14 abril 2015

10 La Dama de Arintero, los freires templarios y más

10ªHistorias y Leyendas El Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
             
Los peregrinos del Viejo Camino de Santiago parten del río Curueño hacia el  Torío, hallando Damas Guerreras y descubrimientos sorprendentes.

Nos encontramos junto a las cristalinas aguas del río Curueño, hipnotizados con el espejear de los rayos del sol bajo el puente de Valdepiélago. Aún recordamos a los héroes guerreros de la semana pasada, Curueño y la bella Porma. No fue ella la única mujer atrevida y valiente que dieron estas tierras, siguiendo río arriba podríamos llegar al pueblo de Arintero, donde se origina la historia de la Dama de Arintero.
La Dama de Arintero fue una mujer que se disfrazó de varón para salvaguardar el honor de su casa durante las guerras de los Reyes Católicos.


Se trata de una mujer luchadora, que allá por el año de 1476  impresionó a cuantos la conocieron. Iba camino de una guerra de hombres en la que tenía que enrolarse disfrazada de varón, para salvaguardar el honor de la familia. Se llamaba Juana García pero como las mujeres no podían participar en las contiendas bélicas se cambió el nombre por el de Caballero Oliveros, la historia la inmortalizó como La Dama de Arintero.

Escudo de la Dama de Arintero
Foto de Rafael Cid: Escudo de la Dama de Arintero

El padre de la Dama, por su condición de hidalgo debía luchar en la guerra que los Reyes Católicos sostenían contra Juana La Beltraneja. No eran tiempos para dudar del lado de quién se estaba, pero él era anciano o sus fuerzas declinaban y no tenía hijo varón. A los ruegos de Juanita, aceptó que ella le sustituyera. El Caballero Oliveros lucha valientemente escondiendo su feminidad tanto en los combates como en los tiempos de sosiego, cuando los hombres frecuentan tabernas y mercados. Sin embargo, la leyenda cuenta que el capitán de la guardia, un caballero notable, se enamoró de ella.
Esto se canta en coplas que inundaron nuestros mercados en épocas pasadas, eran las "coplas de ciegos", pues ellos las cantaban y las vendían en pliegos de papel unidos por un cordel, por eso se llamaban "pliegos de cordel" y era la literatura al uso de la gente pobre, mientras las clases adineradas, reyes y nobles, disponían de "libros incunables" profusamente adornados con ilustraciones coloreadas o doradas que la imprenta empezaba a generar por Europa.

"Si queréis saber quien es
este valiente guerrero,
quitad las armas y véis
ser la Dama de Arintero.

Conoced los de Arintero
vuestra Dama tan hermosa,
pues que como caballero
fue con su rey valerosa".

En un caluroso día de verano cerca de Toro, en un lugar llamado Peleasgonzalo, cuando se encontraba lavando sus heridas después del duro combate, sus compañeros descubrieron su figura femenina y lo denunciaron al rey: -¡mujer hay en la guerra!- Dijeron. El rey Fernando una vez que la escuchó, premia su hidalguía, la licencia del ejército y la agasaja con prebendas para los habitantes de su casa y solar, pagando una generosa soldada. Al ser informada la reina le parece demasiado galardón y manda la guardia tras ella para arrebatarle los privilegios.

La historia tiene un final un poco triste: la dan alcance en la Cándana, pueblo que estaba en fiesta, donde ella decide retrasarse jugando a los bolos, no sin antes mandar noticia a su casa y enviar por sus criados los pergaminos de privilegios y sus pertenencias. Se enfrenta a sus perseguidores y la Dama muere ante la superioridad numérica de sus enemigos. ¿Sucedería así en la realidad? Yo prefiero pensar que el gallardo capitán de la guardia lucha a su favor en la pelea, consiguiendo huir juntos y felices.

Camino a Arintero
Foto de Rafael Cid: Camino a Arintero

El tema de la mujer guerrera disfrazada de hombre ha proliferado en la literatura y en el cine, últimamente hemos visto la película Mulán, de dibujos animados. Aunque en nuestros días ya no es necesario disfrazarse, porque las mujeres hemos llegado a ocupar los tradicionales puestos de hombres en todos los oficios y también en el ejército.

En estas estábamos cuando llegaron unos peregrinos que nos pidieron que les acompañáramos por el Viejo Camino de Santiago. Eso nos liberó del “pozo” o “Val-de-piélago” en el que tras el laberinto de la jornada anterior nos habíamos retardado, como sucede en el Peregrino Juego de la Oca. Con ellos subimos Por la Bérbula y Morquera hasta Valcésar a visitar la ermita de San Froilán y recordamos el relato de la peregrinación de Leodegundia:
“fueron hasta Dotes junto a la Peña Galicia donde les esperaban los de Covatuerta, Santa Eugenia y Aviados con sus pendones” (pág. 25)
Efectivamente en la parte superior del río de los Molinos existió un pueblo  junto a la abadía de San Pedro de Cavatuerta, en el valle del mismo nombre, entre las montañas de Aviados y Correcillas. Esta abadía fue muy citada en documentos del Siglo X, por donaciones y compraventas, la primera cita del año 963. Según Madoz, fue luego un monasterio templario.

Senda a Cavatuerta
Foto de Rafael Cid: Senda a Cavatuerta

Una vez desaparecida la abadía, se siguió manteniendo el título de abad al que iban ligadas numerosas posesiones. Por esta razón Don Ramiro Núñez de Guzmán, Señor de Aviados en el Siglo XVI pretendió el derecho a nombrar abad, ya que esto le daba la posibilidad de adjudicar limpiamente a su favorecido las numerosas posesiones de la inexistente abadía.

Cavatuerta es un lugar entre las montañas de Aviados y Correcillas, donde antiguamente hubo un monasterio.

Cavatuerta es un lugar poco conocido de nuestra provincia, sin embargo su historia es muy interesante a nuestro juicio, por tres razones. La primera, porque se cree que ha dado origen a la Casa y apellido “Iglesias o de la Iglesia”, nombradía de tiempos muy antiguos: Se considera como progenitor del linaje a un caballero llamado Alvar, un esforzado guerrero que allá por los años 725, en los tiempos del  invicto don Pelayo, ante el ataque de los musulmanes que lo perseguían, se hizo fuerte en una iglesia o ermita, posteriormente llamada San Pedro de Cavatuenta y con sólo ciento cincuenta hombres aguantó las embestidas de más de cinco mil enemigos, defendiéndola con tal ardor, que dio muerte a más de dos mil enemigos.

La segunda porque hubo templarios por aquí. Nos preguntamos ¿Qué andarían buscando, fuerzas de la naturaleza, metales o minerales? En los alrededores hay varias cuevas o “Cavas” ¿habrá algún túnel torcido cuya reminiscencia quede en la palabra “Tuerta”, que significa torcida? ¿La traducción del topónimo o de la antigua iglesia, nos daría pie a pensar en una piedra o dolmen, venerada por los antiguos dentro de una cueva? La cueva del Gobio que se encuentra por los alrededores ¿puede significar un lugar con un retén de soldados en tiempos de los romanos, puesto que la palabra Gobio o gobia significaba grupo armado? ¿siguiendo huellas romanas habrían tratado de reutilizar venas minerales?

Cumbres y bosques
Foto de Rafael Cid: Cumbres y bosques

Cerca de la llana de San Pedro, cuyo nombre era el patronímico de la abadía, existió una explotación en la que se buscó uranio en los años 70.
Al explorar el lugar, inmerso en la  soledad, rodeado de exuberante vegetación, parecía imposible que allí, junto a los muros del ahora inexistente monasterio, se hubieran desarrollado batallas medievales y turbias maniobras políticas, cuyos recuerdos se esconden en legajos sombríos. Me sorprendí cuando me corroboraron que en ese lugar existió una mina de uranio y efectivamente yo había oído hablar en los años setenta de una veta de uranio, que iba desde Cistierna hasta la Robla... De regreso a casa lo comprobamos en internet a través de la hemeroteca del diario El País de 28 de marzo de 1981 y en la página oficial del Valle de Sabero:  http://valledesabero.webhispana.net/uranio.htm   que confirmó información tan sorprendente. Nosotros pobres peregrinos, encontramos estas cosas en el Camino y no salimos de nuestro asombro, que cada cual saque sus propias conclusiones...

Consultad la bibliografía para saber más:

Maximiliano González Flórez, La montaña de los Argüellos

Matías Diez Alonso, Mitos y leyendas de la tierra leonesa

 Javier Tomé, La Dama de Arintero



10 Dama Arintero

Para conocer más Historias y leyendas del Viejo Camino de Santiago en la provincia de León:

9 Valdepiélago





8 Porma y Curueño



Ved el artículo séptimo, Boñar: turismo termal desde la antigüedad

7 Boñar.jpg


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Texto y fotos de  Rosa Fadón y Rafael Cid 



2 comentarios:

luis C. dijo...

Me pregunto como siendo un simple peregrino se puede saber tanto y encontrar hasta vetas de uranio, bueno aunque es grande desde abarca de Cistierna a La Robla.

Menuda cultura e información que teneis.

Rosa Fadón dijo...

Gracias Luis, muchas de las cosas nos las dicen los propios vecinos, que son los que han experimentado y guardado en su memoria lo que les rodea, luego hay que comprobarlo, pero internet ayuda mucho...