26 noviembre 2007

Monasterio de Moreruela

El otro día visitamos el monasterio de Moreruela, en la provincia de Zamora, pinchad aquí para ver las fotos.

No nos paramos en Tábara, lo que nos hubiera gustado mucho, porque no estaba previsto en el itinerario.
De Tábara dice la wikipedia: que fue un importante centro monástico de amplia resonancia en el antiguo Reino de León, conocido como San Salvador de Tábara. El cenobio, cuyo asentamiento fue posiblemene edificado sobre anterior ocupación visigoda, fue fundación de San Froilán a finales del s. IX por encargo de Alfonso III, según se relata en la Biblia mozárabe de la catedral de León.

Nosotros preparamos la excursión releyendo aspectos de su historia en el antiguo reino de León y nos alegramos de encontrar aquí a S. Froilán, patrón de la diócesis legionense. S. Froilán fue el fundador, junto a S. Atilano, del primitivo monasterio de Santiago de Moreruela y de otros, pues fue revitalizador de toda esta tierra de Tábara.

El monasterio actual no es el que mandó construir este santo, pues aquel estaba ubicado más cerca del río Esla, zona de mayor influencia política, por su proximidad a Tábara.

Toda esta zona eran humerales, tierras muy pantanosas, hoy entre las lagunas de Villafáfila y las colas del embalse de Ricobayo. No es de extrañar que el primitivo monasterio se derrumbara, por lo que los monjes buscaron un suelo más firme para su nueva edificación.
ábside de la iglesia de Moreruela
Moreruela fue una de las primeras casas que tuvo en España la Orden del Císter.

El monasterio llegó a tener un gran poder económico, destacando también por su importancia artística.

En 1143 Ponce de Cabrera recibió de Alfonso VII unas donaciones para construir el monasterio. 

El que ahora se conserva es el que construye Ponce de Cabrera, es románico, pero se ha hecho famoso porque incorpora soluciones protogóticas.

La cabecera de la Iglesia es la parte mejor conservada del edificio con siete capillas para poder celebrar las numerosas misas que se demandaban en la época. La capilla mayor, con sus amplias ventanas, muros elevados y columnas estilizadas ya anuncian el gótico.

Los cistercienses son un movimiento de reforma benedictina, que reaccionó ante la ostentación y el lujo, buscando la soledad y la oración, colonizando lugares desiertos o pantanosos como este y obligándose a trabajar con sus manos sin siervos.

Su éxito se debe, creo yo, a su política autárquica, a su deseo de autosuficiencia. Sus monasterios pueblan territorios de frontera y a través de donaciones, permutas y compras, ayudados por los legos conversos, emplean a una numerosa mano de obra gratuita, que cultiva la tierra, cuida el ganado, construye molinos y pesqueras junto a los ríos y explota las minas de sal o de hierro.

Organizados todos ellos perfectamente bajo la Regla del Císter, terminan consiguiendo una producción excedentaria, que al venderla proporciona grandes ganancias.

El aumento de sus riquezas obliga a cambiar la Regla de austeridad, pero cuando los monjes se convierten en grandes rentistas se inicia su decadencia.

Las ideas enciclopedistas y un decreto de José Bonaparte hacen que el 02/12/1809 la comunidad de Moreruela, con su Abad, al frente tenga que abandonar la Abadía. Los franceses incautaron dinero, plata, grano, ganado y muebles.

Con la vuelta al poder de Fernando VII regresan los monjes a la abadía, encontrándola en un lamentable estado.

En 1820 son obligados a abandonarlo de nuevo, el Decreto afectaría a 1055 conventos españoles.

En 1823 vuelven los monjes al Cenobio, pero el desastre que se les viene encima, va a ser mayor que en "la francesada", pues en 1833 la Iglesia tiene en España un 18% del total del terreno cultivable de toda la nación y con el gran porcentaje restante, el 82%, los gobernantes no son capaces a  remediar las crisis económicas.

Deciden amortizar los bienes de la iglesia.


En 1835 al no llegar a tener Moreruela 12 monjes profesos, después de seis siglos de vida monacal, desaparece definitivamente el Monasterio y en 1851 ya no quedaba nada por vender de sus antiguas posesiones. Así una de las joyas arquitectónicas más valiosas del mundo se convierte en una "gloriosa ruina"

P1100564Sin embargo, nos queda el recuerdo de los frailes que se formaron aquí:

historiadores como el padre Lobera y Fr. Juan López;

Teólogos como Leandro Postigo y Fr. Gregorio Sanz,

oradores como Fr. Benito de Alarcón,

arquitectos como Fr. Pedro García

y toda una pléyade de gramáticos y poetas.

Este monasterio, como la mayoría de ellos, fue un hervidero de intelectualidad y espiritualidad. Pero todo se perdió.

Me pasé un buen rato observando las marcas de los canteros, que son muy curiosas, desde las cruces, llaves, serpientes y otras más complejas, que parecen símbolos alquímicos.

En la actualidad se está llevando a cabo una restauración y recuperación de restos muy importante. Se conserva parte de la sala capitular, de los dos claustros, sólo quedan los cimientos, las paredes del ala de novicios y la cerca del monasterio casi completa.

...La visita del monasterio ha coincidido con la lectura del libro de Hermenegildo Fuentes: "El Halcón y la Rosa". Está escrito por un zamorano de la comarca, que nos da una visión novelada de la vida monástica y de la vecina ciudad de Sansueña, hoy desaparecida.

cartel de la casa del Escritor del pueblo CervantesDe toda esta tierra y de Sansueña hay mención en el Quijote, no dejéis de leer también este otro libro de Hermenegildo: "D. Quijote de Cervantes, de la Mancha a Sanabria" y nuestras entradas de D. Quijote en el blog.


Otro zamorano también, este de Villafáfila, escribió un monumental "Estudio histórico, artístico y religioso del Real monasterio de Santa Mª de Moreruela", donde se explican todos los detalles que quisieramos descubrir.

Cuando observas la destrucción de estos centros de civilización y progreso, te sientes desolado. La semana anterior visitamos Carracedo así que, más que contemplar el arte me interesa ahora reflexionar ¿qué ha pasado para que los monasterios más importantes de España (y del mundo) se hayan convertido en ruinas?

No sé por qué, pensé en las Cajas de Ahorros, que con Fray Lucas Pacciolo, en principio, nacieron para combatir la usura, ayudando a campesinos y ganaderos, consiguiendo riqueza en todas partes. En la actualidad consiguen grandes beneficios para unos pocos, al igual que los bancos, pero su razón de ser queda reducida a una minúscula Obra Social.

Quizá entre estas líneas se plasmen las inquietudes de nuestra búsqueda, quizá nos las descubran las piedras y nos las cuente el aire, que circunda estos lugares...

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