Esta es una publicación independiente, sin propaganda, ni ánimo de lucro.
07 enero 2013
José Ajenjo, un escultor en el Camino de Santiago
José Ajenjo es un Amigo de la Asociación del Camino de Santiago, Pulchra Leonina. A la vez, es un enamorado del Camino y en el Camino ha ubicado su Taller-museo.
El otro día un grupo de socios nos acercamos hasta su Museo-Taller.
En la finca, un Santiago peregrino en piedra, se alza en su pedestal, vigilando y protegiendo el Camino, que aquí discurre por la otra acera.
No es la única representación del apóstol que señorea su jardín, aquì se puede ver otro muy esbelto y de aspecto fresco, meditativo, con su libro en la mano...
Y nos dijo que aún hay otro en la parte trasera de la finca, como no lo fotografiamos este día, otra vez será.
Hay allí árboles y prado. Vemos a lo lejos un simpático burrito peludo. Anuncian nuestra entrada el ladrido de los perros y unos caballos se acercan a ver quien viene.
Un Don Quijote a caballo está a lo suyo, con su espada en ristre. Es una obra de Ajenjo, que debería llevarla a los Guiness, pues es la más grande que se ha realizado hasta el momento, de nuestro inmortal caballero.
No lejos se encuentra una Natividad en gran tamaño, en metal, de estilo moderno.
Todos estos elementos, artísticos y naturales están compartiendo espacio y sol, en este rinconcito de León.
El maestro José Ajenjo nos recibe en la verja y nos adentra en sus estancias, disfrutando de la hospitalidad, mostrándonos con todo afecto lo que ha atesorado, sus querencias de muchos años.
Realizamos un recorrido sincero por la vida de este artista, desde la juventud con sus trabajos escolares, pulcramente enmarcados, de dibujo al carboncillo, para los exámenes en Madrid ante su exigente profesor, hasta su actividad profesional posterior, como imaginero de pasos de Semana Santa, al lado de Víctor de los Ríos y por separado, haciendo imágenes para varias ciudades andaluzas, así como sus muchos monumentos de obra civil.
Supimos de sus comienzos. Admiramos el primer trabajo que hizo de un Crucificado, cuyos brazos fueron tallados en otra madera distinta del roble, que usó en el cuerpo, ¡porque el roble era muy caro..!
Nos habló de materiales, como el marfil, que usó para la cara y las manos de José y María y para el cuerpo de un Jesusito, mientras el resto iba en madera policromada. Consiguió así un Misterio de gran belleza.
Nos mostraba o enseñaba los libros y modelos por los que estudió todos los músculos del ser humano, algo imprescindible para tallar el cuerpo de Jesús. Descubrimos que era también un buen bibliófilo.
Pudimos comprobar su maestría tocando una de sus esculturas, la de Cristo en la flagelación, palpando los músculos y los huesos de la rótula. Habló de sus estudios e investigaciones, ya que una pieza escultórica es el resultado de conocimientos muy variados. En esa obra los pies de Cristo están separados por unos grilletes, algo que acostumbraban a hacer los romanos, para infringir mayor daño, evitando en la tortura, que se acercasen los pies.
Con veneración nos mostró muchos recuerdos de su maestro Víctor de los Ríos, del que es conservador oficial de su obra, por mención expresa del artista.
Mientras que paseamos por la gran sala, va desgranando experiencias de su vida y nosotros vamos descubriendo otras de sus aficiones, las obras de arte en general, los grabados, óleos, muebles, libros, el Quijote, objetos que otros desechan y él recupera con tenacidad y dedicación.
Debido a su capacidad pedagógica, conserva una muestra de la escultura medieval, tal como se hacía en su tiempo. Son varias piezas, que marcan las etapas de la realización de una Virgen románica, desde la preparación de un trozo de madera, comenzar a tallar respetando los puntos más externos, la talla final, la base del color, el dorado, el trabajo del buril.
Tiene una talla en madera de un Cristo yacente, en ejecución, porque hay unos escultores alemanes que vienen cada cierto tiempo a estudiar sobre ella el proceso y la continuación de su elaboración.
Muchas cosas nos contó que os podríamos relatar aquí, pero lo que merece la pena es oirlo de sus labios a la vista de los objetos que él va mostrando, porque, ciudadano del mundo que es, siempre está dispuesto a recibir a los peregrinos.
Deseamos que este museo sea conocido y protegido, como se merece, pues constituye un valor incalculable para nuestra cultura y estímulo para nuevas generaciones.
Podéis ver parte de su trabajo en este reportaje fotográfico, pero sobre todo, podéis contemplarlo en persona, contactando con él, al teléfono: 666331634. En mi opinión no estaría de más, un pequeño donativo para el mantenimiento del museo, creo sinceramente que la ocasión lo merece.
Unimos a nuestra entrada las siguientes informaciones:
http://www.leonoticias.com/frontend/leonoticias/Jose-Ajenjo-Vega-Escultor-De-Utopias-vn82802-vst233
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/cuando-arte-reposa-en-camino_625077.html
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/jose-ajenjo-crea-una-moderna-interpretacion-del-nacimiento_113037.html
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario