01 septiembre 2007

La Valduerna, mi casa. León

Cuando escribo estas líneas se celebra el XLVIII gran premio de velocidad ciudad de la Bañeza, con un atronador ruido por las calles bañezanas, única ciudad española con circuito de velocidad urbano. Conserva una tradición con décadas de motoclub y pilotos de la talla de Ángel Nieto, Alex Crivillé, Jorge Martínez "Aspar" y el legendario Phil Read. Siempre que hay algún acontecimiento me sirve de disculpa para acercarme a la tierra de mi padre y revivir viejos tiempos.
De la Bañeza y sus alrededores hay mucho que contar, cosas ajenas y personales, pues desde niño he sentido la palpitación de la historia en las aguas de los ríos, en las piedras y en los recovecos de Palacios de la Valduerna, donde jugueteaba en libertad.
Tolomeo y Plinio en la antigüedad, nos informan de que la Valduerna, la tierra de los Orniacos, estaba atravesada por la vía romana de Astorga a Braga. Dicen que su capital fue Intercastia , que su dios más famoso fue Teleno y que además de su agricultura era importante el valor aurífero de sus ríos. Además de los Orniacos, estaban asentadas en la zona las tribus de los bedunienses con capital en Bedunia, los amacos en Asturica y los Superatios en Petavonium. Otros autores posteriores citan a los Egurros (Cigurros de Plinio) con capital en Venatia o Veniatia.
Las Médulas
Las minas de oro del noroeste de España tuvieron una gran importancia en la política que siguieron los romanos y no solo en las famosas Médulas, en el Bierzo, sino también en las explotaciones de la ladera oriental del Teleno y en los ríos Duerna, Eria y Turienzo, en los que el oro se encontraba en los depósitos de aluvión, diseminados sobre las vertientes de sus valles. Los aluviones fueron explotados por la fuerza hidráulica de los ríos, como nos explica Plinio el naturalista, localizándose interesantes canales con inscripciones, acueducto y presas, que no dejan de sorprendernos a medida que las investigaciones avanzan. 
El agua de las Médulas es captada a 35 Km en las faldas del Teleno a 1800 m. de altura. Con ella se empleó la técnica del "derribum montium". 

En los ríos Duerna y Eria se utilizó la de los yacimientos en terraza que adoptan la forma de una botella de largo cuello con zanjas longitudinales que terminan en estrías por lo que reciben el nombre de "obra peine".

La gran cantidad de personas, necesarias para remover todo este terreno y las diferentes técnicas de extracción, vivía en unos poblados fuertemente protegidos, que en la toponimia local han recibido el nombre de "coronas". Con un doble muro y su foso podemos apreciarlos todavía en Luyego, Quintanilla y Boisán.

En nuestros días, mi pariente, el arqueólogo Jesús Celis investigó el castro de Sacaojos, hoy Santiago de la Valduerna. 
 No comparto el interés de cambiar los nombres, aunque a algunos les parezcan feos, porque guardan informaciones muy valiosas de épocas pasadas, que incitan a los curiosos  a investigar. Quizá sabiendo la verdadera intención de esos nombres, ya no nos parecen feos. El río Tuerto, nada tiene que ver con ojos físicos, quiere decir torcido, aunque hoy apenas se use esa expresión, y creo yo, que estos "Sacaojos" son salidas de agua, como aún se conserva el topónimo de los "ojos del Guadiana" y que tampoco tienen que ver con la fisionomía de una cara humana. 

Jesús Celis investigó la importancia de este castro que estaba rodeado por dos perímetros ovales amurallados. Era de la I Edad del Hierro y en él se apreciaban industrias metalúrgicas, moldes para fabricar hoces, etc, lo que indudablemente precisaba de un gran aporte de agua, que alguna conducción... "sacaba "a  punto de sus necedelante del Castillo de Palacios de la Valduernasidades.

Volviendo los ojos a estos bellos paisajes, la historia nos habla, desde las riberas de los ríos, desde los rincones, que nos rodean cada día. 

De la época de los godos sabemos poco, aunque la famosa batalla de Urbico contra los suevos, según Idacio se desarrolló a cuatro leguas de Astorga. No podría ser en Hospital de Orbigo, como apuntan algunos, sino en otro lugar más cercano a la ciudad, quizá donde apuntan otros, junto al Puente Paulón, entre Palacios y la Bañeza, o si escuchamos al rumor de la tierra, el sitio exacto sería en  prados de Palacios de la Valduerna.

Estas tierras han sido testigos de acontecimientos muy curiosos, como el suceso acaecido en el Siglo VII en tiempos del Rey Egica

Gracias a la crónica del Arzobispo D. Rodrigo de Rada tenemos conocimiento de la disputa del hijo del rey Egica, llamado Vitiza, que hirió con un golpe en la cabeza, en la ciudad de Tuy, al Duque Fabila, padre de D. Pelayo. Dice la crónica que con "ocasión de su mujer". Muerto el duque, fue enterrado cerca del Órbigo en un lugar "que ahora dicen Palacios".

Estudiando aquí y allá se va encontrando, la importancia de estas tierras, a lo largo de los siglos.

El caballero del halcónEn la Edad Media, con Alfonso III, nos encontramos con un noble llamado Ruy Fernández de Valduerna.

¡ Qué curioso, que en uno de nuestros viajes, hemos encontrado en la iglesia de la Magdalena, de Aguilar de Campó, referencia de que se encontraba hasta hace poco, quizá aún se encuentre, el sepulcro de Fernán Rodríguez Duc de Valduerna!

De su apellido se deduce su pertenencia a la Valduerna, ¿quizá sería hijo o pariente de Rodrigo Fernández?

Rodrigo Fernández de Valduerna fundó el convento de Villoria de Orbigo. En 1243 es encomendado a los Premostratenses, bajo la jurisdicción del Abad de Aguilar de Campoo, donde ingresó como religioso D. Rodrigo haciendo vida monástica hasta su fallecimiento. En el Siglo XVI lo ocupan las monjas premostratenses de Santa Sofía de Toro, donde sufrían persecuciones por parte de forajidos. En 1655 hubo un gran incendio, que las obligó a residir temporalmente en Astorga, algunos años después una violenta crecida del Órbigo inunda el monasterio y finalmente la Desamortización de Mendizabal las priva de todas sus rentas.

También se dice que en la Edad Media hubo una repoblación mozarabe de los Beni Aiza de donde podría provenir el nombre de "Bañeza".

Por estas tierras estuvieron los reyes cristianos, reutilizando los restos del esplendor romano. Ramiro II mandó construir el monasterio de San Miguel de Destriana, que sirvió de panteón de reyes varios años, sepultando a Ramiro III y sucesores hasta la época de Vermudo el Gotoso, en que los restos se trasladaron a Asturias, por miedo a Almanzor. Más tarde se trasladarían a Astorga y posteriormente a León.

En el Siglo XI, Alfonso V construye un palacio real, en Palacios de la Valduerna y en él se celebró un juicio famoso en el año 1008, por la posesión del lugar San Pelayo de la Valduerna, que la reina Elvira había donado a Velasquita, contra el obispo de Astorga. El juez se llamaba Cidi Didaz y Sampiro figuraba como notario.

Posteriormente, Palacios y Destriana pertenecieron a las Ordenes militares y en 1167 Fernando II dona la mayor parte de la Valduerna a la Orden de San Juan de Jerusalén y el resto al monasterio de San Pedro de Montes. Alfonso IX se lo entrega todo a San Pedro de Montes.

La Orden de Santiago
Según la wikipedia:
Se funda cuando "en el año 1170 el rey Fernando II de León y el obispo de Salamanca, Pedro Suárez de Deza, encargaron a un grupo de trece caballeros, conocidos como los Fratres o Caballeros de Cáceres, la defensa de la ciudad de Cáceres.
Este grupo de caballeros estaba encabezado por Pedro Fernández de Fuentencalada, que era descendiente de los reyes de Navarra, por línea paterna, y de los condes de Barcelona, por la materna.
El origen de la Orden de Santiago se gesta, pues, en estos lugares entre León y Zamora, cuando una partida de aventureros se dedica al pillaje y al robo. Estos grupos estaban capitaneados por Pedro Fernández, natural de Fuente Encalada, en el valle de Vidriales y daban no pocos quebraderos de cabeza a la Corona, teniendo que ir a combatirlos y poner orden en muchas ocasiones. 

Finalmente, el Rey Fernando II acordó crear una orden de Caballería, cediéndoles los pueblos de Valduerna y Destriana.

Debido a las desavenencias entre el rey Fernando II de León con el rey Alfonso VIII de Castilla (con la intervención del Cardenal Jacinto, Legado de Alejandro II) se ve obligado a anularlos, para devolvérselos después. 

En 1365, empieza el expolio, María de Portugal, esposa de Alfonso XI vendió la villa de Palacios, con toda su jurisdicción, a Juan Alfonso de Benavides "El Mozo" por 15.000 maravedís.  

Enrique II despoja a Men de Benavides, de Palacios para dárselo a Juan González de Bazán, su camarero(aunque parece ser que en su testamento se arrepintió).

Juan González de Bazán (1372) es el 1º Señor de Valduerna y se casó con Aldonza Quijada.  
cartel de la casa del Escritor del pueblo Cervantes

Este nombre nos trae a la memoria la extraordinaria novela del Quijote y el debatido lugar en la que se desarrolla. Hay una corriente de opinión, que defiende el Quijote de las "montañas de León". Vedla aquí
No sería peregrino aventurar que en esta época y lugar, en la que muchas casas nobles tuvieron su origen, su desarrollo y su declive, las historias cortesanas del Quijote podrían ser comprendidas y disfrutadas.
Parece que sus anécdotas tienen mayor significado en este enclave y mejor que en cualquier otro ambiente.
De hecho menudean en el texto de la gran obra, nombres y apellidos que aquí se encuentran, bajo el polvo de la historia, como se verá.

Por estas tierras pleiteó Díaz Sánchez de Benavides, descendiente de sus anteriores propietarios. Pedía que le devolvieran la villa y 70.000 maravedís por año de usurpación. Pero los Bazán acabaron dando casi todo, menos Palacios, a los Quiñones, por matrimonio de Juana de Bazán, con Pedro Suárez de Quiñones.

Enrique IV concede el título de vizconde de Palacios de la Valduerna a Pedro González de Bazán, que se casó con Mecía de Quiñones y murió en 1476 dejando tres hijos:
- Juan de Bazán II Vizconde de Palacios de la Valduerna, que se casó con María de Zapata.
- Álvaro de Bazán , Comendador de Castroverde.
- María de Bazán casada con Pedro Alvarez de Osorio, conde de Lemos.
El Vizconde, crea el convento del Sancti Espíritu. Los Franciscanos de Astorga pleitean en Roma con él, por las donaciones que hasta entonces les había concedido a ellos. Después entregaría el convento a los Dominicos. 

A partir de 1476 el señorío empieza a declinar hasta entroncar con los Zúñiga en el Siglo XVI.

Cuando muere el II vizconde Juan de Bazán, hereda su hijo Pedro, casado con Juana de Ulloa. Pedro y su madre María de Zapata conceden a la Bañeza que se aparte de la jurisdicción de Palacios en 1523. Pedro de Bazán, el tercer Vizconde luchó a favor de Carlos V contra los Comuneros.

Su hija María de Bazán, IV Vizcondesa, se casa con Francisco de Zuñiga y Avellaneda y reciben el marquesado de la Bañeza con el título de Marqueses de Miranda, título otorgado por Felipe II 

A partir de aquí los marqueses de la Bañeza o mejor dicho de Miranda, serán también Vizcondes de Palacios.

fiesta de la alubiaLa importancia de estas tierras no declina. Por la Bañeza han pasado los Reyes Católicos, el Emperador Carlos V y hasta Napoleón y sus soldados para participar en la batalla de Astorga.

Para comprender a la sociedad bañezana de finales del Siglo XIX y principios del XX merece la pena leer "Vendimiario" bonita novela del escritor Menas Alonso Llamas

Vendimiario, es la denominación en el calendario revolucionario francés, del mes en que se cosechaba el vino. Alrededor de su elaboración, comercios, farmacias, el círculo mercantil... se desarrolla la trama de la novela e incluso el protagonista invita a su compañera a hacer un recorrido histórico-artístico por la provincia.

Cuando escribimos estas líneas, ya sabéis que se celebra el XLVIII gran premio de velocidad ciudad de la Bañeza. Aquí además de historia hay muchas otras cosas que ver. Siempre hay alguna fiesta.

Otras fiestas de gran tradición, que llenan la ciudad de visitantes y de alegría, son:
los Carnavales, el Santo Potajero, La Semana Santa, y entre muchas otras,

Sed bienvenidos a todos los festejos de esta tierra hospitalaria y alegre.