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09 junio 2012
Lucan, Dublín 2012
Vednos aquí el segundo día de nuestra llegada a Dublín, en casa de nuestros hijos, en el confortable sofá de cuero rojo...
Fuimos con Inés, caminando desde casa hasta el hotel Finnstown, que está en medio de una gran finca con árboles vetustos etiquetados con su nombre en latín, aunque muchas chapas se han perdido y queda la tableta que las sostenía clavada en el tronco del árbol.
Nosotros paseamos entre los parterres y vimos unas fincas cercadas a la orilla de las alamedas, que parecía que podían ser usadas para picadero de caballos.
El hotel se compone de varios edificios. Tiene un edificio muy grande de estilo deciochesco y otros más bajitos, como apartamentos. Los huéspedes accedían y aparcaban sus coches en la alameda, que se abría desde la carretera, con grandes verjas de hierro, entre pilastras rematadas con la figura de cisnes.
Había una boda, que celebraba el festín en un kiosco, situado entre jardines, donde proliferaban los bancos de forja pintados en blanco, así como maceteros dieciochescos.
Otro elemento artístico del complejo era un pequeño cenador de forja pintado de blanco.
Luego seguimos hacia Lucan y admiramos las casas típicas con sus tiendas de todas clases. En una peluquería se publicitaba ¡hasta pelo español!
Llegamos hasta el puente sobre el río Leffey, que trae mucho caudal y tiene una presa, en la que los patos hacen ejercicio de retorno. Creo que es muy gracioso contemplar sus volteretas, pero yo no tuve la suerte de encontrar ningún patito para verle hacer tal ejercicio.
Ved más fotos aquí
Hablamos de las iglesias que vimos en el camino y del partido de futbol, que había llevado a los aficionados a decorar fachadas, ventanas, coches, con la bandera irlandesa y en algunos restaurantes proliferaban banderas de todos los países, entre ellas la de España.
Curioseamos las áreas comerciales, siempre presididas por un pub y entramos a comprar algo en una de ellas, ¡ay, siempre consumiendo!
Cuando llegamos a casa nos esperaba una cena rica, con un enorme filete de ternera irlandesa con patatas y pimientos fritos, para que pudiéramos contestar en la encuesta, que ¡en Irlanda se come muy bien...!
Ved nuestro reportaje aquí.
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