07 agosto 2009

Poesía para Vencejos

Hola Fausto:

Para no tener que decirte que me he acordado de ti cuando estaba en Palacios de la Valduerna, he preparado el reportaje fotográfico como si estuviéramos juntos viéndolo todo, he cogido fotos poco a poco, paseando.


En el castillo, Felipe Pérez Pollán, el Señor del Castillo, acogía a la gente, acompañado del elenco de poetas, entre los que resaltaba Conrado, con su clásico sombrero. De niños no tuvimos ocasión de tratar a Felipe, pues con su familia había ido a Sudamérica, pero al regresar y ejercer de profesor coincidimos y pasamos un rato juntos. Mira la gente que escuchaba la poesía para vencejos y que tú conocerás, pero yo no logré reconocer más que a Jaime y al párroco del Salvador de la Bañeza.
Hablando de poesía, en León nosotros salimos al recorrido romántico, que es un paseo con paradas en lugares donde los poetas hacen un recuerdo histórico o literario. También se hace con ocasión de la Semana Santa. ¿Te acuerdas cuando niños se hacía una procesión y por el camino, "Bertuzo" salía de casa Serapio y, entre vino y vino cantaba una saeta: "Atendite et videte" si hay dolor como mi dolor. ¡Qué dolor de "manola" era ese Bertuzo!, pero hacía su papel en aquellos tiempos.
Pasamos por junto a tu casa para ir a los Adiles, que como tú sabes ya no sirven para echar a pastar al ganado. Las campanas han olvidado el toque del yeguarizo y del boicero...En esta época se estaría trillando, ¡cómo nos gustaba!
Llegamos a la piscina. Minina, transformada en Dª Maximina, la alcaldesa, había preparado para el evento paella y pendones, pero no te extrañes que no haya fotos, porque llegamos al atardecer, bueno al baile, je, je. Así que departimos con los que viste fotografiados y además, vimos el taller, que Melchor disfrutaba al enseñarlo, tan bonito como lo tienen ahora, pues libres del trabajo, han podido reformarlo, convertirlo en un sentido museo

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