
Próximo a Palacios de la Valduerna, aquí podéis ver nuestras fotos. y podéis consultar esta documentación., vamos a visitar el Castro de la Virgen, al norte de Castrotierra, que se encuentra en un cerro pelado de unos 900 m de altura.
En un principio fue un castro celta, para luego ser lugar de vigilancia desde el que los soldados romanos controlaban las rutas que canalizaban el oro al campamento de Villalís, junto a la vía de Bracara a Astúrica. En el siglo XVII se construyó la ermita que hoy se asienta en ese lugar.
La virgen que allí se venera es de románico tardío.
Dice la tradición que en el Siglo V una gran sequía asoló la comarca durante siete años, por lo que los campesinos acudieron a Santo Toribio, el cual les mandó a buscar a la Virgen de Castro para conducirla a la Catedral de Astorga y hacerle un novenario. Los resultados de esta peregrinación fueron los deseados y siempre que se saca a la Virgen llueve, tal y como piden los campesinos, de manera que a la fe de los feligreses se sucede la comprobación meteorológica.

Dice la tradición que en el Siglo V una gran sequía asoló la comarca durante siete años, por lo que los campesinos acudieron a Santo Toribio, el cual les mandó a buscar a la Virgen de Castro para conducirla a la Catedral de Astorga y hacerle un novenario. Los resultados de esta peregrinación fueron los deseados y siempre que se saca a la Virgen llueve, tal y como piden los campesinos, de manera que a la fe de los feligreses se sucede la comprobación meteorológica.

Para organizar la peregrinación en veces sucesivas, se creó la Hermandad de los Procuradores de la Tierra en la época medieval. La peregrinación tiene lugar cada siete años o si hay una fuerte sequía y lo deciden los procuradores. La Virgen pernocta en la capilla de la Catedral y a su regreso de Astorga tiene lugar una gran romería en el monte de encinas, junto al castro.
Desde lo alto del castro, en dirección a Fresno de la Valduerna, se divisa una torre defensiva de la que se dice, que ya existía en el Siglo II bien visible en todo el contorno. Tiene tres plantas y es cuadrada y junto a ella se aprecia aún una gran edificación ¿un campamento o un monasterio?
Toda esta tierra, hoy solitaria, fue escenario de esplendores, casas reales, conventos y vida palaciega y merece la pena venir calladamente a escuchar a los árboles en el rumor de las hojas nuevas, atender el sonido del agua de sus ríos y arroyos extendidos y hasta poner el oído sobre piedras que todos tienen algo que contar.