Información del Viejo Camino de Santiago en la Asociación.

El Viejo Camino de Santiago tuvo su vigor en los primeros siglos después del descubrimiento de la tumba del Apóstol y fue quedando en desuso cuando los monasterios y hospitales que le daban soporte, se fueron desplazando al Camino Francés, que se trazó más al sur, al avanzar la reconquista y al aumentar el territorio cristiano frente a los árabes.

Desde que encontramos el relato de la peregrinación de Leodegundia, hermana del rey Alfonso III el Magno, en el año 902, narrada por el abad del monasterio próximo a la Valdorria, en carta dirigida al obispo San Froilán, podemos decir que para nosotros se convirtió en un Camino de búsqueda y máximo interés.

Encontramos testimonios de esta ruta medieval en nuestra provincia, en citas de libros de autores  leoneses, lo que confirmaba el testimonio de la peregrinación regia de Leodegundia y su esposo el rey de Pamplona en agradecimiento al apóstol Santiago, tras sus esponsales.

De la misma manera muchas personas y Asociaciones han luchado por poner en valor esta hermosa ruta peregrina, que significa una recuperación de nuestro patrimonio y cultura, a la vez que propicia un resurgimiento económico en nuestro territorio nacional.

La ACSL "Pulchra Leonina" ha realizado una amplia labor de recuperación. En el año 2009 inicia su andadura desde el límite de la provincia de León, en las cercanías de Guardo, recorriendo etapa tras etapa, Puente Almuhey, La Velilla, Cistierna, Las Arrimadas, Boñar, Valdepiélago, Valdorria, Villalfeide, Vegacervera, Coladilla, La Vid, Buiza, La Pola de Gordón, Los Barrios, Viñayo, Canales, Riello, El Castillo de Omaña, El Valle Gordo, Fasgar y desde aquí la última etapa que hicimos en este año 2014, que entró en el Bierzo por el Campo de Santiago, a Colinas del Campo y hasta Igüeña.

El Viejo Camino no acaba aquí, por supuesto llega a Santiago de Compostela y la ACSL tiene programado para el año 2015 seguir la ruta medieval a partir de Igüeña hasta Villafranca del Bierzo, que antes de que aquí llegara el Camino Francés se llamaba Burbia, nombre que le daba el río y que así viene nombrada en la documentación medieval que nos ha servido para marcar las etapas.

Hemos desarrollado una labor de difusión entre el vecindario de los pueblos que recorre este Camino, en sus parroquias, sus Ayuntamientos, pregonando en bares, restaurantes y hospedajes la labor que todos podemos hacer para incrementar el peregrinaje por esta ruta.

Se ha coordinado con las Asociaciones por donde pasa y así se han realizado acciones conjuntas. Algunas veces, fueron las Asociaciones, como la Vadiniense, las que nos prestaron ayuda y acompañamiento durante nuestras etapas. Con la Asociación de la Virgen de la Velilla participamos en la celebración de la Romería, aportando exposición fotográfica, conferencia, procesión y misa, ataviados con trajes de peregrinos, este año además se organizaron dos etapas. Igualmente en la Romería de Barrillos de las Arrimadas además de lo dicho, se presentó un programa de radio. En la fiesta de Nª Sª de Somerano de La Losilla hubo conferencia y se realizó una etapa del Viejo Camino desde la Ercina a La Losilla. En la Semana Cultural de Riello y en la de Murias de Paredes participamos en las conferencias y ellos nos acompañaron en nuestras etapas por Omaña.

Hemos puesto gran entusiasmo en la recuperación de la ruta, marcándola previamente a la realización de las etapas, investigándola pueblo por pueblo.

Como veis volcamos nuestras impresiones en el blog de la Asociación y en el Blog de Excursiones de Rafa y Rosi donde estos autores hemos vertido multitud de fotos y relatos. Está presente en la revista de la ACSL "El Senderín" que tiene una amplia difusión en el Camino y también la hemos divulgado en ponencias, en artículos de prensa, en la radio y en televisión.

Los peregrinos que hemos realizado parte del Viejo Camino valoramos la belleza del paisaje, el reencuentro con nuestras raíces históricas y la introspección que te facilita esta Vía, de momento alejada del masificado peregrinar jacobeo.

Texto y fotos de Rafael Cid y Rosa Fadón