provincia de León. En ellos se practica la modalidad de “rececho” del corzo. Los cazadores tienen su propio vocabulario, así que nos atrevimos a pedirles explicaciones sobre los términos que usan. Esto quiere decir, que se selecciona el “trofeo”, la mejor “cuerna”, el mejor ejemplar...
El hombre sólo frente al animal, sin perro, al amanecer, a observar... Sólo dos cazadores por coto, en fines de semana, emprenden la persecución, separados, evitando ruidos.
En estas situaciones, quizá, el cazador puede experimentar miles de sensaciones, la naturaleza resurgiendo a un nuevo día, vegetales y animales poniéndose en acción junto al hombre insignificante y arrogante. Las luces y las sombras del ser humano en la inmensidad del paisaje, en la soledad... y el bicho, tomado como enemigo o como compañero de una misma aventura.
¿Y en cuanto a caza menor?
Tienen dos cotos: Uno en Zamora, en Maire de Castroponce y otro en Palencia, en Fuente Andrino, con caza menor autóctona. Explicaron que estos cotos pertenecen a las juntas vecinales, las cuales los alquilan por cinco años prorrogables.
Ahí se caza a perro “en mano”, lo que significa, 4 o 5 personas. Creo que dicho así, parece una actividad en equipo, algo más distendido, incluso... donde se podrá hablar y llegar a compartir alguna confidencia con los otros cazadores.
“A rabo”- dijeron- y eso quería decir que era el perro el que levantaba al vuelo las perdices y había que seguirlas.
¿Y de las batidas de jabalí? Nos explicaron que se solicitan a la Junta de Castilla y León, quien fija los días. Puede haber 12 al año. Se participa en grupo, de hasta 30 cazadores por día. A cada participante se le asigna un puesto, donde no puede moverse. El resto de cazadores caminan el monte con “realas” de perros, es decir con 30 o 40 perros, con muchos. Se intenta “desencamar” a los jabalíes, para que al huir puedan dirigirlos y meterlos a los puestos, donde se abaten.
Finalizada la cacería la comisión, que ha portado en todo-terreno el condumio, prepara la parrillada de chorizos y churrascos de ternera, en el monte. No es de extrañar que se conviertan en expertos cocineros...
¡Esto si que merece la pena!, después de patear entre matojos, con la tensión de aquellos momentos en los que la concentración es tan importante para uno mismo, como para los compañeros, después de soportar las inclemencias del tiempo, de hablar en soliloquio con la naturaleza o de hacer oídos sordos al cansancio o al miedo...¡ qué alegría pillar un buen bocado, regado con buen vino, tomado en amistad!
Pues animaros a engrosar la lista de socios de la Peña- nos dijeron- ¡somos más de 70!

15 mayo 2006

Sra. Munda, Valverde de Sandoval

Para los que han hecho el Camino de Santiago a su paso por León conocerán el antiguo monasterio cisterciense de Santa María de Sandoval, situado en el pueblo de Valverde de Sandoval.

En el año del Señor de 1167 (era de 1205) el Conde Ponce de Minerva y su esposa Dª Estefanía Ramírez, nieta del Conde Pedro Ansúrez, hacen donación de parte de su heredad en Villaverde y Santa Eugenia a Diego Martínez y demás monjes Cistercienses del Monasterio de la Espina, para fundar un Monasterio en Sot (soto) Noval, Saltus Novalis o Sandoval.
 
en la puerta del abad PedroA causa de la Desamortización de Mendizábal,
en 1835 los monjes ya habían sido expulsados y en 1923 el edificio, había caído en el más desolador abandono víctima de la rapiña y otras penurias propias de la desamortización. 

Así seguiría hoy de no haber sido, a mi entender, objeto del desvelo de dos guardianes que han velado por él con cariño y abnegación: Promonumenta y la Sra. Munda.

Promonumenta
es una asociación privada cuyos miembros, con resolución y entrega han inicido la conservación de los monumentos de nuestra provincia, dándolos a conocer mediante conferencias, artículos, denuncias y hasta arrancando los zarzales que se comen nuestro rico patrimonio cultural, ante la desidia de las sucesivas administraciones.

La otra "institución" que ha velado por el Monasterio de Santa María es la Señora Munda, la persona que siempre estaba dispuesta a flanquearnos la entrada, cuando oía el motor de un coche. Ella sabía contar como nadie la historia, anécdotas, chascarrillos...etc. Confieso que más de una vez fui para escuchar sus agudas y en ocasiones punzantes opiniones. Era la memoria viva del monasterio.

Ahora leyendo el periódico del 7 de mayo contemplo con estupor la esquela de la Sra. Munda. Es verdad que era muy anciana, casi tan vieja como el monasterio, lo digo con cariño, en sus 94 años de vida, allí había estado siempre hiciera frío o calor, en verano o en invierno recibiendo a los peregrinos y a todo el que quisiera escucharla.


¡Ay, Sra Munda!:
 
En el obituario del periódico de ese día venían las reseñas de Galbraith el profesor de economía de Harvard, otro longevo luchador algo mayor que tú, nació en 1908 y fue asesor de Roosevelt, Kennedy,Johnson y Carter, autor de "La sociedad opulenta" un clásico de la economía progresista.

El otro, Juan Francois Revel de distinta ideología que el anterior, profesor de filosofía y miembro de la Academia Francesa. Editorialista de "L´Express" y "Le Point". "Ni Marx ni Jesus" es su libro más famoso. ¡Con este si que lo hubieses pasado bien polemizando!

Raimunda Suárez Romero, que así se llamaba la Sra. Munda, nació el 7 de octubre de 1911 y vivía junto al Monasterio. En su casa tenia libros "por si queríamos comprar algo" creo recordar que eran de Dª Concha Casado y del Monasterio de Carrizo, que fundó la esposa del conde Ponce de Minerva, Dª Estefanía Ramírez.

Pero el verdadero valor añadido de disfrutar de tu labor de cicerone entre las nobles ruinas, estaba en tus comentarios, conocidos ya por todos los que te escucharon: Los capiteles mozárabes, los "boxeadores" del ábside, el singular arco toral de la iglesia, por el que preguntabas a los visitantes si podían entender su mixtura formal... y "las pocas Urracas allí enterradas" en alusión a que allí no estaba el sepulcro de Dª Urraca. 

Me sorprendías cuando citabas a Menéndez Pidal ¿D. Ramón? - te decía yo en una pregunta trampa-, No el otro, el arquitecto- me contestabas. Luego le preguntabas a Rosi - Tú, que pareces mas espabilada-¿que ves en este capitel? y señalabas con tu bastón una berza labrada en la piedra, para deleitarnos con tus conocimientos alquímicos divinos y humanos.

Y ahora te has ido con los compañeros de viaje que el destino ha puesto en tu camino. Vete aprendiéndolo, porque me gustaría que cuando me toque a mi pasar por el "trance", vengas a recibirme y me sirvas de guía, tal como te recuerdo, para contarme las anécdotas del camino, que conduce a la mansión del Gran Arquitecto.