25 diciembre 2006

Las Merindades, provincia de Burgos

Recordando anteriores excursiones, pusimos nuestra atención en los espléndidos paisajes del norte de Burgos, que vamos recorriendo desde el autobús. violetas en el campo de SantiagoEn este viaje tuvimos ocasión de contemplarlos en unos días soleados y templados, como pocos, pudimos disfrutar de varios lugares hermosos, sobre todo desde el punto de vista ecológico.

Brillan en la memoria las hermosas hoces del Ebro y del Oca, tapizadas de la verde vegetación de sus bosques de ribera, que siguiendo el curso de ambos ríos, para arriba y para abajo recorrimos cada día. Surgen en el recuerdo los roquedos y crestas en sus zonas altas, marcando línea con el cielo, moteadas de escorrentías y repisas en las que anida el buitre...

Disfrutamos del monte de Santiago, con sus hayedos y “sendas de enanitos”, que es como llaman a una especie de calzadas formadas por diaclasas troceadas en losas. En este parque natural visitamos la trampa de los lobos, muy bonita, al estar presentada con grandes figuras de cartón piedra, donde nos fotografiamos. Caminamos tranquilamente por el bosque hasta llegar al espectáculo final.

Fue sorprendente, al encontrarnos de improviso en aquella planicie, ante aquel precipicio, el exuberante salto del Nervión, donde incluso pudimos contemplar un nido de buitres con sus pequeñas crías.

Medina de Pomar: Debe su nombre a los emigrantes mozárabes del S.X y fue el principal enclave de la comarca de las Merindades hasta caer bajo el poder de los Velasco.En tiempos de Felipe II la sede judicial fue trasladada de aquí a Villarcayo y comenzó su declive económico. Aunque en la actualidad podemos seguir admirando su magnifica estructura urbana en una loma junto al Río Trueba.

De esta parte antigua, pudimos admirar la puerta de la Cadena, las torres de los Velasco aunque nos faltaron las finas yeserías mudéjares de su interior.

A propósito, este palacio fue mandado construir en el S.XIV por Pedro Fernández de Velasco con piedras de las casas pertenecientes a sus enemigos los Salazar.

El nombre vasco del que procede Salazar significa Viejos Palacios, los cuales tenía esta familia en tierras del norte de Castilla.

Los Salazar se instalaron en Extremadura cuando el rey FernandoII de León pidió a sus nobles la tarea de conquistar y poblar esas tierras de frontera.

D. Bernalte, vizconde de Cabrera y señor de Aguilar, dona a Ruy González Quijada, al casarse con Juana Sánchez, la Aldea de Valdepalacios, no lejos de Esquivias, donde Cervantes encontraría a Catalina Salazar.

cartel de la casa del Escritor del pueblo Cervantes¡Qué curioso, las familias relacionadas con el Quijote se nos aparecen en cada rincón del antiguo reino! Esto nos hace seguir investigando en las encontradas corrientes de opinión, sobre su origen "en las montañas de León", que el mismo Cervantes pone en boca del personaje del Cautivo. Seguiremos su pista...

Fijándonos en las palabras del guía recuperamos el ritmo de sus explicaciones. Pasamos ante la Iglesia de la Santa Cruz de portada barroca, con pilares de un gótico primitivo.Vimos el convento de San Pedro también de portada barroca.

Visitamos el Convento de Santa Clara, mandado construir en el S.XIV también por los Velasco y utilizado como panteón familiar. Entramos a la iglesia por una puerta gótica con arco carpanel. Ya dentro, pudimos admirar las capillas laterales destinadas a enterramientos y el altar mayor con un magnífico renablo barroco. Merece especial mención la Capilla de la Concepción mandada realizar por D. Pedro Velasco y su esposa Dª Mencia de Mendoza y finalizada por Dª Juana de Aragón, hija natural de Fernando el Católico. Posee una espectacular bóveda estrellada diseñada en su día para ser cubierta con cristales. Además de los sepulcros de D. Bernardino, esposo de Dª Juana y de sus otras esposas, merece la pena contemplar un Cristo yacente de Gregorio Fernández. El retablo de estilo Vigardy estofado por León Picardo, pinturas, relicarios forman un conjunto de gran belleza.

precipicio del salto del Nervión
Partimos para hacer la ruta del Salto del Nervión y desde el mirador de la cascada, contemplamos el impresionante salto del rio sobre un frente calizo de la Sierra Salvada, en una cascada de trescientos metros de altura.

Un camino forestal nos conduce al mirador del cañón del Nervión y el mirador de la Esquina Ruben nos permite divisar paisajes de Álava y Vizcaya.


Al día siguiente empezamos la ruta en Oña: Su nombre parece provenir de "oni" que significa pie (al pie de la montaña). Lo cierto es, que desde antiguo, fué un emplazamiento celta y posteriormente romano. Fernán González le concede fueros y su nieto el conde Sancho García lo elige para fundar en 1011 un monasterio para su hija Tigridia.

Visitando el monasterio, contemplamos los restos de sus torres medievales y la fachada barroca del S XVIII.
Nos recibe el párroco y con gracejo sin igual nos muestra todos los detalles. En el interior de su iglesia contemplamos los bellísimos sepulcros del conde Sancho García, su esposa Urraca y su hija, la reina Dª Mayor. El último conde de Castilla, García Sánchez, el Rey Sancho el Mayor de Navarra y el Rey Sancho II de Castilla.

El párroco, movido por su vocación pedagógica y su buen humor, nos da una clase de música cuando sube al órgano y toca alegremente, mientras nos explica su funcionamiento y la importancia que tuvo en su época.
En la capilla al fondo del retablo barroco está San Iñigo, Abad del monasterio.

No falta S. Froilán con su lobo, conocido bien por los turistas leoneses, que estamos en el grupo y gracias a eso, se gana el premio que ofrece el cura por descubrir al santo: un caramelo. A pesar de la nimiedad del regalo la risa del grupo alegra el recinto.

Nos encanta el carácter chispeante de nuestro guía, del que hace gala en la sacristía, enseñándonos el tamaño de los cajones en los que se guardan las vestiduras sagradas, que podían compararse a los modernos pisos que se ofrecen hoy. Entre bromas y veras llegamos al claustro, donde encontramos los sepulcros de los Condes de la Bureba, junto a ellos, sus hazañas escritas en pergaminos de piedra. Cerca de la puerta, la venerada imagen de la virgen de Oña, glosada por Alfonso X en sus "cantigas".

Tras un descanso continuamos ruta hacia Frías.
Contemplamos desde lejos esta hermosa localidad, con su castillo, con la torre del homenaje en el risco, sus altas casas como colgadas de la roca. Fue la capital de Tobalina hasta que Felipe V concedió la exención de las aldeas del valle, del señorío de los Velasco, Duques de Frías.

En la parroquia de San Vicente nos estrañamos por su torre moderna. La Asociación de vecinos nos explican que no tuvieron más remedio, en su día, que vender la portada románica al Museo del Claustro de Nueva York, pero que actualmente hay gran interés en recuperar el patrimonio de este templo con diversas acciones de voluntariado. En pocos años, ellos mismos han restaurado los muros del edificio y parte de las vidrieras.

La guía nos explicó muchas curiosidades al visitar la muralla, sobre la vigilancia que realizaban los propietarios de las casas adosadas a ella y como estaban edificadas.

Pasamos muy buen rato en el castillo, subiendo a la torre y contemplando el amplio escenario, que desde allí se divisa, fotografiando el caserío convertido en un puzle de tejados y la línea quebrada de almenas de murallas.

En el Barrio de abajo, se ve otra iglesia, la de San Vítores con portada gótica y el antiguo monasterio de Vadillo convertido en almacén.

Abandonamos la ciudad, sin dejar de contemplar a los lejos, la hermosa figura del puente medieval sobre el Ebro, con su gran torreón en el centro, que en su día sirvió para el cobro del peaje.

En Espinosa de los Monteros nos esperaba una guía malhumorada, porque nuestro retraso la obligaba a realizar una explicación apresurada. Tampoco nosotros nos encontramos muy a gusto, cuando descubrimos que ignoraba que antes que reyes castellanos, estas tierras estuvieron gobernadas por reyes leones, que las dieron fueros y las defendieron de enemigos. Pero parece ser, que lo políticamente correcto, obliga a empezar la historia de Castilla y León por los años de la independencia de Castilla. ¡Que algunos aunque ahora no haya guerra se esfuerzan en crear vencidos!

Bueno, pues rencillas a parte, Espinosa de los Monteros es una localidad hermosa, con ese marco de montañas majestuosas y ese aire frío y seco que regalan.

Cuentan los libros que históricamente está ligada a los "monteros" guardianes del sueño del rey ,desde que un caballero del lugar descubriera el intento de asesinato del conde Sancho García.

Visitamos la iglesia de Santa Cecilia con sus altos pináculos góticos. Admiramos el palacio del Marqués de Chiloeches inconfundible por su blasón de enormes dimensiones.
Visitamos también la Torre de los Azulejos de corte renacentista con placas de cerámica. La casa de los Cantimplor, de estilo gótico y otra s muchas que nos dan idea del antiguo esplendor de esta villa.
A la salida del pueblo, como en otros lugares , nos encontramos un precioso castillo cercado por chopos que en otro tiempo pudieron ser lanzas de soldados haciéndole guardia.


Contemplamos las riberas del Ebro recordando a Alberti:

Quisiera quedarme mimbre
en las laderas del Ebro
agua con rumbo a la mar
quisiera, pero no puedo

Y llegamos al enclave natural del Ojo de Guareña. Impresiona la ermita rupestre de San Tirso y San Bernabé erigidas sobre un santuario anterior de origen incierto. Nos llamó la atención otra cueva natural constituida en sala de reuniones del antiguo concejo de Sotocuevas, adornada con pinturas alusivas al martirio de San Tirso.

Cuenta la leyenda que, hace mucho tiempo, un príncipe bajó a las cuevas mas profundas en busca de un fabuloso tesoro escondido, pero nunca volvió.
Lo sigue buscando y es que estas cuevas fueron excavadas por el agua durante miles de años y han servido de habitáculo a nuestros antepasados del neolítico, impresionó a los cronistas árabes de la Edad Media y para que nos hagamos una idea, en la actualidad con 100 Km explorados todavía no las conocemos completamente.

Ya de regreso comimos en Villarcayo, la villa de Arcadio. En 1560 Felipe II la designa cabeza de la merindad de Castilla, por lo que tiene Torre del Corregimiento con la casa del Corregidor, el archivo de las merindades y la cárcel, se guardan también aquí las pesas y medidas que hacían ley en el mercado.

En las guerras carlistas esta ciudad sufrió un incendio que destruyó sus más importantes palacios, por eso la plaza mayor con su Ayuntamiento son del S XIX .

Su iglesia es también de construcción reciente, pero se conserva un rico tesoro artístico y objetos de culto que pertenecían al monasterio de Santa María la Real de Vileña y que fueron trasladados en 1970.

Podemos admirar, gracias a eso, un sepulcro de Dª Urraca , gótico del S.XIII y otro de la familia Rojas del S.XIV y otras tallas y documentos históricos del antiguo monasterio.

En cuanto a la comida, no puedo decir más que fue deliciosa....

11 noviembre 2006

Ciudad Rodrigo, Las Edades del hombre

Ciudad Rodrigo al atardecer Estábamos entusiasmados de realizar esta excursión porque teníamos buenos recuerdos de nuestras anteriores visitas a la provincia... a Candelario y también habíamos estado en Ciudad Rodrigo de camino a Portugal, cuando visitamos Aveiro, Coimbra, Oporto...

En el autobús me ensimismaba con los recuerdos y me entretenía con las conversaciones de los compañeros. Escuchaba a un niño preguntar a su somnoliento progenitor:_"papá, hoy vamos a comer al restaurante Conde Rodrigo en Ciudad Rodrigo... ¿quién era ese señor tan famoso?”

Yo pensé ¡mira que ha habido Rodrigos en la historia! Pero este no era tan conocido como Rodrigo, el Cid de Vivar; ni el Rey godo D. Rodrigo, el de la batalla de Guadalete; ni tampoco el Obispo Rodrigo Jiménez de Rada, el historiador, ni el cantado en romances, matador de los 7 Infantes de Lara. Le expliqué al curioso niño, que este que nos ocupa, el Conde Rodrigo González Girón, no le iba a la zaga a los anteriores.

Este hombre, del cual toma nombre la ciudad, durante el reinado de Alfonso VI, repobló toda esta zona con leoneses y abulenses, para proteger la frontera con Portugal. Famosa desde la antigüedad, ya Ptolomeo cita esta ciudad con el nombre de Mirobriga y posteriormente se la llamó Augustobriga, pero es con su actual denominación como será más conocida.

Pero ¿quién era este hombre? Según cuenta la leyenda o la historia, Rodrigo González, señor de Cisneros, luchó valientemente contra los moros junto a Alfonso VI. En 1086 durante una batalla, todos atacaban al Rey, con el fin de matarle, logrando descabalgarlo. Interviene Rodrigo, cediéndole su caballo y cubriéndose con el manto real, para que le atacaran a él, mientras el rey pasara desapercibido. Se defendió bravamente y al final de la batalla salvó su vida, pero quedó con el manto "hecho jirones" . En agradecimiento, el rey le concede un escudo con tres jirones y un caballo, en recuerdo de la estratagema que urdió para salvarle. Todo ello rodeado por el ajedrezado de los Cisneros, porque para este noble era como un juego desbaratar ejércitos enemigos. Al final, como en los cuentos de hadas y colofón de la historia, el noble caballero terminó casándose con Sancha. la hija del Rey. Y vivieron felices y....

Ya en otras ocasiones, bien camino de la vecina Portugal o en 2003 para hacer la ruta de las fortificaciones de la frontera, UCECA había elegido esta acogedora ciudad y aunque esta vez el motivo central, lo constituye la visita a las "Edades del Hombre", también mereció la pena la visita guiada por el casco histórico que efectuamos a la tarde y que se centró en el exterior de los palacios, la antigua sinagoga y el Ayuntamiento, primordialmente.

Escudo de Ciudad RodrigoEl escudo de la ciudad está formado por las tres columnas romanas, que nos dan la bienvenida a la entrada del casco antiguo. Unos versos anónimos nos aclaran el significado de las mismas:

Cibdad Rodrigo en sennal

de sus onrosas fornnas

se zifra en tres columnas

d´antigua, noble e leal.

Pudimos hacernos fotos junto a las murallas. Llegó a tener ocho puertas y su recorrido nos proporciona un agradable paseo. Hermosamente conservadas, datan del reinado de Fernando II de León, que tiene un monumento a la entrada de la muralla. Un verraco de granito en la plaza ajardinada del castillo nos recuerda su pasado vetón y su dedicación ganadera.

El castillo fue erigido por mandato de Enrique II de Trastamara y la torre del homenaje resalta sobre toda la ciudad. Hoy este castillo se ha reconvertido en Parador de Turismo.

La ciudad llegó a tener treinta parroquias, varios conventos de órdenes religiosas y multitud de Palacios de los nobles, que dan fe de su grandeza y su historia. Las guerras destruyeron y reedificaron la ciudad varias veces, pero la Guerra de la Independencia y la Desamortización arruinaron gran parte de su rico patrimonio artístico. Pasamos ante la iglesia parroquial de San Pedro, de estilo románico-mudéjar, con su inconfundible ladrillo con arcos ciegos, que conserva aún uno de sus ábsides originales. La iglesia de San Andrés, extramuros de la ciudad. La iglesia de San Agustín, de estilo gótico del Siglo XVI, que en su interior guarda varios sepulcros de interés. La Capilla de Cerralbo, ordenada construir a finales del Siglo XVI por el cardenal Francisco Pacheco para su propio enterramiento, de estilo herreriano.

Tres escenasEsperábamos con interés la visita de la muestra de las Edades del Hombre y de la Catedral. Las obras de la Catedral, empiezan en el Siglo XII pero tardarán 6 siglos en concluir, por lo que tiene varios estilos artísticos. La inevitable tecnología nos alcanza en esta ocasión y conectados a unos auriculares vamos desgranando el arte que contemplamos. El interior es de estilo de transición al gótico. El coro es del gótico flamígero....En esta ocasión la XIII muestra de las Edades está dedicada al Kirios, narra la esencia del Señor hecho hombre, su Encarnación, vida pública, Muerte y Resurrección.

"El Salvador según las Escrituras" es el título de la primera sección en la que recoge los anuncios proféticos sobre Cristo. Le siguen " Encarnación, nacimiento, infancia y vida oculta". La tercera está constituida por el "ministerio Público de Cristo" y nos da una idea sobre su predicación y milagros. "El misterio pascual" está dedicado a su pasión muerte y resurrección. Para finalizar en la "Escatología" podemos contemplar imágenes del Juicio Final y a Cristo juez y salvador.

Así pudimos contemplar espectaculares tapices, esculturas, óleos, como la Adoración de los Reyes de Berruguete, que no pudimos ver en Becerril.

Algo curioso fue la decoración de un retablo, con unos tambores giratorios que presentan el nacimiento, bautismo, resurrección etc. según variaba la liturgia. Eran de Gil de Siloé que los realizó hacia 1496. Para no extendernos más remito a nuestra revista hermana Nuevas Iniciativas que muestra una magníficas fotos sobre la exposición.

La catedralLo más bonito de la exposición es oír -¡Mira, mamá, esta es la imagen de nuestro pueblo! - porque de las 204 piezas que se exponen sólo 61 son de Ciudad Rodrigo. Las demás corresponden a diversas localidades de la Comunidad e incluso 11 de ellas a la vecina Portugal. Y allí vimos nosotros, entre la premura del tiempo y la apretura del personal, la Biblia del s. X de S. Isidoro de León, el crucificado románico con su corona y paño dorado del Museo de la Catedral de León o el Cristo contorsionado del Humilladero de la Virgen del Camino.

Echábamos de menos a un guía ya anciano, que hacía también las veces de sacristán, y nos atendió con mucho interés en anteriores excursiones. Cuando preguntamos por él, en el Centro de Recepción, nos aseguraron que sigue como siempre, de lo cual nos alegramos.

El otro plato fuerte y nunca mejor dicho, fue la comida de todo el grupo en el restaurante Conde Rodrigo II, entre amplios y verdes jardines, adornados con cenadores y fuentes y con esculturas de bronce al toro y al mayoral. Luego nos emplazamos para la próxima Exposición, que tendrá lugar en Ponferrada en 2007 (ya sabéis: buen botillo, castañas, vinos de la tierra, orujo...) Bueno, ejem.....y arte

18 octubre 2006

Los Quijada

Mi interés por los Quijada comenzó cuando durante una excursión asocié al caballero leonés Suero de Quiñones, héroe del Paso Honroso, con el no menos célebre D. Quijote (¿de la Mancha?)
Pues bien, buscando a estos dos caballeros he recorrido pueblos y he conocido amigos entrañables de los que os hablaré aquí.

Llegué a enterarme que Suero de Quiñones murió cerca del pueblo de Barcial de la Loma. Se conservaba una piedra y una cruz en el camino al antiguo cementerio en memoria del evento, pero, con la concentración parcelaria, el camino se perdió. Sólo nuestro amigo Esteban, el panadero poeta, es el testigo vivo de aquel acontecimiento. Nosotros recibimos sus explicaciones, hicimos fotos de la piedra que ha quedado y aún tuvimos ocasión de conocer sus poesías y disfrutar de su personalidad y cariño.

Siguiendo pistas descubrimos que D. Suero murió combatiendo con otro caballero, al parecer pariente suyo, Gutiérrez de Quijada.

Nosotros queríamos saber más, para llegar a conocer a un Quijada, del que Miguel de Cervantes, se dice descendiente en línea recta de varón. Podéis verlo en el cap. XLIX "Las aventuras y desafíos que tan bien acabaron en Borgoña los valientes españoles Pedro Barba y Gutiérrez Quijada, de cuya alcurnia yo desciendo en línea recta de varón..."

cartel de la casa del Escritor del pueblo CervantesY es que estamos tras la pista de un Cervantes cuyo origen sería "de las montañas de León", como él mismo dice por boca de su personaje, el Cautivo. Investigamos sobre el Quijote, como podéis ver aquí.



Monasterio, Villagarcía





Pero ¿quiénes fueros los Quijada?

Fueron señores de Villagarcía de Campos, Becilla de Valderaduey, Santa Eufemia del Arroyo, que visitamos en la excursión del “Románico Palentino”, Villanueva de los Caballeros y Barcial de la Loma. Tuvieron posesiones en Medina de Rioseco, Mota del Marqués y Villalón. También en Castro del Rey y Otero del Rey, en Lugo.


El linaje de los Quijada:
Siempre es farragoso rebuscar en la genealogía, pero en esta ocasión no nos queda otro remedio. Para hacernos una idea de cómo se fueron extendiendo por el panorama nacional desplegamos su genealogía.
Arias Quijada, Señor de Villagarcía fue contemporáneo de Alfonso VI de León, le ayudó en la conquista de Toledo, casó con Urraca Vigil y tuvieron un hijo: Arias Quijada.

Cuadro dinástico(s. XIII – XVI)
Gonzalo Quijada
Arias Glz Quijada, Gutierre Glz Quijada, Pedro Glz Quijada, Ferrant Perez Quijada
1247 1253 1253 1236-1289
Hijo de Gutierre:
Fernan Gutierrez Quijada=Aldonza Garcia, Juan Rdz Quijada=Sancha Rdz Leyva
+a. 1311
Hijo de Fernán:
Gutier Glz Quijada=Mª Laso de la Vega, Pedro Fdz Quijada, Elvira Fernández, Maria Fernández,
Hijo de Gutier:
Juan Quijada=Teresa de Guzmán
1349 =Ines Alfonso
1379
Hijo de Juan:
Pedro Fernández de Quijada=Maria Osorio
1403
Gutier Glz Quijada=Elvira Sánchez de Tovar, Sancha Glz Quijada
Hijo de Gutier:
Juan Quijada=Leonor Osorio
+1430 =Blanca Guevara
Hijo de Juan y Leonor: Hijo de Juan y Blanca:
Gutier Glz Quijada=Isabel Padilla Isabel Quijada=Pedro de Ulloa
+1455
Hijo de Gutier:
Juan Quijada=Aldonza Manrique Pedro Fdz Quijada=Elvira de Mendoza
+1530
Hijo de Pedro:
Gutierre Quijada=Maria de Manuel
+1536 +1534
Hijo de Gutierre:
Pedro Quijada Luis Mendez Quijada=Magdalena de Ulloa Ana Alvaro de Mendoza Juan Q
+1535 +1570 +1598 Abadesa+1554 +1553
y Manuel

Fuente: Gonzalo Martínez Díez
Siento que el cuadro no queda bien colocado al pasarlo al soporte web, trataré de explicarlo un poco:

El linaje y sus detalles:
D. Luis Méndez Quijada fue Señor de Villagarcía de Campos, de los Consejos de Estado y Guerra de Felipe II, Caballerizo mayor del príncipe D Carlos, ayo de D. Juan de Austria y Presidente del Consejo de Indias. Casó con Dª Magdalena Ulloa, Hermana del 1º Marqués de la Mora. Murió sin dejar sucesión, pasando su casa a la familia Ocampo.
Ramas derivadas de la troncal anterior, fundaron nuevas casas en la ciudad de Plasencia (Cáceres) y en la Villa de Paredes de Nava, de Frechillas (Palencia). En la de Esquivias del Partido de Illescas en Toledo, de la que procede Ruy González Quijada, Señor de Valdepalacios (D. Quijote, según L.G. Hortigón). En las ciudades de León, Cuenca y Huete.

En este momento conocimos a otro estudioso del Quijote, que está alejado de la corriente oficial.: L.G. Hortigón nos da una bonita tesis de que este Ruy González Quijada, Señor de Valdepalacios es el Quijote, que narra Cervantes.
A finales del Siglo XV Esquivias contaba con 230 vecinos en su mayoría labradores, 37 hidalgos tales como Ávalos, Pérez de Toledo, Quijada, Salazar, Vivar y Vozmediano.
Los Salazar proceden de la montaña de Burgos. Entroncan con los linajes de La Cerca, enemigos de los Velasco. Estos últimos, sus enemigos, les hicieron derribar 58 casas fuertes, para ser luego expulsados de muchos lugares, como vimos en la excursión de Las Merindades. De aquí que los abuelos de la esposa de Cervantes se aposentan en Esquivias, según este investigador. Pero eso es tema para otro día.


Volvimos con nuestra mochila un fin de semana decididos a investigar “in situ” en:

Barcial de la Loma. el viaje nos dio ocasión para charlar de nuevo con Esteban y el buen amigo nos acompañó por el pueblo, nos enseñó la Iglesia de San Pelayo con su rosaleda. 

El comienzo de la obra de la misma es anterior a 1549, tiene 3 naves con una magnífica cubierta de madera, hoy muy deteriorada y en estado de abandono. Se cree que fue construida por Hernán Sánchez, vecino de Aguilar de Campos y ascendencia morisca.

El autor de la torre fue Francisco de Aguilar y su nombre figura en varias partidas del libro de cuentas en 1595. En el interior del templo podemos contemplar un retablo renacentista de mediados del Siglo XVI.

S. Pelayo
 Sobre el sagrario en una hornacina con adornos barrocos se encuentra la imagen de San Pelayo, con atavíos de caballero de la época y muy bien "dotado"
Esteban nos dijo que hubo otra iglesia, la de San Miguel, en ruinas desde 1755, se utilizó posteriormente como cementerio, en la actualidad solo queda un arco de piedra.

Los restos arruinados de un castillo nos hablan del antiguo esplendor de este pueblo del que tenemos constancia escrita ya en el Siglo X en 1095 se hace referencia a "Barcial de la Lomba".

Formó parte del Alfoz de Castroverde de Campos beneficiándose del Fuero otorgado por el monarca leonés Alfonso IX en 1197.

Aparece también el testamento del Rey Juan I "donando las villas de Villagarcía de Campos y Barcial de la Loma a Gutiérrez González de Quijada"

De los Quijada, pasa Barcial a poder de los Condes de Peñaflor, después al Marqués de Alcañices y finalmente fue señorío de los Condes de Fuensaldaña.

Se tiene constancia gráfica de un mapa de 1510 del que hay copias posteriores.
Hay también reseña histórica de que el padre Isla ofició unas misiones en 1758.
Todos los datos históricos así como una copia de los Fueros se pueden ver en la página http://webs.ono.com/usr007/barcial/Barcial
 
Nuestro amigo Esteban nos informó además de que uno de los últimos descendientes de los Quijada, D. José Rodríguez Quijada, vivía en el cercano pueblo de Valencia de Don Juan, así que allí fuimos a visitarle.

Don José es una persona encantadora y nos recibió muy cordialmente. Es un humanista en el Siglo XXI, nos habló de pintura, de historia, de sus vivencias personales y hasta del programa de TV "Un millón para el mejor" que ganó gracias a sus amplios conocimientos de D. Juan de Austria, ¡jugaba con ventaja, porque sus antepasados habían cuidado en Villagarcía de Campos a "Jeromín"!

Nos dijo también que en los archivos de la Colegiata de Villagarcía de Campos, un padre jesuita había investigado sobre su familia y creímos conveniente echar un vistazo.

Villagarcía, Castillo
Villagarcía de Campos: Es la casa matriz de los Quijada y donde Don Luis junto con su esposa, Dª Magdalena de Ulloa criaron a Jeromín, como hemos dicho.


La célebre Intercastia de los vacceos, una de las ciudades más importantes de la vía romana nº XXVII entre Astúrica y Cesaraugusta estuvo situada en este lugar, todavía se aprecian restos del acueducto.

Se conservan las ruinas de un castillo que nos da idea de su antiguo esplendor. http://www.castillosnet.org/programs/castillosnet.php?tip=ficcas&dat=valladolid/VA-CAS-023

Digno de admiración es la Colegiata de San Luis, que aún presenta un gran jardín, rodeando el enorme edificio. Fue construida entre los años 1571 y 1672 por los mejores artistas de la época.

En la página http://www.castillosnet.org/valladolid se nos informa de que esta colegiata junto al Monasterio del Escorial, constituye uno de los mejores relicarios de España y está llena de recuerdos históricos: banderas de Lepanto, el crucifijo de la nao capitana, diversos pergaminos y los sepulcros de D. Luis Quijada y Dª Magdalena de Ulloa.

En el pueblo languidece la iglesia de San Pedro, con singular torre, presenta una portada con alfiz y data de comienzos del Siglo XVI, su retablo obra de del maestro Mateo Enríquez (1613) contiene episodios de la vida de San Pablo.

Buscando a los antepasados de D. Quijote, sí os diré que he visitado estos pueblos hermosos, antaño poderosos y hoy casi despoblados, que me han permitido conocer y conversar con personas estupendas.

En la Crónica del Rey Juan II se dice que Quijada, en 1435 marchó con Pedro Barba a la corte del duque Felipe de Borgoña para retar allí a dos nobles borgoñones y peregrinar de paso a Jerusalem, algo que recoge Cervantes, según hemos mencionado arriba.

Mientras se preparaba el combate con los hijos del conde de S. Polo, como Barba enfermó, Quijada, después de vencer a su contrincante, pidió luchar contra el oponente de su compañero, cosa que el borgoñón rechazó aterrorizado.

Cuando asistió a las Gestas del Passo no lo hizo sólo, sino al frente de nueve gentiles hombres parientes suyos, como nos cuenta Juan de Pineda en el “Libro del Passo Honroso defendido por el excelente caballero Suero de Quiñones” entre estos figuran tres con el apellido Quijada: “Rodrigo Quijada, García Osorio, su primo e Alfons Quijada” ¿Será este el antepasado del Quijote que buscábamos?

Continuará...

29 septiembre 2006

Sayago

Iniciamos esta excursión con la ilusión de visitar la tierra de mi padre: Sayago. Siempre es agradable visitar lugares de los que conservamos un buen recuerdo de momentos anteriores, ver lo que ha cambiado y preguntar por viejos conocidos.

Comenzamos la excursión en la iglesia visigoda de San Pedro de la Nave que es una de las pocas que quedan en el mundo por sus características arquitectónicas. La guía nos contó la leyenda de San Julián que entre otras cosas tenía en su currículo el haberse "cargado" a sus padres. ¡No quiero ni pensar la penitencia que tuvo que hacer el buen hombre para conseguir la santidad!

Partimos luego en dirección a Pereña de la Ribera en la provincia de Salamanca, para visitar las bodegas de Ribera de Pelaza, donde el enólogo nos recibió para explicarnos las características de los vinos que elaboran. A mi me gustó sobre todo que intenten recuperar las viejas cepas de la zona en vez de limitarse a comprar otras nuevas que les permitirían una mayor producción. Nos invitaron a "catar" sus caldos y, claro, subieron mucho el listón en nuestros paladares para degustar el resto de los vinos de los Arribes que nos esperaban durante el fin de semana.

Ya de vuelta, visitamos Fermoselle (Fermosa ella) que haciendo honor a su nombre es una de las localidades más hermosas de la comarca. Nos hicimos fotos en el pórtico de la Iglesia Parroquial del siglo XII. Ya en el interior tuvimos ocasión de admirar magnificos retablos barrocos y un Cristo de la Agonía del que se cuenta la leyenda que al serle robado el sudario que lo cubría se lanzó la maldición de que quien lo hubiese sustraído no volvería a pisar la ciudad y ¿sabéis que pasó? pues que las cigüeñas no volvieron a pasar por la localidad. Ya sabéis quien cargó con las culpas.

Fermoselle es una ciudad con mucha historia a sus espaldas, fue habitada por fenicios, celtas y romanos. En 1205 la entregó al obispo Martín I, el rey leonés Alfonso IX. En el castillo residió su triste esposa Dª. Urraca. También tuvo su importancia en la guerra de los comuneros y fue el último baluarte del obispo Acuña.

Los que pernoctaron en la ciudad tuvieron la oportunidad de visitar las características bodegas , bajo las casas y callejear por el conjunto urbano declarado monumento artístico.
El resto estuvimos en Muga, en un parador recientemente inagurado, que está preparado con todo lujo y magníficamente decorado.

Nosotros aprovechamos para visitar a mis primos en Argañín de Sayago. Estábamos tan a gusto que perdonamos la cena del hotel por una cena improvisada que nos organizaron. Estuvimos todos juntos disfrutando y bromeando con la garrafa del aceite, que debía de tener aguardiente, porque sólo pasaba a las manos de los hombres entre risas.

Al día siguiente realizamos una excursión en barco por los Arribes del Duero , cuyo capitán es nuestro primo. No es por alabar a la familia, pero hace una explicación técnica, completa y chistosa, con la que españoles y portugueses pueden disfrutar en sus respectivos idiomas. Hay un impresionante paraje, que hace de frontera natural con nuestros vecinos portugueses y en él se realiza el recorrido con el catamarán.

Ya habíamos tenido ocasión de contemplar los impresionantes acantilados la tarde anterior, desde el mirador situado junto a la Ermita de Nuestra Señora del Castillo, en Fariza.

Yo conocía el lugar, antes de estar en él, pues mi padre tenía una postal de la procesión de "viriatos". Es lugar de peregrinación de toda la comarca, que en el primer domingo de junio se dirigen en romería con sus altos pendones blancos (ellos los llaman viriatos), para honrar a su patrona, una preciosa talla románica policromada del Siglo XIII.

En la ruta por el río, disfrutamos con las explicaciones de Antonio, el capitán del barco que nos atendió en todo momento, fijando nuestra atención ahora en un nido, después en un águila o unos cormoranes, en curiosidades de la fauna o de la flora e incluso con anécdotas. Nos relató la dura época en la que los contrabandistas de los años 50 pasaban el estraperlo por estos lugares con grave riesgo para sus vidas, desde el apreciado café hasta la voluminosa máquina de coser Singer. Haciendo gala de un humor excelente, estuvo siempre pendiente de nosotros.
Como detalle excepcional nos permitió visitar, a mitad del recorrido, un parque temático situado en pleno acantilado, con una muestra etnográfica de la zona: las antiguas colmenas, chiviteras, una choza circular, un cigüeñal y todo lo necesario para que nos hiciéramos una idea de la dureza de la vida del hombre de la comarca. Terminamos la visita con la exhibición de un búho real y la degustación de un vino de Oporto.

Nos dirigimos luego a la vecina ciudad Miranda de Douro (no olvidemos que el embarcadero se encuentra en territorio portugués). Recorrimos las calles de la ciudad vieja en una visita guiada. Admiramos la catedral y el museo etnográfico. Allí vimos detalles de la vida rural semejantes a los nuestros, por supuesto, ya que sólo nos separa y nos une el río Duero. En la Antiguedad, esta ciudad perteneció al Conventum de Astorga y el idioma mirandés es un dialecto astur-leonés, que ahora se estudia y se potencia.

Viendo en el museo, las fotos del baile de “paliteiros” así como las ropas y gabán de paño verde ,vino a nuestra mente lo que explica Cervantes en el Quijote, sobre el caballero del Verde Gabán y los bailes de las bodas de Camacho (II, cap XX,).

Hay quien dice, Leandro Rodríguez y sus seguidores, que estudiando las distancias a la localidad de Cervantes de Sanabria y los topónimos que anteceden o suceden, la aventura de las bodas corresponde desarrollarse en Sayago.

Es muy chocante leer a Cervantes, decir por boca de D. Quijote: “...no hay para qué obligar al sayagués a que hable como el toledano.” (II, cap XIX) haciendo referencia a esta reminiscencia del leonés-mirandés y respetando y defendiendo su continuidad.
Cervantes parece conocer muy bien esta tierra, pues la cita repetidamente y la elige para ubicar en ella a Dulcinea: “halléla encantada y convertida de princesa en labradora... de bien hablada en rústica y finalmente de Dulcinea del Toboso, en villana de Sayago” (II, cap XXXII).
Puede parecer que está burlándose con estas apreciaciones. No hay para qué ofenderse, si se tratara de las típicas picadillas de vecindad, algo que podría entenderse de pertenecer el autor a la vecina tierra sanabresa.

Cuando el autobús pasaba junto a los restos del Polvorín acertamos a ver desde lejos el cartel del Quijote en Miranda, en el que se cita la visita del héroe a la ciudad, con el caballero del Verde Gabán, D. Diego de Miranda (II, cap XVII).

Y luego comimos en un restaurante típico de la ciudad. Nos gustó tanto la comida, que no pudimos por menos que felicitar al chef, como se hace en las películas. Le cantamos el cumpleaños feliz al compañero Camacho ¡qué cumplas muchos más, amigo!

En conclusión: fue un fin de semana redondo.



15 septiembre 2006

Segovia: Las Edades del Hombre

En el año 2003 se realizó en Segovia la muestra de las Edades del Hombre, que nos dio la oportunidad de profundizar en el conocimiento de esta bella ciudad.
Para recordar esta bonita excursión colocamos el relato que en esas fechas hicimos para la revista de Uceca.
Desde que Diego de Colmenares escribió en 1637, en su Historia de la insigne ciudad de Segovia la expresión de que esta ciudad es como una nave que se levanta en un mar de cereal, la hermosura de esta metáfora la ha definido por entero. La proa es su
Alcázar, emplazado en el agudo corte calcáreo de la confluencia de sus dos ríos: El Eresma y el Clamores. La catedral destaca como un mástil y el Acueducto semeja con sus arcadas las ventanas de una alta popa.
Nosotros entramos en la ciudad por la puerta de muralla de S. Andrés. Una placa recuerda que Quevedo la inmortalizó en su obra El Buscón D. Pablos.
Íbamos mirando el precipicio y los pinares del Pinarillo, por los que solía pasear S. Juan de la Cruz. Junto con Sta Teresa fundaron conventos en esta ciudad y en ella escribieron parte de sus poesías místicas. S. Juan murió en Úbeda y sus restos se trajeron a la ciudad en una comitiva a la que alude Cervantes en el Quijote. También este autor tiene su recuerdo en la ciudad, ya que por la plaza del Azoguejo pasan sus correrías Rinconete y Cortadillo.
Vemos en las casas algo muy típico de la ciudad: el esgrafiado que decora gran parte de los edificios. Esta artesanía consiste en raspar sobre los reboques de las fachadas dibujos artísticos, a veces grecas bordeando los vanos, a veces adornos que cubren casi todo el frente. Hoy en día sigue viva la tradición, aunque se emplean máquinas para realizarlo.
Llegamos al Alcázar. El edificio es magnífico, dicen que sirvió de inspiración a Walt Disney para el suyo. Varios reyes lo ocuparon y lo mejoraron. Desde él, Alfonso X hizo preguntas a las estrellas, sirvió de luna de miel a Felipe II, de asentamiento de la corte fabulosa de Juan II y el que se sintió en él como ciudadano segoviano, fue Enrique IV, que lo dotó de hermosas salas y lo revistió con un cariño especial. Luego su sucesora, Isabel la Católica, se tuvo que emplear a fondo para convertirse en la reina de la ciudad. Mujer extraordinaria, supo inclinar las voluntades a su voluntad y tuvo el apoyo de la segoviana Beatriz Bobadilla (Palacio de Moya). Después de jurar que respetaría los fueros segovianos fue coronada en la plaza de S. Martín.
Este rinconcito posee varios encantos, los arcos del claustro externo de la iglesia románica, el palacio de Enrique IV, el Torreón de Lozoya, mecenas que ayudó a redescubrir la ciudad con los literatos de principio de siglo XX, la torre de los D´Avila: guerreros, obispos, mecenas, que trajeron la imprenta en 1472, la estatua del comunero sacrificado, Juan Bravo, la plaza de las sirenas..., que son esfinges...
Lo que nos llamó poderosamente la atención fue contemplar la sinagoga convertida en clausura de clarisas, un edificio empinado en el cubo de la muralla, cuyo interior vela a ojos curiosos las bellezas de la antigua construcción. La guía nos enseñó la raja del muro, por donde escapó milagrosamente la Sagrada Forma, antes de recorrer la Catorcena de iglesias que ahora tienen el privilegio de celebrar las fiestas del Corpus. Muchas leyendas tiene la ciudad, algunas, como la dicha, emigran de una ciudad a otra, tratando de enseñar a los conversos el poderío cristiano. En las Peñas Grajeras, que lindan con el monasterio de la Fuencisla, patrona de la ciudad, se cuenta la de la judía Esther cristianizada como María del Salto, al salvarse tras ser arrojada desde ellas.
Pero la que no dejaremos de contaros es la de la construcción del Acueducto: Había una vez una muchacha aguadora, cansada de su trabajo, acepta la oferta del diablo: dar su alma a cambio de una traída de agua, que sería capaz de hacer en una sola noche. Pero milagrosamente salva su alma, el amanecer surge cuando le falta un sólo sillar.
La obra arquitectónica del arte para la utilidad, conducciones de agua desde los neveros de Sierra de Guadarrama. Sublimidad artística, el estilo de la simplicidad, la elegancia, la grandiosidad, piedras sin argamasa, salvando un gran desnivel.
Mucho queda por hablar de la ciudad, de su catedral: “la dama de las catedrales”(parece su ancha girola un hermoso polisón) con sus valiosas capillas y de la muestra que en ella se exhibe: obras de Gregorio Fernández, Juan de Juni y otras piezas de valor, que el guía trasmite con la acertada ayuda de un walky-talky individualizado.
Bajo el Acueducto está el restaurante de Cándido, famoso en la gastronomía mundial. Enrique IV, firmó un privilegio para que su mesonero preparara el cochinillo serrano, que en estas tierras se cría, a la usanza y fuera troceado con un plato, que al estrellar sobre el suelo indicaría los comensales que podían participar en él.
Y a su alrededor crecen los mesones profusamente. Nosotros fuimos atendidos como reyes, degustando el preciado manjar, acompañado de otros productos de honda raigambre segoviana: la morcilla, la salchicha, el chorizo, jamón y ... la leche frita con helado.

23 agosto 2006

La Foto

El rostro tras la ventana.
Carta a una anciana del hospital de San Marcos en Paredes de Nava.

Durante la excursión que realizamos a Paredes de Nava tuvimos ocasión de visitar el antiguo hospital de peregrinos de San Marcos, obra civil del S.XV magníficamente restaurada para servir de residencia de ancianos, regentada por las Hijas de la Caridad. Al fin y al cabo, por la vida, peregrinos somos...

La verdad es que era un entorno precioso. Contemplábamos el excelente patio porticado cuando llamó mi atención un movimiento casi imperceptible detrás de la cortina de una ventana, y entonces la vi observándonos desde detrás de las cortinas. Instintivamente disparé mi cámara de fotos, es un acto reflejo que practico a menudo: desde el autobús, durante las comidas, a los monumentos.

Pido perdón a la anciana, ayer vinimos a turbar su paz, penetrando en tromba como si de un grupo de turistas japoneses se tratara, fotografiándolo todo, buscando aprehender el instante.

Al ver su expresión tranquila, recordé los versos del paredeño Jorge Manrique:

Decidme: la hermosura
la gentil frescura y la tez
de la cara
la color e la blancura
cuando viene la vejez
¿Cuál se para?

Mujer: No me atrevía a robarte tu tiempo, posiblemente ya escaso, te pido perdón y por eso te escribo estas letras. Hoy en la tranquilidad de mi casa he repasado los viejos libros del bachiller y ahora pienso que a lo mejor no sabes que me hiciste soñar.

Me recordaste a Azorín y a su hombre junto a una ciudad y un balcón con la cabeza meditadora y triste viendo pasar el tiempo. "No le podrán quitar el dolorido sentir".

Me hubiera gustado decirte, seguro que no te lo imaginas, que me serviste de musa, para rememorar mil poesías. Quisiera que supieras que pasaron por mi cabeza los versos de Ronsard, de Manrique, de Garcilaso y también de Azorín. Pero no me atreví a hablarte. Te pido perdón por mi timidez. ¡Seguro que hubiéramos pasado un buen rato juntos disfrutando de tus experiencias!

Espero, de alguna manera, hacerte llegar estas notas garrapateadas que escribo en esta mañana de domingo, para decirte que me has hecho muy feliz en este mundo apresurado y que deseo lo mejor para ti y para las Hermanitas que con tanto esmero te cuidan.

08 julio 2006

Espicha 2006

Como en otras ocasiones, la primera excursión multitudinaria para inaugurar la temporada fue la Espicha en Asturias. También nuestros aguerridos montañeros han elegido para iniciar su deporte, la ruta de las Xanas, entre los bellos parajes que nos brinda la geografía asturiana.

Bien es verdad que otras veces disimulábamos un poco la comilona con aspectos culturales. El año pasado, por ejemplo, visitamos el museo del Jurásico en Colunga, el anterior fuimos a ver el museo de Bellas Artes de Oviedo, en otra ocasión tuvimos un recorrido guiado por el casco antiguo, o visitamos los monumentos del arte ramirense del Naranco, o hacia Avilés con recorrido en trenín de la FEVE. Recuerdo, en fin, una ocasión en que nos perdimos con todo el autobús y llegamos al lagar de Quelo, escoltados por la Guardia Civil de Tráfico como si de personajes de gran relevancia se tratase. Solo nos faltó un recibimiento con gaiteros en esa ocasión.

Pero esta vez....hicimos la preceptiva parada técnica en Oviedo, por lo que nos conformamos con contemplar el paisaje durante el recorrido, y... ¡a seguir a Tiñana! sin perdida de tiempo.

Me dijo un hombre del lugar que este pueblo está rodeado de hermosas fuentes con nombres inspirados, como la fuente del Peralín, de la Monxa, del Sapu y hasta se puede visitar un castro prerromano en el paraje denominado "el castiellu". Son ideas que dejo para conocer en sucesivas visitas, aunque lo que mejor conocemos de Tiñana es el lagar de Quelo.
El lagar data de 1944, aunque los antecedentes se remontan a finales del Siglo pasado. Podéis contemplarlo con todas sus instalaciones en la página http://www.sidraquelo.com

El origen de la Espicha viene de espichar un tonel, donde fermenta y se hace la sidra, es decir, practicarle un pequeño agujero, para poder catar el líquido y así decidir el momento del embotellado. Dicen que antiguamente el propietario del lagar, antes de descorchar la sidra que posteriormente utilizaría para la venta, invitaba a los amigos para que diesen su opinión sobre el producto. Al mismo tiempo y para que la sidra entrase bien, ofrecía un amplio surtido de comida que servía para acompañar: huevos cocidos, empanada, tortilla de patatas, cordero a la estaca. Hoy la tradición culinaria continua con el listón muy alto y por eso nos encanta acudir a la cita anual para degustar sus exquisitos platos y saludar a los amigos.
Es curioso como, con el tiempo vamos aprendiendo algunas palabras y vamos elaborando nuestro diccionario particular.
Por ejemplo ¡a qué ya sabemos que...!: Culín no tiene nada que ver con el sitio en que la espalda pierde su honesto nombre, sino con la cantidad de sidra que nos escancian y que bebemos de una sola vez. Amante tampoco se refiere a nuestras relaciones sexuales, si no más bien a una sidra con un paladar muy grato. Tierna no es la pastora de mirada lánguida que visteis junto a los manzanos de camino al restaurante, sino una sidra que se embotelló sin terminar de fermentar. Dulcina sería la que contiene azúcares residuales con cierto sabor de la que opinan los machistas que "ye de muyeres". Se la denomina Blanda si es ligera de alcohol y Machu o Fecha si tiene un sabor fuerte y con un alto grado. En fin, la que nosotros tomamos habitualmente es la Cantarina que por sus excelentes cualidades invita al canto y al jolgorio, que es lo que más nos gusta.

Otras apreciaciones más técnicas serían Espalmar si comprobamos la permanencia en el tiempo de la espuma en el vaso, después de escanciar la sidra. Dicen que el Palu está constituido por las diferentes cualidades organolépticas (color, aroma, sabor ) que definen a una buena sidra. El Pegue si al beber la sidra cubre las paredes del vaso con una fina cortina de burbujas, cuanto más pequeñas son estas, de mejor calidad es la sidra.
En la página http://www.asturias.web.com
podéis encontrar muchas curiosidades sobre Asturias en general y la sidrina, que nos ocupa ahora y que fue la protagonista de un día muy agradable, en el que saludamos a los compañeros que hace tiempo que no veíamos, disfrutamos de la comida , charlamos, reímos y hasta cantamos un poco, porque ya se sabe: " Y la gente por el prado, no dejará de cantar mientras se escuche una gaita y haya sidra en el lagar"
Pues eso, el año que viene queremos un gaitero que amenice la fiesta, una excursión por los alrededores y os pondremos un diez o un once, ya veremos.

10 junio 2006

Montes Torozos, Urueña, La Santa Espina



Íbamos en el autobús viendo esta inmensa llanura coloreada en cuadrados. Por allá amarillentos de cereal segado, jugosos marrones de tierra recién arada, verdes brillantes de fincas cultivadas, montes pardos de torcidas encinas o altozanos verduzcos de resecas praderas, alternando con manchones de arbolado y colinas blanquecinas: es lo que se denomina Montes Torozos.
Dice Ventura García Escobar que los llamados Montes Torozos son el resultado de una altiplanicie formada en una cordillera de montes que van desde los Pirineos a Portugal y que al cortarse en algunos puntos queda dividida en "trozos" por lo que por degeneración del lenguaje se convierte en Torozos. También hay quien cree este nombre procede de la cercanía a la ciudad de Toro, hasta la que se extienden... Si queréis que juguemos con la etimonología, tan de moda actualmente, el término latino alterium, castellanizado “autero-otero o tor”, generaría torozos que en este caso significaría colinas. Esta definición es nuestra preferida y a ella se suma, si quieres complicarlo un poco más, la de los moriscos que encontraron similitudes en una palabra de su idioma y lo llamaron “tarasa o taraza”.
El balcón de Urueña
Nadie que contemple la belleza de este paisaje puede quedar indiferente ante sus 248 Km de perímetro y 200 Km2 de superficie, con una especie de cerros testigos que se llaman motas.
Nosotros tuvimos una ocasión de lujo de contemplarlo desde el “balcón” que es la puerta de la muralla de Urueña, en un día radiante de luz.
Es Urueña un pueblo fortaleza con castillo en restauración y una muralla paseable en algunos tramos, a la que subimos para contemplar los tejados arracimados en torno a la iglesia parroquial, cuya gran cabecera habla de un proyecto arquitectónico que se quedó truncado.
A lo que dedicamos mayor atención fue a la Fundación Joaquín Díaz, alma de la rehabilitación de este pueblo histórico y del empuje musical y artístico que proyecta. Tuvimos el honor de ser recibidos por el propio Joaquín Díaz en la Casona donde se exponen las 300 piezas de la Colección de instrumentos musicales, la Colección de romances y coplas seleccionados entre más de 3000 que posee su biblioteca, la Colección de grabados de tipos y trajes de época representando una parte entre 500 ejemplares que guarda la Fundación y el Museo de Campanas con la Colección del fundidor de Saldaña Manuel Quintana, que nos explicó con saber apasionado, Aurora.
Fue una agradable sorpresa contemplar, ya en las afueras, la iglesia de la Anunciada, insólita construcción en Castilla y León de estilo románico catalán del Siglo XII. Sus muros presentan los típicos arquillos y pilastras adornadas con bandas lombardas. Posee tres naves, con sus tres ábsides semicirculares, que se muestran al exterior con el añadido del camerín de la Virgen del s.XVI y de la sacristía.
Según bajamos para la Anunciata nos llama la atención unas ruinas, antes castillo, en el que estuvo preso D. Jaime, Conde de Urgel, que en su tiempo perteneció a la corona de Aragón. Fue este el promotor de la iglesia de la Anunciada, lo que explica la presencia de un estilo constructivo pirenaico en esta alejada zona. Lo habitó también Pedro El Cruel con su amante Dª María de Padilla.
En Urueña, sobre el muro del Paseo de Oriente, una placa (nos recuerda que no es nueva la violencia de género) dice:" Aquí murió la joven Luisa Ramos Sánchez el día 3 de octubre de 1927 a las tres de la tarde, a mano airada, a los 18 años de edad. Una oración por su alma". pero es también una historia de amor no correspondida del que la mató a la salida de misa por el "si no eres para mi, no eres para nadie".
En Urueña también, murió Pedro Vélez al ser sorprendido en delicado lance con la prima carnal de Sancho III el Deseado y aún resuena en el aire la terrible sentencia:
"No le den cosa alguna
donde pueda estar echado
y de cuatro en cuatro meses
le sea un miembro quitado,
hasta que con gran dolor
su vivir fuere apagado"
....y es que esto del amor ha sido siempre peligroso.

Mota del Marqués es un ejemplo de ciudad construida sobre una mota, cerro o terraza, como hemos dicho.
La verdad es que sólo pudimos contemplar a lo lejos las ruinas de su castillo en lo alto de un collado, ya que en las afueras de la ciudad hicimos un alto para comer. Debido a la hora no pudimos entrar en su iglesia parroquial, de estilo postherreriano en su torre, ni contemplar el interior del Palacio del Marqués de Viesca obra de mediados del Siglo XVI.
Después de comer nos fuimos al Monasterio de Santa María de la Espina, fundado por Dª Sancha, hermana de Alfonso VII, que conserva una espina de la corona de Cristo.
En los montes cercanos a la Santa Espina, el pequeño Jeromín, que corriendo el tiempo sería D. Juan de Austria, el vencedor de Lepanto, se entrevistaría por primera vez con su hermanastro Felipe II, quien le reconocería como hermano en un documento firmado en la Corte de Valladolid.
Nos explicaron muchos detalles del monasterio y de los tres mecenas que a lo largo de los siglos le habían infundido vida. El tercero fue el ministro franquista, Rafael Cavestain, que creó una Escuela de capacitación agrícola y un poblado próximo. Los alumnos habían preparado unas aulas etnográficas con los apeos y usos labriegos, de los que disfrutamos, menudeando en sus peculiaridades.
En la iglesia se celebraba una boda tras de otra. Los invitados de la segunda, esperaban en la esplanada ajardinada. Nosotros curioseamos las vestimentas, tocados, zapatos y chaquets. Se retrasaba la novia y no queríamos irnos sin verla llegar. Ya desde el autobús acertamos a vislumbrarla, en su coche de postín y... despidiéndonos de ella también dijimos adiós a todo aquello, hasta la próxima excursión.

17 mayo 2006

LAS CUEVAS DE VALPORQUERO Y VEGACERVERA

Comida con la Peña de Caza de UCECA
El 17 de mayo nos reunimos en el pueblecito leonés de Vegacervera. ¡No dejéis de ver las impresionantes hoces que ha formado el río Torío, desgastando en tajos verticales las enormes paredes de rocas calizas! En este marco incomparable celebramos el ágape suculento de la caza.
Aprovechamos aquí, para repetir los numerosos cumplidos que continuamente se ganaron los cocineros y organizadores, que de manera altruista nos ofrecieron esta fiesta. Todos nos admirábamos, del esfuerzo de cocinar y poner mesa, ¡para 180 personas!. Los compañeros se pasaron aquí gran parte de la semana, tras los preparativos y el condumio. Sin duda el éxito obtenido habrá compensado sus desvelos. Cuadro de honor para Alfredo y su hermano, Camino, Gil y su hijo, Claudio, José Mª, Nacho, y en general a todos los de la Peña de Caza.
La comida estuvo magnífica. Las sopas de truchas a la manera de Hospital de Órbigo fue lo primero que nos llevamos al coleto con gran satisfacción. El ciervo estuvo macerado en vino y sustanciosos condimentos de lunes a miércoles, lavado y adobado luego, para ser guisado el sábado con guisantes, pimientos y patatas fritas.
La sandía y el melón nos facilitaron el aporte de frescor natural, para una sobremesa a la que no le faltaron helados, cafés, chupitos de aguardiente de hierbas, brandy de marca personalizada, queimada y pastas artesanas.
Por la mañana habíamos visitado las incomparables cuevas de Valporquero, no por conocidas menos atractivas. Cada vez que se visitan se descubre la poderosa fuerza
de la naturaleza, que sigue actuando lentamente sobre estalagmitas y estalactitas, las cuales brillan con el reflejo del agua, que aún las cubre y deposita sus minerales pacientemente, para conseguir la magnífica obra de arte que deslumbra nuestros ojos.
El corazón de la montaña leonesa se nos ofrece en esta inmensa cueva viva, en la que los cristalinos arroyos siguen circulando como arterias, formadoras de salas y galerías. Oscura durante más de un millón de años, ahora se ha iluminado y hermanado con el hombre, que la ha tomado cariño y puede dentro de ella comprender el misterio de la vida. Intrépidos deportistas descubren nuevos caminos y salidas al río Torío en lugares muy alejados, disfrutan practicando barranquismo y espeleología, se miden con el obstáculo y comparten sus éxitos. Nosotros vivimos nuestra visita con fantasía y sencillez y volvimos a las praderas de Vegacervera para iniciar el convite.

Mientras trajinaban los organizadores, entre los fogones, nos atrevimos a preguntarles algunas cuestiones de la caza ¿Cuáles son los Cotos de la Peña de Caza de Empleados de Caja España?
Nos dijeron que ICONA sortea los permisos. Este año, para caza mayor, tenían: 2 en Viforcos, 5 en Castrocontrigo y 5 en Tabuyo, en la provincia de León. En ellos se practica la modalidad de “rececho” del corzo. Los cazadores tienen su propio vocabulario, así que nos atrevimos a pedirles explicaciones sobre los términos que usan. Esto quiere decir, que se selecciona el “trofeo”, la mejor “cuerna”, el mejor ejemplar...
El hombre sólo frente al animal, sin perro, al amanecer, a observar... Sólo dos cazadores por coto, en fines de semana, emprenden la persecución, separados, evitando ruidos.
En estas situaciones, quizá, el cazador puede experimentar miles de sensaciones, la naturaleza resurgiendo a un nuevo día, vegetales y animales poniéndose en acción junto al hombre insignificante y arrogante. Las luces y las sombras del ser humano en la inmensidad del paisaje, en la soledad... y el bicho, tomado como enemigo o como compañero de una misma aventura.
¿Y en cuanto a caza menor?
Tienen dos cotos: Uno en Zamora, en Maire de Castroponce y otro en Palencia, en Fuente Andrino, con caza menor autóctona. Explicaron que estos cotos pertenecen a las juntas vecinales, las cuales los alquilan por cinco años prorrogables.
Ahí se caza a perro “en mano”, lo que significa, 4 o 5 personas. Creo que dicho así, parece una actividad en equipo, algo más distendido, incluso... donde se podrá hablar y llegar a compartir alguna confidencia con los otros cazadores.
“A rabo”- dijeron- y eso quería decir que era el perro el que levantaba al vuelo las perdices y había que seguirlas.
¿Y de las batidas de jabalí? Nos explicaron que se solicitan a la Junta de Castilla y León, quien fija los días. Puede haber 12 al año. Se participa en grupo, de hasta 30 cazadores por día. A cada participante se le asigna un puesto, donde no puede moverse. El resto de cazadores caminan el monte con “realas” de perros, es decir con 30 o 40 perros, con muchos. Se intenta “desencamar” a los jabalíes, para que al huir puedan dirigirlos y meterlos a los puestos, donde se abaten.
Finalizada la cacería la comisión, que ha portado en todo-terreno el condumio, prepara la parrillada de chorizos y churrascos de ternera, en el monte. No es de extrañar que se conviertan en expertos cocineros...
¡Esto si que merece la pena!, después de patear entre matojos, con la tensión de aquellos momentos en los que la concentración es tan importante para uno mismo, como para los compañeros, después de soportar las inclemencias del tiempo, de hablar en soliloquio con la naturaleza o de hacer oídos sordos al cansancio o al miedo...¡ qué alegría pillar un buen bocado, regado con buen vino, tomado en amistad!
Pues animaros a engrosar la lista de socios de la Peña- nos dijeron- ¡somos más de 70!

15 mayo 2006

Sra. Munda, Valverde de Sandoval

Para los que han hecho el Camino de Santiago a su paso por León conocerán el antiguo monasterio cisterciense de Santa María de Sandoval, situado en el pueblo de Valverde de Sandoval.

En el año del Señor de 1167 (era de 1205) el Conde Ponce de Minerva y su esposa Dª Estefanía Ramírez, nieta del Conde Pedro Ansúrez, hacen donación de parte de su heredad en Villaverde y Santa Eugenia a Diego Martínez y demás monjes Cistercienses del Monasterio de la Espina, para fundar un Monasterio en Sot (soto) Noval, Saltus Novalis o Sandoval.
 
en la puerta del abad PedroA causa de la Desamortización de Mendizábal,
en 1835 los monjes ya habían sido expulsados y en 1923 el edificio, había caído en el más desolador abandono víctima de la rapiña y otras penurias propias de la desamortización. 

Así seguiría hoy de no haber sido, a mi entender, objeto del desvelo de dos guardianes que han velado por él con cariño y abnegación: Promonumenta y la Sra. Munda.

Promonumenta
es una asociación privada cuyos miembros, con resolución y entrega han inicido la conservación de los monumentos de nuestra provincia, dándolos a conocer mediante conferencias, artículos, denuncias y hasta arrancando los zarzales que se comen nuestro rico patrimonio cultural, ante la desidia de las sucesivas administraciones.

La otra "institución" que ha velado por el Monasterio de Santa María es la Señora Munda, la persona que siempre estaba dispuesta a flanquearnos la entrada, cuando oía el motor de un coche. Ella sabía contar como nadie la historia, anécdotas, chascarrillos...etc. Confieso que más de una vez fui para escuchar sus agudas y en ocasiones punzantes opiniones. Era la memoria viva del monasterio.

Ahora leyendo el periódico del 7 de mayo contemplo con estupor la esquela de la Sra. Munda. Es verdad que era muy anciana, casi tan vieja como el monasterio, lo digo con cariño, en sus 94 años de vida, allí había estado siempre hiciera frío o calor, en verano o en invierno recibiendo a los peregrinos y a todo el que quisiera escucharla.


¡Ay, Sra Munda!:
 
En el obituario del periódico de ese día venían las reseñas de Galbraith el profesor de economía de Harvard, otro longevo luchador algo mayor que tú, nació en 1908 y fue asesor de Roosevelt, Kennedy,Johnson y Carter, autor de "La sociedad opulenta" un clásico de la economía progresista.

El otro, Juan Francois Revel de distinta ideología que el anterior, profesor de filosofía y miembro de la Academia Francesa. Editorialista de "L´Express" y "Le Point". "Ni Marx ni Jesus" es su libro más famoso. ¡Con este si que lo hubieses pasado bien polemizando!

Raimunda Suárez Romero, que así se llamaba la Sra. Munda, nació el 7 de octubre de 1911 y vivía junto al Monasterio. En su casa tenia libros "por si queríamos comprar algo" creo recordar que eran de Dª Concha Casado y del Monasterio de Carrizo, que fundó la esposa del conde Ponce de Minerva, Dª Estefanía Ramírez.

Pero el verdadero valor añadido de disfrutar de tu labor de cicerone entre las nobles ruinas, estaba en tus comentarios, conocidos ya por todos los que te escucharon: Los capiteles mozárabes, los "boxeadores" del ábside, el singular arco toral de la iglesia, por el que preguntabas a los visitantes si podían entender su mixtura formal... y "las pocas Urracas allí enterradas" en alusión a que allí no estaba el sepulcro de Dª Urraca. 

Me sorprendías cuando citabas a Menéndez Pidal ¿D. Ramón? - te decía yo en una pregunta trampa-, No el otro, el arquitecto- me contestabas. Luego le preguntabas a Rosi - Tú, que pareces mas espabilada-¿que ves en este capitel? y señalabas con tu bastón una berza labrada en la piedra, para deleitarnos con tus conocimientos alquímicos divinos y humanos.

Y ahora te has ido con los compañeros de viaje que el destino ha puesto en tu camino. Vete aprendiéndolo, porque me gustaría que cuando me toque a mi pasar por el "trance", vengas a recibirme y me sirvas de guía, tal como te recuerdo, para contarme las anécdotas del camino, que conduce a la mansión del Gran Arquitecto.

15 abril 2006

La Coruña y Las Fragas del Eume

Aquella mañana del año 2003,con mucha alegría tomamos el camino de Santiago. Íbamos saliendo de León, por el Camino de Santiago, reflexionando en su fuerza, aunque cómodamente sentados en el autobús y desde él, siempre asomados a la ventanilla, contemplábamos cómo nos alejábamos de la ciudad de León con su catedral sobresaliendo por encima del caserío, blanca como una llama de plata.
Luego al acercarnos a Astorga, la estampa del valle, con el cerro en el que se alza la ciudad y dominando todo, la catedral sonrosada, constituía un espectáculo hermoso en esta mañana de verdor primaveral. Nos mandaban sus rumores los altos de los montes, primero el señorial Teleno, luego los Aquilanos, con la Aquiana mirando a Ponferrada y después las redondeadas elevaciones que ascendían al puerto del Cebrero, monumento natural en el que nos sentíamos parte, pequeña, pero fundamental, en el desarrollo de este camino santiagueño tan universal y personal a la vez. Y ya entrábamos en Galicia...Teníamos ganas de realizar esta excursión a las Fragas del Eume, parque natural privilegiado, en el que la naturaleza vegetal y las aguas sonoras del río son capaces de trasportarnos a un verdadero paraíso.
El término de fraga significa en gallego bosque. Bosque autóctono e intrincado de vegetación y de vida campesina, como el descrito por Wenceslao Fernández Flórez en su obra El bosque animado, que se llevó al cine con éxito, por el buen hacer de nuestros actores españoles.
La Fraga del Eume ha sido catalogada como una de las selvas atlánticas caducifolias mejor conservadas de Europa y de las más extensas de Galicia. Descendimos desde la carretera por una senda zigzigueante entre arbustos y árboles caudales. La espesura de la capa vegetal en el primer tramo del recorrido es abrupta e intrincada.
Cuando era más enmarañada la trocha, nos dimos de bruces con la iglesia de piedra o lo que quedaba del suntuoso monasterio de S. Juan de Caaveiro(s.XII), que, como si de un ser humano se tratara, trepaba sobre un pequeño montículo, señoreando desde el corazón mismo de la fraga. Aquí, en el siglo X, llevó su vida de oración S. Rosendo, obispo de Dumio, fundador de sangre real, hijo de santa Ilduara, hermano de santa Adosinda. En este cenobio, no lejos de castros celtas y restos romanos, entre fragosidades y gargantas, se recibió a Alfonso VII, floreció una culta colegiata y se vivió entre esplendores y desgracias hasta que la desamortización lo llevó a la ruina.
Parecía abrirse al paisaje, edificando su espadaña-torre como puerta a los vientos, como arco triunfal en la mitad de una angosta vía.
Buscando el ambiente por donde anduvieron los monjes, investigamos los alrededores, llegando a contemplar el molino que, aún ruinoso,
marcaba un recodo bellísimo, con la proximidad del alto puente de un solo arco. El lugar parecía similar al de Los puentes del Malpaso, que salió en la última revista, como podéis apreciar. Revivíamos el murmullo del agua en los saltos del río, que se sucedían sobre las piedras.., la luz tamizada por las vibrantes hojas de los árboles, el ojo del puente mirándonos socarrón.
De allí fuimos a encontrarnos con el ancho lecho del río, disfrutando de una senda turística pavimentada y llana que avanzaba paralela a la calmosa marcha del río Eume. En su quieta superficie espejaba la vista de robles rebojos de hoja grande y tierna, de acebos brillantes, avellanos de largos dedos, alisos, castaños frondosos, abedules centelleantes... Junto al agua, el bosque de ribera dotado de laureles, madroños, arces, tejos y olmos...
El guía nos contó la riqueza del parque por las diferentes clases de helechos y hiedras, por la riqueza faunística: las aves, algunas acuáticas, los peces y hasta raros insectos.

Para la comida regresamos al hotel Rías Altas, situado en la Playa de Santa Cristina, que nos ofreció la posibilidad de utilizar sus instalaciones deportivas. Otros paseamos por la playa o nos acercamos al núcleo urbano de Perillo-Oleiros o nos fuimos en el autobús hasta Coruña.
A la mañana siguiente todos estuvimos en la Coruña para mirar la costa desde el emblemático faro de Hércules, para admirarnos de la mejora urbanística de la zona deportiva, para desear la visita del museo del mar o del Domus, la casa de las ciencias. Fuimos a callejear por la zona de copas, sin olvidarnos de degustar los típicos productos gallegos, a fotografiar a María Pita y su plaza Mayor, a pasear la zona portuaria con sus jardines, contemplando el parterre del reloj... A compartir con los compañeros comentarios sobre las casas acristaladas y su arquitectura modernista...y otros puntos de vista sobre el trabajo y el ocio, la vida y la muerte, sobre la alegría y el dolor, sobre todo lo humano y lo divino.
Y tras comer en el hotel, despedida, siempre triste y más en la tierra de la saudade, nos gustaría quedarnos, pero nos conformaremos con regresar y reencontrarnos.
Para saber más:
http://www.xunta.es/conselle/cma/montes.htm

13 abril 2006

CumpleRafa

Cada día te quiero...con amor diferente,
porque cada día eres distinto, soy distinta.

Cada minuto es un instante eterno
de eternidad compartida.

Tus manos se vuelven libertades...
tus ojos nuevas expectativas.

Nuestras mentes exploran infinitos,
nuestro amor las reúne cada día.
Cada vez más autónomos y libres
aspirando a ser UNO con la vida.
13.04.06
S. Buenaventura, Valle del Tiétar, Toledo.

01 abril 2006

Paredes de Nava, Becerril, Villalcázar

Recuerdo ahora aquella tórridas tardes de junio, después de los exámenes de sexto curso, cuando preparábamos la reválida y el profesor de literatura repasaba lo que podía "caer", en medio del calor y la monotonía de la siesta.

-Jorge Manrique- nos decía- fue poeta y soldado, nació en Paredes de Nava y murió joven a consecuencia de las heridas recibidas frente al castillo de Garci-Muñoz, pero lo que le hizo famoso fueron las “Coplas a la muerte de su padre”, 41 estrofas de pie quebrado- que el "profe" nos recitaba como si de una rítmica salmodia se tratase.

Jorge Manrique pensativo..

A mí, con dieciséis años, me parecían algo patibularias: “...cómo se pasa la vida, como se viene la muerte, tan callando...” para ser sinceros lo que me apetecía era que se pasara la hora de clase, para salir a pasear con Rosi.

Después, con el tiempo fui comprendiendo que estaba ante uno de los mejores poemas líricos en lengua castellana y que además de hacer hincapié en la brevedad de la vida y en lo pasajero de los bienes terrenales, típicos de la literatura medieval, tiene ya matices renacentistas, en los que la vida es un campo de batalla, en el que se puede ganar la fama y las glorias terrenales.

Y ahora en la actualidad, yo iba a visitar la tierra que vio nacer al poeta. Hay una magnifica página en internet con enlaces a la historia de la ciudad, sus personajes, monumentos etc. en www.paredesdenava.com

Stº Eugenia y la fuente artesiana

Para los interesados en las manifestaciones culturales y artísticas de la historia de España, la visita a Paredes de Nava es de obligado cumplimiento, siendo cuna de personalidades ilustres como Dª Gregoria Matones, madre del General San Martín "El libertador" o D. Antonio Vallejo-Nájera, padre del médico psiquiatra y escritor. Aunque sin duda, los paredeños más famosos, aparte del ya citado Jorge Manrique, son Pedro y su hijo Alonso Berruguete. Este último llegaría a ser pintor y escultor de la corte de Carlos I.

Pedro Berruguete descendía al parecer de una familia de Hidalgos asentada en Paredes, 50 años antes de su nacimiento. Alrededor del año 1472 marchó a Italia a perfeccionar su arte, trabajando en la corte del mecenas Federico de Montefeltro, pero es a su regreso a España cuando su estilo evoluciona adecuándose a los gustos del país. Disfrutamos de sus pinturas en la Parroquia de Santa Eulalia.

Sta Eulalia

En cuanto a su hijo Alonso, está considerado como el escultor más importante del renacimiento español. Aunque se inició como pintor en el taller de su padre, viajó también a Italia donde entró en contacto con los talleres de Leonardo y Miguel Ángel de cuyas obras queda influenciado. Entre sus creaciones más notables tuvimos ocasión de contemplar la Virgen con Niño.

Visitamos la iglesia de Sta Eulalia, callejeamos entre monasterios y palacios renacentista, admiramos el antiguo Hospital de Peregrinos y acabamos en el Centro de Interpretación asentado en la antigua iglesia de S. Martín. Con nuestra imaginación realizamos un recorrido por el espacio y el tiempo de estas tierras de Campos que sobre la maqueta nos ofrecía “luces” y sombras. Nos hicimos la típica foto con “Berruguete” y subimos a la torre para completar nuestra visión de estas tierras.

En Becerril fuimos recibidos por D. Froilán Espeso Crespo, impulsor y director del Museo que se ha creado en la iglesia de Sta María y por Mercedes, la responsable del Ayuntamiento.


 Iglesia Sta Mª, museo de Arte Sacro


El párroco nos explicó la Iglesia de Santa Eugenia, reconstruida recientemente, en la que en 1545 trabajó Gil de Hontañón y visitamos la iglesia-museo de Santa María, que es del Siglo XV, con un curioso pórtico artesonado del S. XVI, desde el cual, creo yo, se verían muy bien las procesiones. En el interior más artesonados del S.XV. Y casi podríamos decir que esta excursión es un monográfico de la familia Berruguete y de Alejo de Vahía, de este último se exponen más de 20 tallas de Cristos, Vírgenes, Ángeles y Arcángeles, Apóstoles y Santos Dominicos. Pertenece a Berruguete el retablo mayor de la Iglesia, con los famosos reyes profetas entre los que destacamos a David, Salomón...Un ángel con la corona de espinas (nada que ver con el Sr. Rovira), La Santa Faz, El llanto por el Cristo muerto, Ezequiel e Isaías.

Hay también obras de Juan de Juni y Jan Van Dornik y un tríptico de Juan de Flandes . ¡Imprescindible esta excursión! y, para los que no hayáis podido ir, internet es siempre un buen recurso: http://palencia.com/becerril/becerril.htm

Partimos para Villalcázar de Sirga, donde nos esperaba una suculenta comida medieval, amenizada con dulzainas y versos, digna del mejor freire del Temple. Al toque de la música entraban los manjares, portados en andas por los camareros, que los bailaban con arte, antes de posarlos en las mesas al unísono. A la hora del café, el mesonero Pablo preparó una marmita de aguardiente quemado, con rezos al Sr. Santiago, que en el camino nos protege y nos convida.

Después de la sobremesa tuvimos ocasión de visitar la Iglesia de Santa María la Blanca.



Románico ojival del S.XIII con portada de doble friso. Con temor de que se ofendiese el cura que oficiaba la misa, echamos un vistazo al retablo mayor con 27 pinturas sobre los misterios de Cristo, atribuidos al maestro de Villalcázar. Mayor atención dedicamos a la capilla funeraria con el sepulcro del infante D. Felipe, hermano de Alfonso X , el de la mujer de un caballero Templario ¿Se casaban en aquella época los freires templarios?

Admiramos a una Virgen Blanca, policromada, a la que según la tradición, Alfonso X el Sabio dedicó catorce milagros de sus “Cantigas”.

En resumen: un día lleno de arte, literatura y buen yantar digno del mejor mecenas, como corresponde.