El otro día estuvimos en Monasterio de Santa María de Carrizo, en la provincia de León.
Fuimos recibidos por sor Gema, con su cordialidad y luego sor Valle, llena de erudición y paciencia nos fue enseñando y explicando el monasterio.
Conserva el monasterio, a pesar de sus avatares, un rico patrimonio espiritual y artístico aunque algunas de sus joyas más preciadas se exhiben fuera de la casa conventual: En el museo de León está el Cristo de Marfil del s.XI, en el de Astorga, el Arcón del s.XIII, o la puerta mudéjar, en el de Cataluña.
Sin embargo la comunidad posee en su Biblioteca importante archivo documental, que conserva el documento fundacional y donde se encuentran valiosos tumbos. El mobiliario y la decoración mural son muy interesantes.
En el claustro hay hermosos esgrafiados, pero a mí lo que más me gustó fueron sus suelos de piedritas de canto rodado con las que compusieron la palabra benedictina paz, escudos de las casas nobiliarias y frases de caridad. Claro que tenía razón sor Valle cuando decía que no eran tan bonitos de barrer.
También se conservan esgrafiados en la sala capitular, donde se puede admirar su hermoso artesonado.
Había otra estancia medieval con un techo de madera pintada, incluso tenía frases escritas y lindos colores. Nos contó la monja que se parecían a las de S. Miguel de Escalada.
En la Iglesia asistimos al rezo de vísperas y oímos a las monjas, que cantan como los ángeles. A pesar de que la iglesia es muy coqueta, con ábside románico en piedra y valiosa por sus imágenes, el Coro con su sillería y demás, no nos detuvimos a fotografiar, arrobados como estábamos por la oración.
El Monasterio de Carrizo de la Ribera se creó bajo el patrocinio de Dña Estefanía Ramírez. ya viuda del conde Ponce de Minerva.
Se dice que Ponce de Minerva, en tiempos de Alfonso VII, llegó acompañando a la futura reina, Dña Berenguela. Ya su familia estaba ubicada en el reino de León, pues hay constancia de un antepasado suyo, que llegó del Languedoc, de la alta peña de Minervois, en el obispado de Pons, en tiempos de Alfonso VI, llegó con Ramon de Tolosa, el que luego desposaría a Elvira la hija de Alfonso VI.
De sus tierras francesas les viene el nombre, pero luego esta familia ganaría prestigio en los cargos que ocuparon muy próximos a los sucesivos reyes de León, entre los que se encuentra Ponce de Cabrera y su casa ostentarían el nombre de Ponce de León.
Los condes tenían en Carrizo una casa palacio. Realizaron una gran actividad monástica hacia el cister difundiendo el espíritu jacobeo y afianzando la frontera contra el Islam.
El esposo había fundado el monasterio de Santa María de Sandoval.
Cada conyuge está enterrado en su monasterio.
Podéis ver más datos de Santa María de Sandoval.
Cada conyuge está enterrado en su monasterio.
Hay una preciosa leyenda, que ha sido literaturizada, que narra que Estefanía funda el monasterio para recluirse en él, creyendo a su esposo muerto en las guerras. Sin embargo el conde salva su vida de milagro y decide agradecérselo al apostol Santiago realizando la peregrinación. Enferma en el camino y es acogido en el hospital del monasterio de Carrizo, entonces el matrimonio se reconoce...
Sin embargo la historia, hasta nuevas averiguaciones, cuenta que en el momento de la fundación del monasterio, en 1176, ya había fallecido el conde y la condesa entró en el monasterio hasta 1183, fecha de su muerte. La primera abadesa fue María, hija de los fundadores.
El monasterio se convirtió en un centro religioso de importancia, que ejercía el señorío sobre un amplio territorio y mantuvo su prosperidad, hasta el momento de la exclaustracción en 1867 y 71, cuando las monjas se refugiaron en el monasterio de Villoria.
En la desamortización, cuando las propiedades pasaron a manos privadas, el comprador, en un gesto notable permitió el regreso de la comunidad religiosa. Hoy en día siguen allí su camino espiritual, las monjas cistercienses trapenses.
Carrizo tuvo origen romano, dicen que fue fundación del General romano Carisio, de donde derivó su nombre. La población se distribuye a lo largo de dos vías perpendiculares, quizá como recuerdo de la urbanización romana, la carretera que cruza el río y la que enlaza con la comarca de la Cepeda. En la zona ha habido una gran densidad histórica. Por la orilla del río existen restos de castros romanos y prerromanos. En la otra orilla, destaca Alcoba uno de los puntos de encuentro entre tropas cristianas y árabes. También hay restos de prospecciones auríferas en la zona.
La Milla del Río, debe su nombre a un miliario romano, que marcaba la ruta que subía hacia el norte por el lado del río Órbigo. Se conoce más de una vía jacobea. Una junto a Alcoba y la que subía desde Asturica Augusta en dirección a Santianes de Pravia, cerca de Avilés.
En resumen una zona cargada de historia y de bellas leyendas.
2 comentarios:
Felicito a Ud por su presentación. Al buen gusto literario se une la claridad y el excelente aunque breve resumen histórico.
Jean Maissonier
Gracias por tu comentario, nos encanta la historia que subyace en nuestros pueblos...
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