Antes de llegar a Calzadilla de los Hermanillos, dejamos a nuestra izquierda una señal que nos avisa de que nos encontramos transitando por una antigua calzada romana y es que el Albergue de Calzadilla, que visitaremos a continuación, como alude su nombre, está asentado en plena vía Trajana.
Dicen que en el lugar donde hoy se asienta el pueblo, hubo una fuente donde paraban los legionarios para aliviar su sed y descansar. Poco a poco se fueron construyendo casas y el lugar se convirtió en un asentamiento estable, hasta que en la época medieval, unos frailes menores, procedentes del monasterio de Sahagún, fundaron un hospital para socorrer a los peregrinos y ocuparse también de su vida espiritual.
En el lugar ocupado hoy por la ermita de la Virgen de los Dolores un cartel junto a la entrada, nos da cuenta de que dicha ermita fue fundada por los frailes de Sahagún entre los siglos X y XI, restaurada posteriormente en el XVI, de estilo románico mudéjar de la zona de Sahagún. En su interior podemos admirar un retablo barroco, con la imagen de la Virgen titular, de los siglos XV o XVI, siendo Francisco del Valle el autor de la pintura y el estofado del retablo.
El albergue actual ya no está regentado por los Hemanillos de San Benito. En esta ocasión nos reciben Carmen, natural de Cuenca y Félix, que además de veterano hospitalero, es miembro de nuestra Asociación de Amigos del Camino de León “Pulchra Leonina”.
El encuentro fue muy agradable, salpicado de chascarrillos y anécdotas, como cuando a Félix, una inoportuna corriente de aire le cerró la puerta con las llaves dentro y Carmen, que es mas aguerrida y con perdón de mi amigo Félix, con tipo más ajustado a las circunstancias, tuvo que colarse por una estrechísima ventana, para abrir desde dentro sin molestar el descanso de los peregrinos.
Yo miraba atónito la oquedad y a Carmen y me parecía increíble que lo hubiera conseguido. Y es que los hospitaleros voluntarios son así: todo por y para el peregrino, sin pedir nada a cambio.
Mi amigo Dani en el blog hermano del Camino de las Luciérnagas, nos cuenta como a ellos, el ayuntamiento les dedicó una calle en 2011, con todos los merecimientos:
Los Hospitaleros Voluntarios nos convidaron a un vaso de buen vino casero, que la hospitalera había traído de su tierra y yo les conté la anécdota de beber el aguardiente por porrón, que a mí me aconteció visitando Cuenca. Tuvimos tiempo aún de dar un paseo y para saludar al alcalde.
La iglesia dedicada a San Bartolo está construida sobre una ermita anterior de época visigoda, que dicen fue destruida por Almanzor. Volvió a edificarse en el siglo XIII y se efectuaron nuevas reformas en los Siglos XVI y XVII. Su torre, como las otras de la comarca sigue el modelo de las torres defensivas romanas, siendo reutilizadas por la Iglesia en el medievo, en su tarea repobladora, muy útiles frente a la frecuente amenaza sarracena.
El retablo es de madera de manzano dorado en 1717 por Baltasar Pérez. La talla policromada del Calvario es del siglo XV y podéis admirarla en la parte superior del retablo y si os fijáis un poco más también podéis ver los escudos del Marqués de Villasante y de Juan de Vozmediano, señor de esta villa.
¿Os acordáis del relato que escribimos tras nuestra visita a Sahagún? Pinchando aquí podéis ver el reportaje y fotos que hicimos ese día. En él daba cuenta del hallazgo de un cuerpo momificado en la pared de una capilla de la iglesia de la Peregrina. También podéis leer el artículo escrito en el diario de León por mi profesor D. Vicente Martínez Encinas http://www.diariodeleon.es/noticias/filandon/momia-y-restos-humanos-en-peregrina-de-sahagun_579557.html y finalmente ved la foto que le tomé al caballero de nuestra historia:
Bueno pues el personaje que aparece en la foto fue nuestro D. Pedro de Vozmediano, señor de Calzadilla de los Hermanillos. Estaba enterrado junto al altar mayor tras una pared, en un féretro junto a un sello papal de Gregorio XI, desde el Siglo XVI. ¡Impresionante! ¿no?.
Enfrente de la Iglesia del pueblo hay un Museo sin muros, un Centro de Interpretación al aire libre, de las redes viarias romanas, donde podemos ver cómo se construían, cómo se señalizaban y hasta una reprodución de conducción de aguas, con un canal de piedra de seis metros de longitud.
Todo dentro del estilo arquitectónico de los romanos, donde no faltan ni los cipreses, ni el miliario y todo muy académico con las explicaciones pertinentes en los paneles informativos.
Salimos del pueblo hasta un cruce de carretera del Burgo Ranero, que puedes visitar en nuestro blog pinchando aquí, a la localidad de Villamuñío, que tenéis en este enlace.
Nosotros continuamos de frente en esta ocasión, siguiendo la señalización que indica la calzada trajana, hoy camino de concentración por avatares del destino, pero sabemos que pisamos por los restos de esa antigua vía romana.
Atravesamos el canal de los Payuelos y seguimos hasta Reliegos, del que podéis leer aquí.
Luego nos incorporamos de nuevo al camino de Santiago, que es también un juego de la oca ¿recordáis? De puente a puente, de albergue a albergue… pues cuidado, porque si miráis a vuestra derecha podéis ver las instalaciones de la cárcel de Villahierro
¡No caigáis dentro!
¡Buen camino, peregrino!
Texto y fotos de Rafael Cid
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