09 mayo 2013

Presentación del libro de Alfonso Martínez en el ICL

Querido Alfonso: Me hubiera gustado mucho asistir a la conferencia en Palacios de la Valduerna sobre tu último libro “El niño que resucitó de entre los muertos”. Así que, cuando me enteré que repetías en El Instituto Leonés de Cultura me prometí a mí mismo que esta vez no me la perdería.

Después de estudiar un poco de historia en la Wiki  me dispuse a asistir a la conferencia.

Allí me encontré con personas amigas, Maribel, la chica más animosa de Palacios de la Valduerna, con otra amiga, que va a clases de pandereta con Gabi, Félix Páramo, filólogo, escritor y hermano de caminatas por la montaña. En fin, no sé cómo lo haces, pero siempre me siento entre amigos en tus charlas.

Alfonso Martínez

Roberto hizo una presentación impecable. Te lo digo yo, que me toca asistir a muchas. Nos habló de lo documentada que estaba tu novela desde el punto de vista histórico y de tu gran habilidad para hacer una trama creíble que le da verosimilitud y garra a la obra.

Parece increíble la lucha de ambiciones entre dos órdenes religiosas, franciscanos y dominicos en la Plasencia del siglo XV. Roberto nos confesó que tu novela le recuerdan las Novelas Ejemplares y las del siglo de oro español, pues no hay un protagonismo definido y todo el mundo, ricos y pobres, monjes y seglares intervienen en la trama.

Alfonso Martínez

A mí, como al archivero de Orden de Predicadores, me traen a la memoria las disputas de “El nombre de la rosa”. Aquí los dominicos empiezan a ser pujantes con la canonización de Vicente Ferrer  ese del  lema “bautismo o muerte”.

Históricamente está ambientada en el palacio de los condes de Plasencia, en la época de Enrique IV y la “farsa de Ávila”. Para los televidentes: acordaos de la Serie “Isabel”.

Al conde le preocupa cómo sobrevivir a la complicada situación política.  A la condesa le preocupan dos cosas, su hijo y su relación con Dios.

Tú, Alfonso nos contaste, que la idea de escribir la novela, se te ocurrió cuando hace unos años fuiste invitado a un encuentro literario al que faltaron algunos escritores de renombre: Alfonso X el Sabio, Gabriel y Galán… Paseando por la ciudad, atrajo tu atención el gran número de edificios singulares con los que cuenta.

Alfonso Martínez

Así nos dijiste que comenzaste a pensar en la difícil situación que atravesaba Castilla en 1465. Con los personajes que la gente identificará rápidamente más por la tele, que por sus conocimientos del bachiller: El de Villena, Girón... El Obispo Acuña declaró impotente permanente a Enrique IV, y se anuló su matrimonio, pero volvió a casarse, tuvo una hija y las “malas lenguas" dijeron que era de D. Beltrán de la Cueva.

Luego tiene lugar la farsa de Ávila, donde Diego de Zúñiga da una patada al muñeco coronado y pronuncia aquel: ¡A tierra, puto!

El Papa Calixto III había canonizado a Vicente Ferrer, el del lema  “bautismo o muerte” antisemita feroz, equilibrando la disputa por el nº de santos entre las órdenes religiosas  de nuestra historia, franciscanos 6, dominicos 4. Mientras tanto el conde Álvaro de Zúñiga, que se había levantado contra Enrique IV, estaba financiado por los judíos, que no veían clara la forma de cobrar la deuda, por otro lado los dominicos les presionaban también. Los judíos tenían sus motivos para estar preocupados.

Alfonso Martínez

Los dominicos necesitan un milagro, y tú Alfonso, que eres un hombre de recursos se lo proporcionas. Pero no, no te preocupes, que no desvelaré el desenlace de la novela. Sí contaré aquí que eres el único, que en una presentación has sido capaz de contarnos un chiste o anécdotas divertidas y te atreves además a enviar un ejemplar del libro  a la Conferencia Episcopal, otro a la Federación de Comunidades Judías y hasta a los mismos dominicos. ¡Enhorabuena por tu valentía! Y ya estamos esperando el siguiente.

Texto y fotos de Rafael Cid   
  

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