24 marzo 2006

Reyes Magos

El hecho de vivir en una ciudad pequeña y poder desplazarse a trabajar sin coche constituye sin duda alguna una mejora en la calidad de vida. Pero, si además, el recorrido coincide con un monumento como la Catedral de León, a mí me parece un verdadero privilegio.

Caminaba yo con mi amigo Javi García, cuando observando el pórtico norte de la catedral, nos fijamos en cuatro figuras que podían ser las de los famosos Reyes Magos adorando al niño (ver foto) pero como puede apreciar el observador fino, contamos hasta cuatro cabezas coronadas, no tres como estamos acostumbrados a ver.

Aquí empezó el debate ¿Se equivocaron los canteros?¿por qué uno de los Reyes está de espaldas?. Mi amigo Javi argumentó primero que uno de los reyes no tiene corona. Fijándonos mejor pudimos comprobar que sí. Pero ¿por qué este permanece sentado mientras los otros están de pies?. Y es que la historia de los Reyes Magos tiene más "miga" de la que parece.

La primera referencia a los Magos aparece en el evangelio de Mateo, Marcos ( Lucas ni siquiera los mencionan). El texto dice que unos magos vinieron de Oriente a Jerusalén preguntado: "¿Donde está el nacido Rey de los judíos? Porque vimos en Oriente una estrella..." Este escueto texto de Mateo es lo único que tenemos en principio sobre la gran historia de los magos de Oriente. Si miráis bien el evangelio nada dice de que sean Reyes, tampoco que sean tres, ni cuales eran sus nombres.

En Mateo aparecen la estrella, los magos que vienen de Oriente y los consabidos regalos de oro, incienso y mirra y ¿todo lo demás? Los Reyes con sus camellos y los pajes, los belenes y las cabalgatas que recorren nuestras ciudades por navidad, todo eso son elaboraciones populares posteriores, de entre los Siglos IV al IX, mezcla de diversas culturas y evangelios, no reconocidos como canónicos por la Iglesia

El primer problema surgió con la palabra "mago" que podría definir desde un astrólogo caldeo hasta un farsante, pasando por un sin fin de brujos y adoradores de divinidades paganas. En cualquier caso parece que no era la mejor compañía para el recién nacido descendiente del Rey David.

Ah, por aquí podemos ya buscar algo más. En el Antiguo Testamento sí se habla de reyes:"Los Reyes de Tarsis y las Islas traerán tributos, los de Sabé y Saba pagarán impuestos. Todos los Reyes se postrarán ante él" (Salmos 10.11.15). "Un sin fin de camellos te cubrirán, jóvenes dromedarios de Madián y Efá. Todos ellos vienen portadores de oro y de incienso..."(Isaías 60.6)

De este modo tenemos los antiguos textos proféticos que nos hablan de Reyes y el evangelio, de Magos. Así solucionan un problema, son Reyes-Magos con autoridad material y espiritual. Pero ¿eran tres?

En las representaciones de la adoración en las Catacumbas el número es variable, posiblemente porque los primeros cristianos no lo tenían muy claro, por necesidad de espacio o simetría de las pinturas. En varios textos antiguos son diez y para la tradición siria los magos son doce.

En una versión Siria del Evangelio Árabe de la Infancia (siglo. VI) un ángel mensajero es enviado a Persia al nacer Jesús. Los tres príncipes hijos del Rey persa parten con presentes a adorarlo. Entonces ¿eran tres? Portaban tres presentes: oro, incienso y mirra, pero no necesariamente tenían que ser tres y aunque en otros textos no se llamaban como en la actualidad en el "Evangelio Armenio de la infancia" ya se llamaron Melkon , rey de los Persas, Gaspar Rey de la India y Balthasar rey de los Árabes.

El "Exceptionis Patrum" atribuido a Beda el Venerable y escrito entre los Siglos VIII y IX nos describe su aspecto y representaría a la humanidad conocida en la época. Parece ser que cada uno de los hijos de Noé poblaron un continente, Sem Asia, Cam África y Japhet Europa. Pero luego se descubrió América y así volvemos al cuarto rey mago. El pintor Grao Vasco en el Siglo XVI en el Monasterio de Viseu (Portugal) nos presenta a este último como un jefe indio y refleja las características de los pueblos amazónicos, portando como presente una arqueta de madera cargada de semillas de cacao. Parece ser que el mago americano tuvo éxito y se imitó en muchos lugares.
¿Entonces, nuestra Catedral...? Pues va a ser que no, porque los relieves no son como la tele, van narrando una historia lineal y si observamos con detenimiento, después de la adoración viene la huída a Egipto, así que, lo que tanto nos llamó la atención, puede ser la visita a Herodes que por necesidades de espacio lo juntaron con la Adoración.
Entonces todo esto ¿para qué? Pues, para charlar mientras llegamos a la oficina.

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