Salimos a pasear en estos tiempos de pandemia que nos han tocado vivir, por parajes naturales. Tenemos la suerte de que dos ríos rodean nuestra ciudad, el Bernesga y el Torío. Sus bosques de ribera, con chopos centenarios y plantas de toda clase, son gran consuelo para la población.
Este día llegamos al paraje de “la Candamia”, que se encuentra en la margen del río Torío, rodeado por la muralla natural que es el monte Cándamo, desde cuya pequeña altura se contempla la ciudad.
Aprovechando su ubicación a las afueras de la capital leonesa, se ha preparado un jardín cuidado y más allá huertos ciudadanos que sirven de entretenimiento a agricultores nostálgicos. Tiene una bonita laguna en el centro, con
reflejos de vegetación en su interior.
Hay patos, que aunque se esconden entre el follaje, salen a chapucearse y tomar baños de sol o cuando los niños les invitan a participar de sus meriendas.
Nosotros disfrutamos guardando en nuestras retinas los brillos y coloridos del otoño, descubriendo el ir y venir de pajaritos y hasta con suerte, podemos fotografiar una garza.
Charlando por el camino, comentamos un artículo de 20 de mayo de 2019 del Diario de León, titulado “Sin la Candamia no hubiera León”
https://www.diariodeleon.es/articulo/sociedad/candamia-hubiera-leon/201905260400001895080.html
En este articulo, D. Rodrigo Castaño, colaborador de Gelodia, nos hable de la riqueza geológica, histórica y arqueológica de este lugar para mayor gloria de los leoneses. Sus piedras sirvieron para comenzar las obras de la catedral y San Isidoro.
Ahora contemplando desde la altura de estas Lomas de la Candamia, la catedral,tan mágicamente elevada sobre el caserío...
me parece increíble que las primeras rocas procedentes de estos lugares sirvieran para emprender la construcción de una catedral tan espléndida como es nuestra “Pulchra leonina”
y a su izquierda sobresale la torre de la basílica de San Isidoro, evocando su solidez y magnificencia ..
Nos cuentan los autores del artículo, que estas piedras ya se habían utilizado en los muros del campamento y en el anfiteatro romano. ¡Así ha quedado de repelado el collado!
De pequeño, me gustaba contemplar León desde la “cueva del moro” y subir hasta el Castro de los Judíos donde los campesinos de Puente Castro encontraron unas tumbas, mientras araban sus tierras. Después, con el correr del tiempo, pude admirar unas de esas tumbas en un museo de Toledo. Puesto que fue aquí, en las Lomas cerca de Puente Castro donde se asentó el poblado judío a mediados del Siglo XII.
Pasado el tiempo, en Agosto del 2001, transcribí todas mis sensaciones al articulo titulado “De paso por Puente Castro” de la revista Uceca, que editaba Caja España.
Investigamos también la cueva de Gundisalvo, que otros llaman la cueva de San Martín, una iglesia rupestre, que, que se eleva sobre el farallón arcilloso, al este de Villamoros de las Regueras. Está documentada desde el siglo X, ligada a los reyes Sancho ¿y Vermudo II.
Tiene una leyenda muy interesante ¿os la cuento? Ver a D. Justiniano Rodríguez: “Tres cuevas cavadas en las márgenes del Torio” Archivos leoneses 1995 (97-98)
La historia del monje Gundisalvo y la barragana, en la cueva del Torío, que habitaron, nos la cuenta Sánchez Albornoz en “Una ciudad del año mil”
https://www.diariodeleon.es/articulo/destinos/celdas-arcilla-oracion/201612300400001650597.html
Ya no hay eremitas ni barraganas...
Ahora en mis paseos por la Candamia me encuentro con
amigos que corren, andan en bici, pasean como yo, disfrutan de los animales que aquí se encuentran o
o pasean con sus animalitos, algunos tan sorprendentes como estos hurones.
De ellos dicen que fueron domesticados hace la friolera de 2500 años para ayudarnos a cazar conejos. Nos cuenta Plinio el Viejo que Cesar Augusto envió una partida para eliminar una plaga en las islas baleares.
Pero, estad atentos, porque este paisaje ahora idílico no ha sido siempre así, pues existe la leyenda de que los judíos, al ser expulsados de España por los reyes católicos escondieron por aquí sus tesoros y el rabino encargó su custodia a una hermosa judía.
Pasado el tiempo y olvidada
totalmente por sus correligionarios, se fue a ver a una bruja del abadengo,
para que la diera una pócima y conservara así su lozanía.
Parece ser que solo se hace visible la noche de San Juan. A pesar de todo, yo vigilo a las féminas que pasan a mi lado haciendo footing no vaya a ser que...
Si os queda algo de tiempo leed el artículo
que hace un análisis muy exhaustivo del mito del tesoro
encantado y la mujer que lo custodia.
Podríamos seguir, en fin con nuestras evocaciones y seguir soñando con las montañas que se ven desde el alto de las lomas. Al fondo el pico Correcillas, la Valdorria, Mampodre... y por el otro lado; Fontún, cueto San Mateo o Pajares.
Poco a poco fue cayendo la tarde así que lo dejamos aquí.
Seguiremos en casa con la lectura del primer volumen de una guía editada por la ULE sobre “Senderos geológicos” lugares muy queridos por los leoneses como son la Candamia y las Lomas.
Ved nuestros álbunes de fotos sobre La Candamia y Las Lomas:
Las montañas que rodean León, con la catedral, 2005
Fotos de la Candamia en invierno, con nieve y con hielos
Más sobre la catedral y León nevado, 2005
Texto y Fotos de Rafa Cid y Rosa Fadón
2 comentarios:
Muy bien el relato, la historia y que decir de las fotos.
Gracias Luis por tu comentario.Estábamos seguros de que te gustaría, sobre todo Puente Castro, eh?
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