Allí estaba Adolfo Álvarez Barthe , que es el ilustrador del libro y Mónica Garrido, por parte de la editorial. No pudo asistir el que escribió el libro, amigo íntimo de Adolfo, Joan Pau Rubiés.
La velada fue entretenida, como siempre que nos convoca Adolfo. Nos hizo saber, que aunque se trata de una leyenda que, en el entorno del Escorial, narró el autor a sus hijos, no es sólo un cuento, pues tiene distintos planos de lectura, que los adultos pueden descubrir.
El libro está concebido como una obra de arte, Adolfo agradeció el buen hacer del hombre invisible, el editor.
En las ilustraciones, Adolfo amalgama los distintos retratos que fueron hechos al rey, cuadros que ya existen, pero que él vierte en su estilo inconfundible. Nosotros encontramos claves de rasgos conocidos, que guardan las propias vivencia del autor.
En el texto conviven varios personajes, con su bondad y maldad, retándonos a que profundicemos en las personas reales. Felipe II, personaje enigmático, clave en la historia de España, Isabel de Valois, el pintor Sánchez Coello y otros, están escondidos bajo los arquetipos de rey, princesa, consejero, súbdito anónimo...
En fin, con esta introspección en la historia, el clasicismo o a la tradición, llegamos a lo que dice Adolfo:
“El poder de las palabras e imágenes”
“Hemos sido convocados por Felipe II, por algo bueno que hemos hecho ¡demostremos que somos personas de valor! Y que Dios nos bendiga a todos”
Ved el reportaje fotográfico aquí.
Texto y Fotos de Rosa Fadón
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