13 mayo 2015

14ª Historias y leyendas del VCS en la provincia de León: Buiza y la Trashumancia


14ª Historias y Leyendas del Viejo Camino de Santiago en la provincia de León.
           
 Rosa Fadón y Rafael Cid 


Las coplas de “Tarna”, los escritos de Jovellanos  y la Trashumancia. 

Los peregrinos del Viejo Camino de Santiago descubren antiguos Caminos por Buiza, Beberino y Pola de Gordón

Podéis ver mejor el artículo picando sobre la foto o sobre este enlace.





Salimos de La Vid mirando de reojo la ermita de San Lorenzo, vigilando que no apareciese un pterodáctilo o descendiente del cuélebre con el que acabó milagrosamente el santo. Fuimos hacia Buiza tarareando la canción que el grupo musical “Tarna” ha versionado con tanta belleza, hermosa tonada del acervo de canciones tradicionales leonesas:

 “Mocinas de Cabornera
 dad con brío a los cencerros
 que ya vienen los de Buiza
 con la gaita y el pandeiro.”



Caminábamos por la collada, con el aplomo de saber que pisábamos un camino muy antiguo, una calzada romana que sube por la Pola de Gordón a Beberino  y a Buiza. En Buiza se bifurca en dos direcciones, como indica un cartel sobre el muro adosado a la antigua Iglesia o ermita de S. Antón. Una hacia Rodiezmo, que conduce a Oviedo  y la otra a Villasimpliz por donde entra el Viejo Camino de Santiago, que viene desde el oeste de nuestra provincia.

Esta última es la ruta por la que hemos venido nosotros y por la que llegaron los peregrinos medievales del Documento del año 902, que se encuentra en el libro Vexu Kamín de Julián González y que vamos citando:
“...llegamos a la Vid, donde unos ermitaños contaron lo del cuélebre. De seguido Buiza, Beberino y una Pola, pasado un puente donde descansamos en el castillo que mandara hacer y mantener el recordado don Ramiro que tantas iglesias hermosas hiciera en Asturias y León”

Tenemos constancia documental de Villasimpliz  si no en el 902, sí en una  donación real que Ramiro II concedió al Abad Severo los Villares de Villasimpliz: "et illa collata de Boiça", en el alto de la cual existió un monasterio u hospedería de la que se conservan restos y la denominación de  Alto de San Antón. Buiza fue un enclave importante, cruce de caminos en la época. Confluyen las dos rutas del Camino de Santiago, pues pasa también el Camino del Salvador, el que unía la corte de León con la antigua sede regia de Oviedo, cuya catedral está dedicada al Salvador. Era esta una etapa obligada antes o después de visitar Santiago de Compostela, que los peregrinos medievales hacían también el Camino de regreso y ya sabéis el refrán “ el que va a Santiago y olvida el Salvador visita al criado y se deja al Señor”, algo que era reprobable en aquella época.

Buiza, se cita en el testamento de Fernando I,  que en 1036 otorga esta localidad a la Iglesia Ovetense, uniendo el ámbito territorial de Gordón con su matriz diocesana asturiana, que nos habla de los orígenes del reino de León. Sus casas solariegas son testigos del esplendor de antaño, en ellas se encuentran hasta cuatro escudos de armas. Pío Cimadevilla en su libro “Repertorio Heráldico Leonés I” nos da cuenta de los cuatro, los más notables son el de Alfonso de Villafañe y el de los Álvarez Quiñones.

La iglesia es de estilo neorrománico del siglo XX, edificada en el solar de la anterior, con los fondos para las Regiones Devastadas después de la guerra civil. Fue diseñada y dirigida por el arquitecto Torbado. Se yergue en el alto de una plataforma, rodeada por la calle que conserva el nombre romano de Calzada y quizá a ella perteneció un miliario anepigráfico, que se encuentra en la Collada.

Da pena el abandono de la ermita de San Antón que amenaza ruina, aunque sirvió como iglesia mientras se construyó la actual. La otra ermita, citada también por Madoz, se encuentra en la carretera a Beberino. En ella se congregan las gentes de toda la comarca bajo la devoción a la Virgen del Valle, cada agosto, en importante romería.

En el año 1791 Jovellanos pasó por aquí y pernoctó en Beberino y en Buiza en casa de Dª Manuela, la viuda. 

En el año 1791 Jovellanos pasó por aquí y pernoctó en casa de Dª Manuela, la viuda.
Jovellanos tenía en mente un proyecto innovador, él trataba de seguir la dirección de la vía romana, después el camino real, para construir la carretera a Asturias.
En su diario escribe: 26.11.1791:
«... Aquí noche (en Buiza) en una sala con cuatro camas.... Misa en una capilla privada, que dijo un capellán llamado don Adrián...». al día siguiente: «Misa a las ocho, salida por la Collada (de Buiza); un cuarto de legua largo de subida y otro de bajada, que remata al salir de Villa Simpliz, parada aquí hasta las diez; en corto trecho Puente Tuero y el paso..., luego subida a Villamanín...».

También nosotros llegamos a Beberino, donde Pio Cimadevilla cita la existencia de dos antiguas necrópolis cercanas al pueblo junto a la “peña del Castro”. Una contiene esqueletos de caballos, la otra pertenece a un enterramiento humano, pero lo curioso es que uno de los esqueletos está enterrado en posición vertical. (Cultura prerromana). Nuevamente los castros y los romanos salen al paso ... ¡Qué glorioso pasado!

Estas praderías se usaron por la Trashumancia cuando las ovejas pastaban en los puertos de montañas leonesas desde la primavera al otoño y luego regresaban a Extremadura, Recorrían unos 20 kilómetros al día por las Cañadas, que eran anchos caminos delimitados, cuya hierba pastaban las ovejas en ruta. Los pastores pasaban la noche al sereno, en fincas cercanas a los pueblos, cuyos dueños agradecidos por el abono, les agasajaban con la cena. Tenían su vida partida, unos meses en la montaña y otros lejos de su familia, eran grandes conocedores del pastoreo, al que se dedicaban de padres a hijos, organizando el trabajo con una estructura jerárquica, que permitía un conocimiento del oficio y del territorio. El Mayoral, que llevaba la contabilidad y rendía cuentas a los dueños, los Rabadanes responsables de cada rebaño, compuesto de más de 1000 ovejas, luego había otros puestos intermedios y el último y más popular el Zagal, que era quien preparaba las sopas para el desayuno y la cena. El perro mastín era un elemento indispensable, se precisaban cinco por rebaño y tenían ración de pan igual a la del pastor.

Jovellanos en 1792 comenta que se apacentaban en verano 300.000 cabezas de ganado merino pertenecientes a los Monasterios de El Paular, el Escorial y Guadalupe, con sus roperías en Truébano, Quintanilla y Beberino, respectivamente. En las roperías se fabricaba el pan para los pastores y sus perros, se almacenaban los enseres de los pastores, sal para las ovejas e incluso servía de enfermería: « En Beberino está lo que llaman Ropería de Guadalupe y un monje con sus criados que cuidan de la gran cabaña del monasterio repartida por estas montañas a veranear ».

La Trashumancia dio vida y beneficio a la montaña leonesa y a Extremadura. Aquí se ubicó la cabaña del monasterio de Guadalupe.

En la actualidad el caserón de la Ropería luce un escudo eclesiástico y un mosaico de la Virgen con la inscripción “Nigra sunt de Guadalupe” que nos ayuda a ubicarlo y recordarlo. Para nosotros fue una alegría comprobar la cercanía que existió entre León y Extremadura a través de la trashumancia y una pena pensar que esta riqueza se desperdicie. Llegaron los nuevos tiempos, los Monasterios empequeñecieron, el ferrocarril y los camiones trasladan el ganado y los pastores que tienen cabaña ganadera hacen la trashumancia a zonas más próximas.

En Beberino el patrón, San Pedro, se procesiona en su fiesta, desde la iglesia, situada junto a la carretera. Es del Siglo XVIII y se construyó a expensas de D. Bartolomé Álvarez Rabanal y su esposa. El retablo original fue expoliado durante la guerra civil. Al observar las piedras con las que se hicieron algunas casas, los arcos de sus entradas, los patios, pensamos que en algunos casos estos arcos han sido reutilizados y ya no están en su lugar de origen, como el que adorna la plaza.

Entre Beberino y la Pola de Gordón nos topamos con el puente Tornero, descendiente de otro anterior, de época romana. El que hoy vemos, es del siglo XVIII pero a unos 20 metros quedan unos ojos mucho más antiguos ¡Un puente largo, eh? . El Conde de Luna, bajo cuya jurisdicción se encontraba el concejo de Gordón, cobraba pontazgo en este puente, así que algunas gentes le evitaban tomando otros caminos, igualito que hacemos ahora cuando dejamos de tomar la autopista de peaje. Se ve que para algunos todos los tiempos son difíciles.


Blog de Excursiones de Rafa y Rosi
Blog de Asociación Camino Santiago de León“Pulchra Leonina”


Foto 1: Rafael Cid: En Buiza, dos Caminos a Santiago
Foto2 : Rafael Cid: Jovellanos en Gijón, con los autores
Foto 3: Rafael Cid: Virgen de Guadalupe en Beberino
Foto 4: Rafael Cid: Beberino


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